The Vaccines causaron impresiones dispares el pasado jueves 17 de marzo en la Razzmatazz 2 mientras sus teloneros, Me And The Bees, enamoraron a más de uno.
Con la Razzmatazz 2 casi vacía subieron al escenario Me And The Bees. Presupongo que el evento comenzó tarde no solamente por no perder la sana costumbre de no seguir los horarios establecidos, sino confiando que la sala se llenase un poco más. No funcionó, pero estos tres jóvenes afincados en Barcelona no perdieron la sonrisa ni un minuto del concierto.
Añadiendo comentarios entre canción y canción, los de La Castanya intentaban atrapar a un público que se mostraba distante y charlatán sin percatarse prácticamente de la actuación que tenían a pocos metros. Pese a la escasa respuesta de los asistentes, la cantante y bajista de Me And The Bees continuó defendiendo con su maravillosa voz temas tanto de Fuerza Bien (2010) como de su más reciente Mundo Fatal (2014) mientras la batería agitaba su cabeza al ritmo de la música y el guitarrista, pasando más desapercibido, se concentraba plenamente en su instrumento.
Se despidieron agradeciendo a los técnicos su trabajo y, al público, –espero que no fuese debido a malas experiencias anteriores- que no les hubieran arrojado nada, y tras un tierno abrazo en grupo abandonaron el escenario.
Poco a poco, casi con cuentagotas, más público fue llegando; cosa que me ayudó a comprender el cambio de sala que habían anunciado ese mismo día. Si The Vaccines no eran capaces de completar el aforo de la Razzmatazz 2, la principal se les quedaría demasiado grande. Aún así, teniendo en cuenta su actuación en el BCN Live by Sony el pasado año 2015 –en la que no llegaron a llenar la mitad de la sala- desde la organización del evento debería haberse valorado la situación y decantado desde el primer momento por la Razzmatazz 2. Y con más motivo si tenemos en cuenta la más que completa gira española que tienen programada durante este mes de marzo; era de suponer que los fans se repartirían por las distintas ciudades por las que The Vaccines pasan, y las salas de Barcelona y Madrid recibirían menos público de lo usual.
Tras esa larga espera entre grupo y grupo a la que ninguno nos acabamos de acostumbrar ni con los años, disminuyó la intensidad de las luces y una jauría de chillidos procedente desde las primeras filas resonó por toda la sala. Entre aplausos aparecieron los cuatro miembros de The Vaccines y un teclista/guitarrista/percusionista de soporte en el que ninguna de las anteriores veces que los he visto me había fijado.
Abrieron su setlist con ‘Handsome’, de su último disco English Graffiti (2015), canción con la que inundaron la sala de luces parpadeantes y lograron que el suelo temblase con los saltos del público desde el primer segundo. Pero no todo el público respondió tan eufóricamente. Solamente mirando alrededor se podía ver que el cambio de sonido que caracteriza su tercer trabajo no convence a algunos de los que llevan más años siguiendo los pasos del grupo, y a lo largo del concierto esas sospechas se confirmaron: los asistentes estaban divididos. Por un lado estaban los fans del primer disco What Did You Expect From The Vaccines? (2011), que coreaban cada una de las ocho canciones de ese álbum que se oyeron aquella noche y aprovechaban las más recientes para intentar conseguir una buena foto de la banda. Y por el otro lado estaban también los incondicionales del English Graffiti (2015) que, contrariamente al primer grupo de gente, enloquecían con ‘20/20’ o ‘Give Me A Sign’ pero cuyas caras irradiaban sopor por todos sus poros durante ‘Blow It Up’ o ‘All In White’. Eso sí, por lo menos los temas del Come Of Age (2012) parecían satisfacer a la masa.
Nunca llueve a gusto de todos y menos musicalmente hablando, pero si hay algo indiscutible es que el sonido fue impecable. No se puede decir lo mismo, sin embargo, de la situación física de los miembros de The Vaccines: se mostraron secos, aburridos y aparentemente lo único que saben decir -a parte de sus letras- es “¡¡BARCELONA!!”. Sus caras mostraban esa inconfundible expresión resacosa de la que no creo que nadie tuviese absolutamente nada en contra pues lo importante es dar un buen concierto; el problema es que no fue del todo así.
La primera mitad de la actuación fue un auténtico suplicio para los miembros de The Vaccines. Prácticamente se podía sentir el sufrimiento que golpeaba a Freddie Cowan (guitarrista solista) cada vez que Pete Robertson golpeaba su batería, Justin Young (cantante y guitarra rítmica) no se movía más de lo estrictamente necesario y Árni Árnason (bajista) parecía inmune a lo que fuera que hiciesen la noche anterior. Más de una persona acabó comentando muy acertadamente lo extremadamente lentos que estaban tocando; mientras en estudio nos tienen acostumbrados a su característica energía. Afortunadamente después de tocar ‘Post Break Up Sex’, uno de sus mayores hits, resurgieron de sus cenizas –o tal vez la botella de whisky que tenía Freddie al lado e iba catando de vez en cuando tuvo ligeramente más que ver- y en el escenario se empezaron a ver los saltos que desde el primer momento habían invadido la pista. Justin intentaba animar al público cada vez que soltaba la guitarra mediante gruñidos y agitando los brazos, incluso subiéndose a los amplificadores y haciendo que más de uno temiésemos por su integridad.
Sin decir palabra marcharon del escenario después de dejar con el corazón en un puño a los más nostálgicos con su ‘All In White’, pero Justin no tardó en reaparecer para deleitarnos con una versión acústica de ‘No Hope’. Al tocar sus últimos acordes salieron los miembros restantes del grupo para dar la traca final con ‘Blow It Up’ y ‘Norgaard’, que pese a durar escaso minuto y medio animó lo bastante a algunos para iniciar algo parecido a un pogo.
Con decepción en el cuerpo de algunos y adrenalina en el de otros, el concierto finalizó y la sala se vació más rápidamente de lo que se había llenado (exceptuando los típicos que se apuran la cerveza y los que se quedan luchando por un setlist hasta que la seguridad les indica amablemente dónde está la salida).
The Vaccines no debieron tardar demasiado en hacer camino hacia Madrid pues tienen por delante dos días más de conciertos en nuestro país: el viernes 18 de marzo en la capital y el sábado 19 en Granada, después del que probablemente se den un merecido descanso pues no tienen nada más programado hasta mediados de abril.