The Midnight Barbers, pocos nombres más adecuados había para esta pareja de Chelmsford que el elegido. Rock, blues, punk… Ruidismo ilustrado desde el Condado de Essex.


En el mundo de la música, lo británico nunca pasa de moda, y la culpa de ello la tienen bandas como The Midnight Barbers, capaces de llevar un paso más allá el sonido al que nos acostumbra la radiofórmula y la selectiva crítica. Tenemos mucho que aprender del mundo anglosajón, y no es solo una cuestión de talento, algo que en nuestro país hay. Es cuestión de cultura; de la inversión que se hace en esta, tanto a nivel educativo como económico. En cualquier caso, The Midnight Barbers, formados por Ben Rowntree (guitarrista y vocalista) y Jack Pepper (baterista), llevan al límite la concepción de rock and roll. Tony Hardy, crítico en Consequence of Sound, Best New Bands, además de juez del Glastonbury Festival’s Emerging Talent Competition, los ha definido como “Nick Cave on speed“, y como no podía ser de otra forma, no va muy desencaminado. The Midnight Barbers parecen actuar acelerados, llenos de rabia, con tintes góticos, y desarrollos bluseros que los acercan a otra pareja mítica, y que siempre suele salir a colación en estas comparaciones: The White Stripes. Sí, se está convirtiendo en tópico de crítico, pero en esta ocasión, la presencia de sonidos del blues justifican la cita. Otra característica que sorprende y diferencia al dúo, es que no parecen británicos. Su música en ocasiones se torna pantanosa y confusa, como ocurre en ‘Oh Maddie‘. Lo cierto es que si hubiera que encasillarlos en un estilo concreto, habría que tirar del enredado y casi pasado de moda concepto de root rock. Sorprende escuchar lo bien que manejan referencias de música negra y de míticos grupos de rock más modernos sin caer en la parodia.

A día de hoy, The Midnight Barbers no tienen material discográfico en el mercado, pero este hecho no les está impidiendo girar por todo el Reino Unido. Los vídeos de sus directos dan buena fe de la calidad que atesoran. Jack se confiesa fan del mítico batería de jazz Papa Joe Jones, pero tampoco puede dejar de citar a dos animales como Dave Grohl y John Bonham. Jack también tiene exquisitas y rockeras influencias, como The Vines, The Hives, Yeah Yeah Yeahs y The Strokes, bandas todas ellas que hacen un uso espléndido de la guitarra. La suma en su conjunto tiene como resultado un directo que oscila entre el punk y el blues; entre la furia y la delicadeza. Es de esperar, que en no mucho tiempo saquen disco, ya que afirman tener unas cien composiciones. El pasado mes de julio grabaron quince temas durante dos días en los legendarios estudios de Abbey Road. Verlos en España es una quimera -aunque reconozco que tuve esperanzas en una hipotética nominación para el UK Calling del SOS 4.8- pero estoy seguro de que en cuanto saquen material, ya sea en formato EP o LP, algún festival patrio verá en ellos una mina. Si tengo que elegir, que me esquilen ellos a medianoche por favor.

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