The Men – New Moon
El disco se abre con ”Open the Door” en la que te quedas descolocado por completo. ¿Alguno de los aquí presentes podría imaginarse habiendo escuchado sus anteriores entregas a la banda encabezada por Nick Chiericozzi y Mark Perro haciendo una canción country de aires poperos primaverales? Pues sí, en el corte que sirve para descorchar sus nuevas composiciones es lo que nos ofrecen gracias a la coreabilidad de su letra, a una guitarra acústica que acerca las primeras rachas de viento cálido del año y a los coloridos teclados sesenteros de los que se acompañan. Al escuchar esto te quedas un tanto patidifuso, es cierto, pero con el paso de las reproducciones caes rendido ante esta y el resto canciones semejantes que realizan como podría ser ”The Seeds” que parece interpretada por un Johnny Cash enamorado de la vida o por un Béla Lugosi que cansado de ser Drácula abrazase cualquier papel surrealista y humorístico ofrecido por Ed Wood.
Además de estas, también en la instrumental ”High And Lonesome” sigue bebiendo de esa esencia country que sirve para separar la primera y la segunda parte del compacto siendo ambas prácticamente antagonistas entre sí. Ya que en el segundo tramo, con la excepción de ”Bird Song”, recuperan su esencia más sucia y fervientemente rockera, pero esto no quiere decir que en el primer tramo el rock no este presente, ya que en ”Half Angel Half Light” se muestra un poco, aunque sea sin ser la apisonadora que eran en sus anteriores LP’s, lo más cerca que están de aquello en la parte inicial es en dos momentos en que parece que se hubiesen reencarnado en el cowpunk que fabricaban a comienzos de los ochenta Meat Puppets, entregando de esa forma a las fibrosas ”Without A Face” y ”I Saw Her Face” un corte de riffs pesados que en la parte final torna en un fulgurante garage rock que se convierte en el preámbulo de los The Men garageros y marcadamente ruidosos con los que nos toparemos en la segunda parte.
Con ”The Brass” nos reencontramos con los sonidos que más recuerdan a lo que hacían en anteriores ediciones, en una composición fulgurosa, con teclados enajenados y rebosante de energía. Justo a continuación llega el hit del disco, ”Electric”, que sirvió como single y en la que nos trasladan directamente al indie rock de alto voltaje que se practicaba en los noventa y que se asemejaba a uno de los buques insignia de su anterior disco y que además le daba nombre, ”Open Your Heart”. El soñido añejo sigue presente en ”I See No One” en la que un poderoso muro de sonido realizado por las guitarras de Chiericozzi y Perro esconden potentes melodías repletas de nostalgia. Adentrandonos de pleno en los últimos coletazos del álbum el garage rock vuelve a aparecer de la mano de la vibrante ”Freaky”, pero lo mejor esta aún por llegar con la pieza que sirve para poner el punto y final al cuarto disco de los de Brooklyn. Al igual que sucediese con ”Ex-Dreams” en Open Your Heart, en New Moon el corte que sirve de despedida es un coloso que lleva por nombre ”Supermoon”. En sus ocho minutos de duración los de Brooklyn realizan un despliegue de noise rock abrasivo, galáctico y psicodélico que poco a poco va cogiendo temperatura y que al final termina en un incendio que arrasa con todo lo que se le pone por delante en un despliegue musical prodigioso.
Enlace: My Feet In Flames
Sorpresa, sí, aunque tampoco costaba imaginarse a The Men desde la cabaña, tirando de raíces americanas con amplificadores grandiosos y épicas distorsiones. Al fin y al cabo el tercer corte de Open Your Heart ya era muy explícito en sus intenciones, ‘Country Song’, y le sucedía lo mismo a nivel sonoro a ‘Candy’. Pero New Moon es diferente, porque The Men ya no relegan su indudable apego al roots rock a meros exotismos dentro de su acelerado compás de guitarras desatadas, sino que lo convierten en la lengua vehicular de su nuevo lenguaje sonoro. Y el resultado, al margen del lógico impacto que tanto en Sacred Bones como en nosotros esto ha podido tener, es un disco que es otro caramelo en dulce para los amantes del rock ruidoso y vertiginoso.
