Dos años sin Mucho por la capital leonesa era lo que los fans de la ciudad y alrededores, hemos esperado para su regreso. Dos años, que fueron compensados con creces el pasado viernes 30 de enero, cuando el grupo toledano se subía una vez más a las tablas de El Gran Café para deleitarnos con su magia.
Comenzaron con su famoso “Buenas noches, somos Mucho, el azote de la Mancha” y con ‘La Distancia’, canción perteneciente al Ep Grupo Revelación (2014), una de las mejores maneras de empezar, regalándonos una canción que aún no había sonado en la ciudad. A lo largo del concierto, sonaron multitud de canciones pertenecientes a ambos discos y a este último Ep.
No se hizo esperar la hipnótica ‘En la Base de la Montaña’ y tampoco ‘La Larga Risa del Emperador’, con la que es inevitable mantener una sonrisa perenne durante su duración. Hubo momento para antiguas conocidas, como la reivindicativa ‘Los Hijos del Mal’ o para nuestra sorpresa, ‘Corre mi Reloj’.
Bromeaba Martí con una versión de ‘Bailar Pegados’, de Sergio Dalma, que nunca llegó, pero que el público comenzó a grabar con la esperanza de que así ocurriera. No fue así, pero a cambio sí nos deleitaron con otras dos versiones que nada tenían que ver con Sergio, del que bromeó en varias ocasiones.
Y realmente lo bueno de los conciertos de Mucho, es que no te puedes esperar seriedad, muestran la diversión de unos amigos, que se suben a un escenario y hacen lo que más disfrutan juntos, eso sí, con la maestría que les han proporcionado los años de carretera.
También dejaron ver sus cósmicas baladas, ‘Las Plantas’, la inesperada ‘Vas a Saturar’ y la erótica ‘La Primera Luz del Día’, con la que finalizaban la primera parte del concierto, evitando bajar y volver a subir para que el público reclamase otra. Porque ellos son así, políticamente incorrectos a lo que el rock clásico se refiere. Por eso hacen rock cósmico grecolatino, son ellos quienes marcan sus propias reglas.
Y así fue terminando, con ‘Grupo Revelación’, que resultó ser la gran coreada por el público, ‘Como si no Hubiera Mañana’, y para despedirse, esta vez de verdad, ‘Sal de la Tierra’.
Mucho son ese grupo, cuyo directo quieres repetir una y mil veces cuando aún no has salido de la sala en la que les acabas de ver tocar, porque tienen ese magnetismo que engancha y del que no te puedes librar.
¡Larga vida al Mucho, el azote de la Mancha!