Se buscan. Gamberros que superan la treintena y cuya única prioridad sobre el escenario es que bajes algún que otro kilo. Atienden al nombre de Salvaje Montoya. Apúntalo. Que te vea. Andan promocionando su último trabajo, Rompiendo la Yuca, en el que van más allá del garage sucio mediante inyecciones de ritmos latinos como la cumbia. Se pasaron por Madrid y terminamos de cañas en un bar cercano (y muy recomendable) a la estación de Atocha. Mantenemos sus nombres en el anonimato.


Entrevista realizada por: Carolina Cadenas

Salvaje Montoya

¿En qué momento pensáis montar la banda?

Salvaje 1: Fue un poco por las ganas de volver a recuperar esas sensaciones de adolescente con los amigotes (sic) sin tener que pensar en el trabajo ni la chavala (sic). Esa sensación de pasarlo bien, fumar cuatro porros y hacer canciones (risas).
Salvaje 2: Los cuatro somos amigos de la infancia. Era una excusa para volver a verse.

Desde redacción, recordáis a Gogol Bordello y os juntaría en un bolo junto con Dj Meneo. Ya que estamos, ¿de qué influencias bebéis (evitemos las tópicas)?
Salvaje 2: Empezamos tirando por el garage sudamericano con Los Saicos y de ahí empezamos a tirar del hilo y salieron grupos impresionantes como Los Incas Modernos, Los York’s…Y, después, seguimos con grupos que continuaban con este garage pero uniéndolo a ritmos autóctonos como la cumbia. Es así como dimos con Los Mirlos, por ejemplo, que hacían algo así como cumbia psicodélica.

Para aquellos que no os hayan visto en directo, ¿qué encontrarán de diferente respecto a vuestros trabajos de estudio?
Salvaje 2: Nuestro directo se caracteriza porque no es un directo como tal, tiene más de show. De sainete. El teatrillo. (risas). Interactuamos con el público y le faltamos el respeto (risas). Y le gusta (risas). Es una forma de llegar a los corazones (risas).
Salvaje 1: Secretamente buscamos que nos partan la cara (risas).
Salvaje 2: En este disco hay mucha más influencia de ese garage que mezcla otros géneros, como hemos dicho antes. El cambio se produce después de ver un concierto de Sonido Gallo Negro.
Salvaje 1: Es un grupo actual mexicano que intenta revitalizar el género de la chicha. Son muy potentes. Meterte en medio del Amazonas y no saber salir. Pero en la gloria, ¿eh? (risas)
Salvaje 2: De hecho, durante la gira de nuestro anterior trabajo, Boda Gitana, fuimos metiendo cumbia progresivamente.

En marzo presentasteis Rompiendo la yuca en Mondosonoro. ¿Qué diferencias y semejanzas vamos a encontrar respecto a Boda rumana?
Salvaje 2: Como diferencia, en este segundo trabajo tuvimos constancia de que realmente llevamos una doble vida. En el primero pensábamos que era esa locura y en este segundo nos hemos dado cuenta de que tenemos nuestros trabajos serios y lo que nos gusta es el cachondeo y ponernos el traje de superhéroes el fin de semana saliendo de fiesta. En este disco se ve que hay cierta reflexión. A nivel sonoro seguimos teniendo el mismo sonido, sobre todo a nivel de timbre, pero sí que se nota una evolución. Como ocurre con la incorporación de la cumbia.

(hablamos sobre la portada de Boda Rumana. Asco y carne en Barcelona). Según veo la portada de Rompiendo la yuca, ¿el Apocalipsis va a llegar?
Salvaje 2: Fin de fiesta.
Salvaje 1: Es un poco representar El Jardín de las Delicias de El Bosco. Un infierno del mal rollo. Una orgía brutal en la que no entiendes exactamente el significado. Un caos. Un galimatías. Adaptar ese concepto a la fiesta final sin frenos.

Salvaje Montoya

¿Cómo ha sido el proceso de grabación?
Salvaje 2: El segundo disco lo hemos trabajado de manera diferente. La producción la hemos hecho nosotros mismos junto con Iban Gabarró de Estudios Lluerna. Se ha empapado de los referentes y ha hecho ingeniería de sonido para que el disco sonase más lo-fi, más guarro. Más canalla.
Salvaje 1: Más suciedad y unos sonidos más saturados. Es lo que hemos hecho en el local de ensayo. Además, Miguel Ángel (bajista) había trabajado en otros temas con Iban y tenía muy claro que era un hombre con el que se trabajaba fácil y que sigue las pautas que tú defines. Teníamos claro que queríamos sencillez y que geográficamente nos pillara cerca. Y hemos quedado muy contentos con él.
Salvaje 2: Además, en este nos hemos tomado un poco más de tiempo para grabar. Y eso se nota.

