Hacen “Rock Dadá” y se autodefinen como “el grupo que hubiera montado Duchamp”. Sus influencias van desde Álex y Cristina a Juan y Junior, sin olvidar a Simon & Garfunkel o Sergio y Estívaliz. Nando Nando y Miguel presentan su segunda entrega de rock dadá en L’home Polaroid.En sus 15 canciones, cantadas en español, catalán y francés, habitan personajes absurdos que a menudo saltan de una canción a otra.


 

CUENTA LA LEYENDA….

A finales de los ochenta, el padre de Miguel coincidió con el padre de Nando en la directiva del CDC Torreforta, un club de fútbol de barrio. En dos temporadas, el equipo pasó de segunda regional a regional preferente. Algo enorme se estaba cociendo.

Más o menos al mismo tiempo, Nacho y Nando coincidían sin saberlo en la misma escuela. Iban a cursos diferentes y no se conocieron hasta años más tarde, pero ambos habían oído las mismas historias de amores secretos entre maestros religiosos. Algo surrealista esperaba para ser explicado.

Entre tanto, Miguel desarrolló su habilidad como jugador de ajedrez hasta llegar a enfrentarse al mismísimo Anatoly Kàrpov en una simultánea. Nacho empezó a hacer surf y descubrió la magia de pelearse con las medusas malas del Mediterráneo. Cuando finalmente Nando, que siempre había anhelado tener un grupo con un batería surfero, encontró a Nacho en una inauguración, se gestó el germen de Nacho Nando & Miguel.

Los tres vienen de familia de músicos. El padre de Nacho toca la bandurria, el de Nando es compositor y el de Miguel, armonicista. Podrían haber montado una banda absurda, pero prefirieron dejar ese honor a sus descendientes, y eso pasó en 2012. A esas alturas, Miguel tenía ya una trayectoria destacada como productor (Los Glosters, Gottenberg) y también comandando bandas como la Juan Zarppa’s Experience, alter ego que todavía utiliza. También le había echado ya una mano a Nando, que venía de Whiskyn’s y estaba tirando adelante otro proyecto surrealista, Gran Gallina. Nacho, por su parte, había figurado como batería en un clip de Peret. La unión de los tres era perfecta.

En 2012 graban Dr. Zanofer, dedicado a Miguel, y ahora presentan L’Home Polaroid, dedicado a Nando. De hecho, Nacho Nando & Miguel se quieren mucho, y por eso se dedican canciones y discos entre ellos. Para el futuro queda el tercer disco, que estará dedicado a Nacho y cerrará la trilogía.

Sus historias son surrealistas, aunque siempre basadas en hechos reales. Cuando alguien anda cerca de Nacho Nando & Miguel, corre el riesgo de inspirar alguna de sus canciones. Cualquier frase inocente puede ser cogida al vuelo por ellos y transformarla en una nueva película. Las canciones son breves y rápidas, como la que abre y da título al disco, ‘L’home Polaroid’. Antes de conocerse, Nacho siempre veía a Nando caminar muy rápido por la Vía Augusta. Después de montar el grupo, este es su homenaje, que empalma con ‘La energía de la bestia parda’, esa potente energía que los músicos suelen combinar con la incapacidad de diseñar el plan maestro para canalizarla. ‘La pianista y los futbolistas’ se basa en una frase real de un instrumentista veterano: yo no hago bolos, yo doy conciertos. A veces los artistas se toman demasiado en serio, él tocaba el bandoneón.

Y del escenario saltamos al público. ‘El amigo Möla’ es una habitual en los bolos del grupo. Es un llorón profesional, pero siempre se sale con la suya. Su historia merecía ser explicada antes de dar un ‘Paseo por el Centro Comercial’, título homenaje a Radio Futura y que habla de la anestesia que llevamos ya incorporada. ‘Petrushka’, la de Stravinski, también va de compras, incluso llega a ser dependienta, e ‘Il doigt au Motoclub’ explica la historia de un teclista loco que hace ejercicios de digitación en la barra de un bar como si fuera el Royal Albert Hall. Otra vez, el personaje es real, como lo fue ‘El Emperador Caracalla’, un tipo déspota que sirve para hablar de cantantes subvencionados algo más cercanos.

Real también es Ringo Starr, el protagonista de ‘Para Ringo siempre es domingo’, y probablemente el único ex-beatle que no se escucha al hablar. Todavía existe en el mundo gente insensata que se atreve a decir que no es un buen batería. También queda gente algo desfasada, como ‘Mi novia catequista’, por suerte, su pinta despista e inspira también uno de los momentos más sonados del disco. ‘Pomme de terre’ es el nuevo himno contra las endogamias de los modernos drogadictos y ‘En el Cabo’, a modo de soul, es uno de los momentos más costumbristas de L’home Polaroid.  Tiene un pasaje concreto donde el público suele reír a cacarcajada. Antes de escribir ‘El vendedor de crecepelos’, Nacho fue atacado por una avutarda mientras surfeaba. Quizás eso le hizo reflexionar sobre la cantidad de farsantes que hay en el mundo, y que inspiran este final de disco. ‘Subvençuts’ recupera el tema de los artistas (farsantes!) y las subvenciones, y finalmente ‘Esperanza es la última que se pierde’ da un repasillo a la actualidad noticiable utilizando solo bajos y voces.

‘L’Home polaroid’ es una nueva pieza en el universo de Nacho Nando & Miguel, que sirve de complemento de su primer disco, ‘Dr. Zanofer’. Las referencias y los personajes, reales o no, saltan también de un álbum a otro.

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