El grupo pacense Los Ganglios aterriza en Murcia con un espectacular concierto de humor bizarro triunfando ante una concurrida y poco habitual audiencia en 12 y Medio.
El pasado sábado 31 de enero tuvimos el privilegio de asistir al concierto del grupo viral del 2013, Los Ganglios, que fueron teloneados por unos cada vez más estratosféricos Murciano Total que presentaban su nuevo disco Quereres y dejenes.
Los locales Murciano Total dieron inicio a la noche. El experimentado José Lozano junto a su pareja Elena y arropados ambos por componentes de El estudiante Larry, presentaron un espectáculo con mucho peso en sus letras con referencias locales y unos visuales entre los que se podía seguir la letra de sus canciones, como si aquello fuese un karaoke.
La selección de los murcianos como teloneros no podía ser más acertada para aquella noche. Nada más mostrarse sobre el escenario, cada uno de los componentes portaba una camiseta personalizada con referencias a diversas pedanías murcianas como pueden ser Los infiernos, Churra, Balsicas o Corvera. Sus temas tampoco escasean en referencias a su tierra, destacando sobre todo su particular versión de La parranda que sacaron muy pronto en su concierto, obviando su recurrido tema “El gigante de Sangonera” que no interpretaron en esta ocasión.
Al concierto no le faltó sus muestras de humor, apoyadas en los visuales que les acompañaban durante todo su espectáculo. Breves interludios entre los que se incluían una versión lisérgica de un vídeo promocional del tranvía de Murcia o el célebre vídeo viral en el que a un local se le preguntaba por su opinión sobre el río a la cual le seguía una escatológica respuesta. Esos breves interludios permitían amenizar la espera mientras descansaban entre tema y tema.
Sin embargo, al grupo de José y Elena le sigue faltando una mayor interacción con el público, hacerlo partícipe de sus bromas y de su sonido, y sobre todo menos timidez. Pero lo más importante, su sonido, funcionó a la perfección, sobre todo en su segunda mitad. “La casa parisina”, “Quémalos por mí” o “El espejo” hicieron vibrar a un público que acabó con ganas de más. Desde luego, el trabajo que han realizado con Quereres y dejenes es exquisito y fueron capaces incluso de hacer corear al público pese a lo reciente de su trabajo.
No faltó, para rematar la faena, la participación de Alejandro Martínez, el guitarrista de Klaus & Kisnki que, al igual que ya hizo en Quereres y dejenes, acompañó con gran soltura al grupo en el último cuarto del concierto.
Tras los murcianos, salieron a escena Xoxé Tétano, Leli Loro y Rafael Filete, Los Ganglios, portando dos teclados y una guitarra. “Yo con Murcia siento una hermandad imaginaria, imaginaria porque somos extremeños” soltaba Xoxé, el líder de la banda y showman, avisando de sus claras intenciones de tratar que el público se riese ante todo.
El grupo dio inicio con su tema “La cumbia de Félix y Jacques”, sucediendo temas uno tras otro moviéndose de un estilo a otro. Su autodenominado género porc se basa en una amalgama de estilos que se mueven entre cumbia, techno, synthpop o, sobre todo, punk, generando un resultado que aquellos que no los habíamos visto en directo no podíamos ni imaginarlo.
Tras su famosa cumbia le siguieron temas de sus primeros trabajos, como “El molino” que trata sobre una fiesta en su barrio en Badajoz o “Langostino”, dedicada a un concierto al que fueron años atrás de Manu Chao.
Para su tema de “Al final”, comienzan a usar sus visuales presentando la canción a base de memes. El grupo aprovechó para acompañar al tema original una nueva versión en la que se cuenta el motivo por el que los protagonistas de la canción no acaban bajo las sábanas, culpando para ello a un póster de Amelie de la chica protagonista.
Lo de Los Ganglios era una bacanal del humor surrealista en su estado más puro, acompañados de su camaleónico estilo y un público poco habitual en el festival y en la sala. En sus temas más famosos o de sonido más punk los espectadores se soltaron e inundaron la sala a base de inacabables pogos hasta el final de su concierto. Y es que Los Ganglios en su recorrido por temas como “LOL”, “Jevi, punki o mod”, “El regalo”, “Calvario” o “Granadas de mano” nos demuestran que en directo poseen una fuerza y un sonido a medio camino entre Hidrogenesse y Lendakaris muertos.
No faltaron referencias irónicas a La ruta del bakalao. “Esto no es Valencia pero se le parece” soltó Xoxé a medio concierto poco antes de presentarnos la que sería la joya de la corona de aquella noche: una luz de emergencia típica de servicios públicos a la que le acompaña lo que él llamó Bocinazo bakala, que lo fue enchufando de forma totalmente aleatoria durante el resto del concierto ante la algarabía de los asistentes, sobre todo en sus temas más techno.
Para la parte final, Los Ganglios interpretaron sus temas más famosos, con permiso de “LOL”. “Babieca hiede”, “Color de rosa” o, en el bis, “El subiduki”, fueron el punto final a un apoteósico y divertido concierto, un evento que muchos no queríamos que finalizase.