FIB, segundo asalto: tras una mañana en la que el sol nos obligaba a abandonar el camping tan temprano y una ducha helada para despejarnos bajamos a pasear por el pueblo y bañarnos en las playas de Benicàssim.


Al entrar al recinto teníamos una cosa clara, iba a ser un gran día, pues en nuestra ruta se encontraban nombres muy suntuosos, digna de un FIB de los de antaño.

El primero en abrir iba a ser en un principio el británico Tom Odell, pero el día antes de comenzar el festival la organización volvió a ordenar las horas de actuación del Maravillas, Razorlight salían los primeros. Los anglo-suecos no eran precisamente un grupo que ofreciera algo nuevo, así desde hace unos años, pero su música sin pretensiones tuvo una buena acogida (no siempre se ve tan lleno el escenario principal a las 19:00) entre el público español y británico que vivieron su época de esplendor cuando alcanzaron el número 1 de ventas en Reino Unido.

Con el sol aún sobre sobre nosotros nos acercamos a ver a The Parrots, no hicieron falta muchas canciones para notar que estábamos rodeados de toda Malasaña, pero también se encontraban entre el público Los Nastys y algún integrante de Trajano!, da gusto ver a compañeros de profesión apoyándose mutuamente. Su rock garage y surf fue muy bien recibido entre la multitud que cada vez crecía más para soportar la larga noche que me esperaba.

El escenario Trident empieza a llenarse, el cual es inaugurado por Los Claveles y Manel. ¿Quién toca ahí? nos sentamos unos minutos para ver al guitarrista de los Strokes, el señor Albert Hammond Jr que tuvo que conformarse con el segundo escenario. En el poco tiempo que estamos se nota cómo el neoyorquino se va ganando a los allí presentes, nada que ver con su banda principal, además nos llevamos una grata sorpresa con la versión de ‘Ever Fallen In Love’ de los Buzzcocks.

Tras asentir con la cabeza durante quince minutos con el bueno de Hammond echamos a andar en dirección al FIB Club, podría decirse que era uno de los conciertos que más curiosidad despertaba, se trataba de Tycho. El proyecto del productor Scott Hansen tiene bastantes adeptos en nuestro país, y eso se notó. El pop ambiental de los de San Francisco unido a los visuales de surf y figuras formaban la combinación perfecta para dejarse llevar en este corto viaje, siempre es de agradecer que los festivales españoles apuesten por este tipo de propuestas. Tycho dieron un repaso a todos sus trabajos, incluso a su último álbum, Awake, que no pasó para nada inadvertido.

Con apenas unos minutos de retraso nos unimos al concierto del líder de The Jam y The Style Council, donde los rayos comenzaban a amenazar con más fuerza en el cielo de Benicàssim y nuestro móvil predecía una tormenta eléctrica. Tal vez Paul Weller lleve consigo el mal tiempo allá donde vaya, pues en su última actuación en el FIB sufrió un vendaval, esta vez fue un diluvio que por suerte sólo lo pilló en el final del concierto (podríamos llamarlo Paul “Lluever”).  Tal vez no sería el grupo de moda, pero Paul y su banda dieron un señor concierto con grandes cortes como ‘Peacock Suit’, ‘Sunflower’ y ‘The Changingman’, por no hablar de las canciones de sus otros dos grupos, My Ever Changing Moods y Start, dejando el listón bastante alto al cabeza de ese día.

Bajo el diluvio universal algunos nos vemos obligados a refugiarnos bajo la carpa del puesto de Pringles que nos pillaba de camino a Of Montreal (la suerte del festivalero), donde el Dj del lugar empezó a tapar el equipo como si la vida le fuera en ello. Mención especial para los chubasqueros que regalaron, cada momento que pasaba el FIB parecía más el Glastonbury.

Cuando la lluvia nos dio una tregua llegamos a la segunda mitad del concierto de Of Montreal en el Trident, a nuestro alrededor toda la gente estaba empapada pero con esa sonrisa en la cara que nos hacía una idea del gran concierto que estaban viviendo. Que no os confunda su nombre, estos americanos pueden presumir de haber dado uno de los conciertos del festival con su pop alegre con toques de psicodelia, alargando el final de manera soberbia y llegando hasta los últimos trastes de sus guitarras durante varios minutos.

Juventud Juché ofrecieron uno de los mejores conciertos patrios de la segunda jornada con su estilo punk, caracterizados por tener unas canciones cortas pero intensas, encarrilando así un buen concierto con un setlist interesante.

Llega uno de los momentos más esperados, algunos hasta echaban a correr en dirección al Trident y era medianoche, exacto, Tame Impala estaban a punto de empezar. Con una intro de los clásicos Disney salieron al escenario y tras la lluvia nos dieron un buen baño de psicodelia made in Australia. Pasando por el Lonerism con ‘Be Above It’, ‘Mind Mischief’ y los graves de ‘Elephant’ hasta los clásicos de Innerspeaker con ‘Alter Ego’, ‘Why Won’t You Make Up Your Mind?’ y ‘Solitude Is Bliss’ nos embarcamos en un viaje en el que olvidamos que minutos más tarde venía el cabeza de cartel. Sin duda fue un concierto que hubiera merecido su lugar en el escenario principal.

La cuenta atrás en rosa del Maravillas llegaba a su fin y una explanada considerablemente llena y eufórica daba la bienvenida a los de Leicester. Es imposible negar que Kasabian no empezaron fuerte a pesar de ser con el nuevo disco (48:13), el cual podía ser algo extraño para algunos ya que muestra un nuevo camino en la carrera de los británicos. ‘Blumblebee’ dio el pistoletazo de salida con un público que levantaba los brazos al ritmo de los coros, las bengalas le dieron ese toque hooligan al espectáculo.

Una retahíla de antiguos cortes como ‘Shoot The Runner’, ‘Underdog’ y ‘Days Are Forgotten’ volvieron recordarnos por qué habíamos venido a ver este grupo. La fiesta se vino arriba cuando sonó ‘eez-eh’, single del nuevo disco que seguro que no tardará en sonar en los próximos anuncios de perfume en la próxima campaña, llegando a los bises con ‘Switchblade Smiles’ y finalizando con todo un clásico, ‘Fire’.

Tal vez se hayan hecho más accesibles con su último disco más electrónico apto para todos los públicos, pero siempre estará la esencia de estos británicos que tantos nos cautivó al principio.

Tras una dura jornada de conciertos aún quedaban dos días por delante y sólo un cabeza de cartel.

Fotos: Fernando Amorós

 

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