Cuero Viejo es una veterana banda barcelonesa de rock clásico. El claro ejemplo de la música como forma de vida.


Nadie elige en la época que nace, pero sí decide qué actitud tomar en el tiempo que le toca vivir. Tal vez se pueda medir el grado de mérito que tiene vivir el rock n roll way of life. En un entorno actual, a priori de libertades, sea más fácil que en épocas pasadas, dónde el antiguo régimen y las mentalidades menos abiertas, eran tan poco permisivos con lo que suponía el rock.

José Salmerón (guitarra solista), Gabriel Soriano (voz, guitarra), Fernando García (bajo) y Juan Carlos Arévalo (batería y percusión). O lo que es lo mismo: Cuero Viejo. Son el claro ejemplo de lo que estamos hablando. Ellos fueron en Terrassa, su ciudad y  hace ya un par de generaciones, los primeros mirados en las calles. Pioneros en pelos largos y ropajes cuando menos llamativos para los tiempos que corrían.  En una ciudad como todas, silenciada por la dictadura, apostaron por lo que sentían. Escuchando a aquellas primeras bandas que irrumpían del mundo anglosajón en los años 60, 70; y que suponían aire fresco para jóvenes inquietos y deseosos de rock. Querían emular aquello que recibían a su manera.

Y así comenzaron su andadura. Montaron, por separado pero contemporáneos, diversos grupos y bandas. Llegaron a cosechar algunas de ellas, distintos niveles de éxito y experiencias. Cuando hablamos de influencias clásicas, nos referimos a la Creedence Clearwater Revival, a los Stones. Pink Floyd, Led Zeppelin, pasando por Deep Purple, Chuck Berry o The Kinks. Y muchísimos más grupos legendarios de la época y que todos sabemos. Distintas apuestas en los inicios y en la propia vida musical de los componentes de Cuero Viejo. Johnny and The Tigers, Ovnis, Los Sonámbulos, Los Singers, Tocar Madera, Stimula, Zambra o Axioma, son algunos de sus anteriores grupos. Aquellos principios, como la pelota que arrojaron en el parque, no han concluido. No ha tocado suelo. A día de hoy continuan cual si no hubiera pasado el tiempo. Acaban de anunciar dos nuevos conciertos. Son ejemplo de que la pasión por la música nunca termina. Como toda persona, han tenido que lidiar con las circunstancias, con la vida y su paso. Han pasado por momentos personales cambiantes y normales en el río vital. Pero nunca han dejado lo que tal vez es su sustento, el rock, la música en su sentimiento máximo. Nunca lograron vivir de ello, mas algún proyecto estuvo cerca.

De izquierda a derecha en la imagen: Juan Carlos Arévalo (batería), Gabriel Soriano (voz), Fernando García (bajo) y José Salmeron (guitarras)

Fechas de próximas actuaciones:

12/06 Coma9 Bar, Terrassa. en formato acústico. 22:30h.  3€

27/06 Bar Infierno, Terrassa.  22:30h. 4€


Tantos años de camino y de experiencia les han hecho adquirir un sonido fiel a la propuesta que presentan. Excelentes músicos que se conocen bien y de siempre. Tablas de sobra y saben perfectamente todo lo referente a este juego. He tenido la ocasión, personalmente, de comprobar cómo son a día de hoy sus ensayos. De una tacada. No paran a hacer el típico descanso. Pueden demorar el comienzo del ensayo lo que haga falta, pero una vez comienza, nadie sale de allí hasta el final. Maratones que son un ejemplo para muchos grupos jóvenes, que suelen hacer más extensos los descansos y juergas de ensayo, que el propio trabajo de grupo. Imprescindible. Probablemente sean lo que se debe ser. Un grupo que sabe que estará ahí mientras duren las fuerzas. Más allá de nada que no tenga que ver con la esencia que les llevó hace décadas a sentir la música como forma de vida. Hacen versiones de los grupos mencionados anteriormente. “Honky Tonk Women”, “Born to be wild”, “Can´t get enough” o “Hair of the dog” por citar solamente algunas de las míticas piezas que tributan. Nunca han parado de realizar actuaciones.

Como ejemplo de todo esto, me gustaría destacar unas palabras que realizó Miquel Carré; justo mencionar al primer batería de la banda sustituido recientemente por Juan Carlos, batería tambien de El Faro de Alquímia. Carré, que aún sigue en Axioma y que siempre estuvo ahí, manifestó:

“Cuando muera, quiero mis cenizas dentro de una timbala colgada en el techo. Y que de vez en cuando la toquen”

Actualmente, Cuero Viejo, ha creado un formato acústico, fiel al nombre, pero con variantes. Un proyecto que combinan con la versión eléctrica de siempre y que tambien van a presentar en directo. Músicos de vocación. Sus componentes pertenecen, a la vez,  a más grupos de la escena en Terrassa. Son el espejo natural al que cualquier músico debe mostrarse. Una lanza rota por la convicción de que la música nunca se deja y a ellos les mantiene en plena forma. Ahí siguen. Una envidiable manera de mover las caderas todavía, aunque todo vaya mal..Larga vida a Cuero Viejo. Ellos son el ejemplo.

Puedes seguir la actualidad de Cuero Viejo en:

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