El inicio de 2017 celebraba el 40 aniversario del primer concierto de los B-52’s, un grupo que empezó casi por casualidad y que se ha convertido en una de las bandas más originales e incombustibles del mundo del pop.


Una fiesta en casa de unos amigos el 14 de febrero de 1977 suponía la presentación oficial de los B-52’s, y ya desde entonces el grupo destacó por su estética, su actitud y la mezcla de estilos. Energía, descaro y no hacerle ascos a nada es lo que ha caracterizado durante 40 años a un grupo que se recuerda principalmente por su extravagante vestuario y por la diversión, pero que no son ningún chiste sino un fenómeno tan poco habitual como es tener la capacidad de atraer a todo tipo de público y acertar siempre siendo fiel a uno mismo.

A los B-52’s se les pueden poner tantas etiquetas que son imposibles de etiquetar. Desde sus inicios fueron un cóctel, desde las girl bands de los años 60 hasta la vanguardia de John Cage o Yoko Ono, a quienes ellos siempre han reconocido como grandes influencias. Se les ha intentado meter en el saco de la new wave neoyorkina de finales de los años 70 pero a los B-52’s siempre se les ha quedado pequeña esa casilla. Sólo hay que escuchar su primer disco, el homónimo The B-52’s de 1979, que muestra ya su lado más festivo pero también sonidos más oscuros y poco convencionales. En él se encuentra una de sus canciones más alabadas y características, ‘Rock Lobster’, ese tema entre moderno y antiguo que tiene entre sus múltiples virtudes la de haber servido para reactivar la carrera del mismísimo John Lennon.

Al debut de los B-52’s le siguió un disco todavía más divertidamente siniestro: Wild Planet. En él se encuentra otro de los temas fundamentales de la banda, especialmente por el recorrido que ha tenido. El grupo apareció tocándolo en un capítulo de la telenovela Guiding Light, una serie que estuvo 72 años en antena, en una escena que quedó grabada en la memoria de muchos y que cuenta la banda que motivó a Angelina Jolie a querer convertirse en actriz… Esa canción, ‘Private Idaho‘, es a la vez una gran influencia en una de las películas más icónicas del cine indie, Mi Idaho Privado, dirigida por Gus Van Sant en 1991.

En 1983 se publica el tercer álbum de estudio de la banda titulado Whammy!. Este disco apareció después de un intento fallido de colaboración con el icono new wave por excelencia: David Byrne. La cabeza más visible de los Talking Heads tenía que producir Mesopotamia, el que iba a ser el tercer largo de los B-52’s, pero parece ser que ciertas disputas sobre la dirección musical que tomaba el disco lo dejaron en un EP.

Whammy! fue como los B-52’s querían que fuera sin renunciar a su esencia: diversión y experimentación, innovación y tributo al pasado. En la cara B del disco lo mismo encontramos una de las contadas canciones que se han dedicado al loco mundo de Las Vegas, que acto seguido nos aparece ‘Don’t Worry‘, una versión de Yoko Ono. Resultó uno de sus mayores éxitos de ventas gracias a temas como ‘Whammy Kiss‘ o ‘Legal Tender‘.


En el vídeo de ‘Legal Tender’ se puede ver muy bien lo que es realmente un B-52’s. Sí, es un tipo de avión, pero no sólo eso. En lenguaje coloquial es como llamaban en los años 60 a los peinados en forma de cono (similares al morro de los Boeing  B-52) que tantas veces han lucido las vocalistas de este grupo. También se puede ver a los cinco miembros originales de la formación.

En 1985 llega el momento más amargo de la trayectoria de los B-52’s. Fallecía Ricky Wilson por una enfermedad, uno de los cinco chicos que participaron en aquella jam de 1976 que acabó siendo el germen de los B-52’s. En esa reunión improvisada, que surgió tras una cena en un restaurante chino, también estaban Cindy Wilson, Kate Pierson, Fred Schneider y Keith Strickland. Ricky había sido el guitarra principal desde el inicio del grupo pero tras su fallecimiento fue Strickland quien asumió esa posición hasta su retirada en 2013.

Fueron años difíciles para el grupo, que reaparecería con Bouncing off the Satellites en 1986. Este trabajo, puede que por el momento que vivía la banda, es más lento y oscuro que otras de sus producciones, por lo que no fue muy bien acogido. Todo lo contrario que su quinto disco de estudio, el más radiante de todos. Cosmic Thing (1989) contiene el mayor éxito de la carrera de los B-52’s. ‘Love Shack‘ es el segundo tema que el grupo logra colar en la lista de las 500 mejores canciones de la Historia según la revista Rolling Stones; el primero es ‘Rock Lobster‘, que ocupa una más que respetable posición 146.


Los años 90 es la época de la retirada de los B-52’s y curiosamente el que seguramente ha sido el periodo de mayor popularidad de la banda. El disco de 1992 Good Stuff no contaba con Cindy Wilson, que después volvería al grupo, y no tuvo el calado que su predecesor, aunque aun así estuvo nominado en los premios Grammy como Mejor Álbum Alternativo.

El éxito que acompañaría a la banda en los 90, especialmente a Kate Pierson, es debido en gran parte a dos de las muchas colaboraciones estelares de la carismática cantante y teclista. A principios de la década su dueto con Iggy Pop en ‘Candy‘ le da a La Iguana uno de sus mayores éxitos comerciales, por no hablar del archifamoso ‘Shiny Happy People‘ con R.E.M., cuyo videoclip seguro que recordarán los de cierta edad. Lo que igual no muchos recuerden es que Pierson también colaboraba en otros dos temas del célebre disco Out of Time.


La colaboración de Pierson con R.E.M. no fue en absoluto casual. El extinto grupo de Michael Stipe (quien hace un cameo en el vídeo de ‘Deadbeat Club‘, tema del Cosmic Thing) es otro de los grandes talentos musicales de la ciudad de Athens, igual que los propios B-52’s o los idolatrados y esquivos Neutral Milk Hotel, de quienes se espera un nuevo trabajo para este 2017.

A excepción de la célebre aparición de los B-52’s en la película de Los Picapiedra en 1994, poco más como grupo hasta que reaparecen con Funplex en 2008. El último trabajo de estudio de la banda les puso otra vez en la carretera, y allí siguen desde entonces, a veces con giras en modo remember como la actual con los Simple Minds.

El concierto del 40 aniversario tuvo lugar en las Antípodas, en la ciudad neozelandesa de Auckland. Un acontecimiento que Schneider celebraba en las redes sociales con el siguiente mensaje:

Desde Athens a Auckland, 40 años ¡y la fiesta no para!

Y esperemos que no pare.

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *