Ya bien entrado el siglo XXI, el Reino Unido continúa siendo una fuente inagotable de bandas que emplean la guitarra eléctrica como su principal vehículo de expresión. The Big Moon es una de las últimas incorporaciones a una lista que no cesa de crecer, pese a que ver la modernidad en cualquier otro lugar sea hoy la tendencia imperante.


La espera hasta la publicación del álbum de debut de The Big Moon ha sido larga a pesar de haber sido ampliamente aliviada por un buen número de singles, no todos los cuales han hallado acomodo en un Love in the 4th Dimension (Fiction Records, 2017) que sí incluye algunas de sus caras B como contenido adicional. Con la publicación de su álbum de debut, el cuarteto londinense capitaneado por la cantante y guitarrista Juliette Jackson consolida una propuesta que ya ha conseguido cierta proyección internacional y que no hace mucho tiempo tuvimos ocasión de ver en Madrid, con motivo de la pasada edición del Festival Tomavistas.

Lo que podemos escuchar en Love in the 4th Dimension nos remite de manera inexorable a la década de los noventa del pasado siglo, muy especialmente a algunas de aquellas bandas agrupadas en aquella ecléctica categoría que entonces recibiera el patriotero nombre de britpop. A menudo se menciona a Elastica como uno de estos parecidos razonables pero la inclinación new wave del grupo liderado por Justine Frischman no está en absoluto presente en The Big Moon. Antes bien, el sonido de estas londinenses me hace pensar en otras propuestas coetáneas de sonido más quintaesencialmente rockero como Kenickie o Sleeper, cuya cantante Louise Wener tenía un timbre de voz no muy diferente del de Jackson.

No obstante, un grupo como The Big Moon debería ser juzgado por la bondad de sus canciones antes que por las reminiscencias presentes en su sonido. Entre los sencillos que sí han sido incluidos en Love in the 4th Dimension destacan la engañosa ‘Sucker‘ con su riff inicial de guitarra a doble tempo del empleado en el resto de la canción o ‘Silent Movie Susie‘ gracias a su simple pero resultón estribillo coreado. Las canciones que aún no conocíamos se hallan a parecido nivel aunque personalmente destacaría ‘Pull the Other One’ y ‘Happy New Year’, a las que la presencia de dos guitarras permite llevar a cabo su notable intención melódica con gran energía y de un modo que solo se me ocurre describir como imposiblemente noventero.

En este momento The Big Moon se hallan inmersas en una extensa gira promocional con actuaciones pendientes en los Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido.

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