The New Raemon presentó el 13 de marzo en la Joy eslava de Madrid su nuevo trabajo, Oh, rompehielos. Con una sala llena hasta la bandera se notaba que en la capital ya había ganas de acompañar a Ramón en una travesía a bordo de su rompehielos, que recién pintado brillaba bajo los focos de la sala.
The New Raemon, a bordo de su nuevo rompehielos, arribaba en la Joy Eslava de Madrid el 13 de marzo. Sabemos que el camino hasta aquí ha sido duro, la tentación de decir adiós a su álter ego The New Raemon estuvo presente, pero como el mejor de los rompehielos Ramón ha sabido abrirse paso entre las nieves del invierno y las adversidades para volver a hacernos disfrutar con su música.
Ramón Rodríguez subía al escenario junto a una tripulación de ensueño, Marc Prats al teclado, Lluis Cots (Madee) a la batería, Javi Vega (ex Maga) al bajo, Pablo Garrido a la guitarra y Marc Clos al xilófono y otros muchos instrumentos que dotaron a cada tema de una luminosidad especial.
Estábamos en la Joy Eslava para la presentación de Oh, rompehielos y como no podía ser de otra forma este quinto disco monopolizó los seis primeros cortes, en el mismo orden que el LP, sonaron sin tregua desde “Una historia real” hasta “Quimera”. Ramón, que apareció sobre las tablas disfrazado de glaciar, la chaqueta blanca nuclear era muestra de ello, pronto fue víctima del calor que desprendía el público madrileño, y así tuvo que despedirse de lo más triste de sí mismo para dar paso a “¡Hoy estreno!” El respetable se dejaba llevar por las bromas de Ramón, sus menciones a Bitelchús y por una improvisada versión del tema “Bailar pegados” y sin darnos cuenta fuimos desgranando todos los éxitos y algún que otro desacierto que al cabo de los años se han convertido en himno, como “Lo bello y lo bestia”.
Los conciertos de The New Raemon son algo así como una terapia de autoayuda grupal, cuando las luces bajan de intensidad y Ramón comienza a cantar los problemas de cada uno se evaporan, gritamos al aire eso de “cualquier día de estos me voy a alzar y voy a reventar” y nos contestamos a nosotros mismos con el mantra de “hay que ceder, hay que ceder, hay que ceder…” Poco a poco hemos sacado de dentro todo lo que no nos dejaba respirar, mientras Ramón, desde las alturas, te observa con mirada penetrante y sonrisa de medio lado, contento por saber que sus letras de redención surten efecto.
La noche del viernes 13 aun nos deparaba más sorpresas, The New Raemon se quedaba solo en el escenario, el ambiente no podía ser más propicio para cantar o más bien susurrar “Elena-na” con el ya clásico final versionando a Chris Isaak (ven a denunciarme) y su “Wicked game”. La íntima atmósfera que había creado la nana no podía desaprovecharse, Ramón dio la bienvenida a su amigo Miguel Rivera (Delacruz y ex Maga), quien guitarra en mano rememoró aquella pasada gira en la que Maga y The New Raemon compartían escenario y canciones, “La dimensión desconocida” fue la encargada de llevarnos a aquel 2013 en esa misma sala.
The New Raemon sacó la artillería pesada para despedirse por todo lo alto de un público entregado desde el primer minuto, “La cafetera” y “Tú, Garfunkel” nos hicieron bailar y cantar a grito pelao’, convirtiendo la partida del rompehielos en toda una fiesta.
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