Aquí tenemos de nuevo a The Men tirando la casa por la ventana, destrozando las cuerdas de sus instrumentos, tocando totalmente borrachos como si no hubiera un mañana, metiendo una armónica por ahí, otro tanto de órganos ruralistas por allá y un montón de energía desorganizada, caótica y deliciosamente desastrosa. New Moon se recompone de manera prodigiosa de la sorpresa inicial y se postula como, otra vez, uno de los discos más divertidos del año. Cómo decir que no a The Men cuando acaban de inventarse el noise-country recogiendo esta vez el legado de The Gun Club y Meat Puppets. ¡Pero cómo negarse a semejante locura, a la que ninguna mente sensata ha puesto coto!
Bendita locura la de The Men, os digo. Hay quien ha sugerido que Neil Young debería contratarles cuando Crazy Horse no den más de sí. La afirmación es una completa exageración, por supuesto, pero parece ser el mismo Young quien domine con férrea firmeza el desarrollo de ‘I Saw Her Face’, con ese laconismo rural enterrado bajo un imponente muro de distorsión. Si The Men han venido aquí para esto simplemente debemos desenrollar la alfombra de terciopelo y ofrecerles nuestro trono más reluciente: el punk y el country unidos por siempre jamás en otra canción para volarse la cabeza, ‘Electric’, que es tan simple como gloriosa.
Porque The Men no se han complicado la vida en absoluto y han tirado por la vía de la velocidad y la expresión primaria y brutal. Las canciones de New Moon parecen a punto de saltar por los aires de un momento a otro, al filo del abismo, a punto de romperse en mil pedazos. Una barbaridad tocada como si las fieras hubieran salido de repente de sus jaulas y su única misión en la vida fuera aporrear la batería, destrozar los teclados y reventar el estudio de grabación con una fuerza sobrenatural. ¿Quién decía que el country era sólo para viejos y aburridos nostálgicos? No The Men, desde luego, que fulminan cualquier tópico en la hermosa y enorme ‘Bird Song’.
Para colmo de burradas, The Men se marcan una salvaje jam improvisada de ocho minutos repleta de ruido, velocidad y psicodelia en un nada velado homenaje a MC5, de cuya fiereza parecen empapados en todos los discos. New Moon es una delicia para disfrutar durante todo el año. No os podéis quejar: junto a The Growlers y Parquet Courts, ya tenemos tres discos fabulosos, jóvenes, garageros y enormemente divertidos con los que pasar el mes de marzo. Pero qué hacéis aquí todavía, ¿a qué estáis esperando a lanzaros otra vez a los brazos de The Men?
Enlace: Hipersónica
Un año después, The Men han cumplido su promesa de sacar un LP a principios de 2013. Mientras que New Moon suena más como Open Your Heart que cualquier otro trabajo de la carrera de la banda, hay algunos cambios en la producción del álbum que lo distingue. Con un borde más afilado, que suena más agresivo y amplificado que su predecesor, New Moon es más elocuente en su conjunto. Algunos expresaron su disgusto por el período de calma en Open Your Heart (es decir, durante la canción principal y “Candy“), mientras New Moon explora un country lento y canciones con influencia folk, los resultados se entremezclan de manera más uniforme en todo el álbum. New Moon, un álbum incluso mayor que Open Your Heart, muestra la habilidad de The Men para construir y detallar finamente un LP como un todo en lugar de una colección de influencias.
La fuerza del álbum es objeto de estudio en la segunda mitad, la cual, a diferencia de Open Your Heart, es el punto culminante energético del álbum. El énfasis está en la tradición de The Men en el garage rock, por lo que canciones como “The Brass” y “Electric” no parecen fuera de lugar para la banda. Sin embargo, en lugar de perder candidez y la energía de la primera mitad, el álbum intensifica esa energía y adopta un tono lo-fi, más garage rock. Es uno de los pocos casos en los que el noise rock – sobre todo en el cósmico tema de cierre “Supermoon” – evoca imágenes de amplias carreteras americanas en vez de pesadillas lynchianas urbanas, y francamente, es un alivio.
Enlace: Pretty Much Amazing