Crónica de la pasada fiesta de presentación del sello (y agitador cultural) Ataque Records en la Wurlitzer Ballroom madrileña con Dinamita Brother, Los Wilds y Bazooka.
Crónica a cargo de Armand Rivero (Látigo Mantra).
Gran presentación del nuevo sello discográfico madrileño Ataque Records en la mítica Sala Wurtlitzer Ballroom. Nada más y nada menos que Los Wilds y Dinamita Brother representando al recién estrenado sello y los griegos Bazooka como invitados de honor. Y es que además, Ataque Records inicia su andadura como promotor de eventos musicales y artísticos en su más amplia expresión, y, como sello, enfocado en la edición limitada de vinilos.
Con la Wurlitzer a reventar y un ambiente festivo inmejorable, Dinamita Brother abrían el concierto dando cera garagera. Primer riff, suena ‘Combination’ y ya el personal no podía parar de bailar. Sin embargo, fueron ‘Shoot’, ‘CEO’ y ‘Colours in the Street’, tres pildorazos rebosantes de adrenalina, los que enardecieron a la vasca congregada. Su veloz psych rock llegaría al culmen con ‘In the Desert’, pura dinamita desatascadora de piernas. Sí, Los Dinamita siempre nos enloquecen y nos hacen desvariar.
Acto seguido, se subían al escenario los anfitriones del guateque, Los Wilds, palabras mayores para estos salvajes de los escenarios. Y es que Dani y los suyos, quienes montan este gran sarao llamado Ataque Records para uso y disfrute de los artistas malditos entregados a su pasión por el rock, se tocaron doce temas de un tirón y nos volvieron a trastornar con su cavernario garage y su descaro submundano. Por supuesto, no faltaron temazos como ‘Cocaína’ y el ya clásico ‘Somos los Wild’ con el que empezaron el bolo. Como ellos mismos definen su sonido, de koalas apareándose, hicieron su propia versión de ‘El Entierro de los Gatos’ de Los Saicos, una auténtica fiesta funeral cargada de molones vicios y guitarrazos como cuchilladas, previo paso por la enorme ‘Yesterday Night’, de tintes más psicodélicos, obra de arte del mejor garage, que saldrá en su siguiente entrega discográfica y que dará mucho que hablar de esta crema de banda ya consagrada. Se despidieron muy gamberros con su aclamado single ‘No me Toques Mamá’. ¡Sois grandes, muchachos, estaremos atentos a lo que está por venir, que es enorme!
Y entonces, para ponerle el broche a una noche tan especial en la Wurli, aparecen como una exhalación los griegos Bazooka. Invitados de honor, este cuarteto sónico nos dejó a todos anonadados. Inundaron la sala del espíritu noise y punk de una manera como hacía mucho tiempo que no se veía. No en vano, Bazooka llevan una trayectoria impecable, siendo una de las principales bandas de rock independiente en Grecia, consolidados en el continente europeo y haciéndose un importante hueco en la escena estadounidense.
Estos chicos venían por primera vez a Madrid e hicieron temblar los cimientos de la sala. Auténticas joyas de oscuro ruido y psicóticas estructuras, las canciones de este tremendo quinteto iban taladrando el tímpano del personal a base de auténticas orgías disonantes y psicodélicas. A destacar, ‘Mr. George’, una maravilla psicodélica garagera pasada por la rítmica tribal de los Melvins (el batería llevaba un tatuaje en el pecho del Ozma), el mejor noise made in Sonic Youth y la agresividad oscura del post punk alemán. Otro temón guardado en la retina fue ‘I Want To Fuck All The Girls In My School’, de las más bailables, con una batería minimalista, dura, casi militar, y una melodía de una frescura brillante que quedaba embadurnada de pinceladas abstractas a pura cuerda. Por último, ΚΟΡΙΤΣΙ ΣΤΗΝ ΑΚΤΗ, alegoría protopunk que podría perfectamente integrar un disco de los míticos Butthole Surfers, susurros, gritos y mucha distorsión socavando las entrañas del oyente sediento de algo real, como el rock de estos chavales, visceral, sin concesiones. ¡El diablo salve a Bazooka, arriba los bichos del mundo! Y GRACIAS a Ataque Records por brindarnos esta increíble noche, toda la suerte del mundo en vuestra aventura, un propósito que necesita a rabiar la escena de nuestra ciudad.