Una de vuestras inspiraciones es Barcelona.
Salvaje 1: A Barcelona la tenemos mitificada como esta Barcelona quinqui, ladrona, canalla, travesti, mentirosa, drogadicta. Y al fin, divertida. Y eso se acabó. Llegaron los Juegos Olímpicos y se hizo un lavado de cara total. Nos gustaba ese punto de peligrosidad real que había (risas).
Salvaje 2: Los seguimos buscando. Quedan reductos en El Raval, pero cada vez cuesta más. Barcelona es una postal y queremos que vuelva la diversión. Algodón de azúcar, anuncios promocionales o películas de Woody Allen (risas). Te venden la playa como si fuera Venice Beach y no (risas).

¿A qué película os gustaría haber puesto banda sonora?
Salvaje 1: A cualquiera de Carpenter. Bueno, no, porque sus bandas sonoras son buenísimas (risas). A Desafío Total. Pero estamos en las mismas (risas).
Salvaje 2: ¿Cómo se llamaban estas eróticas italianas?
Salvaje 1: ¿La prima volta?¿Las de Tinto Brass?
Salvaje 2: ¡Eso!
Salvaje 1: Sería un rollo garage funky molón (risas). Los Burdeles de Paprika. El hombre que mira. Una detrás de otra (risas). En directo como Miles Davis con Ascensor para el Cadalso (risas).

¿Hay un auge de la mujer madura? Le dedicáis una canción. Yakuzas también lo hicieron…
Salvaje 2: La mujer madura está muy de moda.
Salvaje 1: De hecho, nos lo comentaron (Yakuzas) por las redes sociales. Debería de haber más, de hecho (risas).
Salvaje 2: En la madurez está la experiencia, el saber hacer, el dejarse llevar (risas).
Salvaje 1: Hay que dejarse enseñar más. Es un canon de belleza puro. Es lo más grande que hay. Es un imán.

Me fascina vuestro videoclip. Tiene de todo.
Salvaje 1: Sí, lo tiene. Tiene persecuciones, peleas, acción…Fue una chaladura de Kikol Grau. Tenemos contacto con él y nos dijo que nos quería hacer un videoclip. Hablamos con él y le dijimos que no había dinero. Problemas ya (risas). Se fue a casa a darle vueltas a las ideas y nos llamó diciendo que lo tenía. Y aquí está. Hay una película mexicana que se llama La Guerrera Vengadora. Y jugamos a ello en el videoclip, mezclando imágenes de la película con ‘nuestra’ película. Aparte, es una locura porque se pasa por el forro todas las normas del cine. Es un artesano. Hace mucha justicia a la canción y a nuestra propuesta en sí: aquí nada va a tener su sentido. Una orgía de planos cortos, fallos de racord por doquier (risas).
Salvaje 2: Pidiendo por Facebook a grupos de moteros que se vinieran, encontrando a la actriz el día antes. Maravilloso (risas).

¿Tenéis más fechas a la vista?
Salvaje 1: En el Primavera Sound estaremos. Una semana antes estaremos en Matadepera. También haremos una gira levantina: Valencia, Alicante y Altea. Y algún otro festival por Catalunya como el Sardina Fest y en alguna que otra fiesta de algún colectivo.
Salvaje 2: Esperamos salir más. Estuvimos con el GPS (Girando Por Salas) y la experiencia ha sido buena y apetece.

¿Con quién os gustaría compartir escenario?
Salvaje 2: Tuvimos la suerte de tocar con Guadalupe Plata y no nos importaría repetir. También nos gustaría con Sonido Gallo Negro. Los Peyotes también aunque ahora han cesado su actividad.
Salvaje 1: O Los Mirlos de ahora, típico grupo en el que ya han cogido el relevo los hijos y ahora son un grupo de verbenas y demás. Van con organillo incluso (risas).
Salvaje 2: O cualquier banda que programa el Marcial (risas). Es el dueño de un bar al que solemos ir en Sabadell y organiza conciertos de bandas paraguayas y se lo pasan divinamente (risas).

¿A quién os gustaría que entrevistásemos?
Salvaje 2: Hace poco conocimos a Opatov. Se vinieron a la presentación del disco y son unos chicos que pintan muy bien. Apuntan maneras y tienen cultura del esfuerzo.

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