Según la BBC de América Latina, Brasil vivirá una reñida segunda vuelta entre los dos principales competidores por la presidencia, Lula Da Silva y Jair Bolsonaro. Ninguno de los dos obtuvo la mayoría simple en la primera elección.
En la actualidad, Da Silva cuenta con un 48,3% y Bolsonaro con un 43,33%, que representan a la izquierda y a la extrema derecha dentro del espectro de la política brasileña, respectivamente.
Parte del 8-9% restante de los votos se lo llevaron los otros 2 candidatos que no estarán presentes en la segunda vuelta electoral (es decir, la segunda vuelta). Será simplemente una competencia cara a cara entre Bolsonaro y Da Silva.
El 99% de los votos están depositados y con las largas colas presentes en las cabinas de votación, refleja que los 156 millones de brasileños que residen en esa tierra siguen confiando en su democracia.
Las elecciones presidenciales no son las únicas que tendrán lugar, sino las de los gobernadores de los 26 estados, las federales y las de todas las legislaturas estatales. Es realmente un momento de agitación potencial a lo largo y ancho del Gobierno brasileño.
A pesar de que el presidente en ejercicio Jair Bolsonaro exclamó que se están produciendo amaños y fraudes en la totalidad de las elecciones, especialmente en las presidenciales, y alegó además que los amaños se extienden a los tribunales electorales, observadores de la escena internacional han informado a los periodistas que, hasta donde ellos saben, las elecciones son libres, justas y transparentes.
Aunque algunos encuestadores decían que Da Silva ganaría en la primera vuelta, cosa que no ocurrió, dicen que podría ganar por 6-14 puntos. Es posible, ya que sólo está a un 1,6-1,7% de ganar las elecciones, es posible que haya otro empate, o menos probable una victoria de Bolsonaro.
Pero si los encuestadores predicen una ventaja tan larga para
Da Silva, entonces es bastante probable que gane, pero sólo los votantes lo dirán el 30 de octubre. Hillary Clinton también era favorita para ganar, con una probabilidad de más del 70%, los eventos raros siempre ocurren.
La persona que obtenga más del 50% de los votos se convertirá en el próximo presidente electo de Brasil.
Los estados según el candidato por el que han votado:
Bolsonaro:
- 1. Acre
- 2. Rondonia
- 3. Matto Grosso
- 4. Distrito Federal
- 5. Matto Grosso Do Sul
- 6. Goias
- 7. Sao Paulo
- 8. Río de Janeiro
- 9. Espirito Santo
- 10. Paraná
- 11. Santa Catarina
- 12. Rio Grande Do Sul
- 13. Roraima
Da Silva:
- 1. Amazonas
- 2. Para
- 3. Amapa
- 4. Tocantins
- 5. Bahía
- 6. Minas Gerais
- 7. Maranhao
- 8. Piaui
- 9. Ceará
- 10. Rio Grande Do Norte
- 11. Paraiba
- 12. Pernambuco
- 13. Alagoas
- 14. Sergipe
Simone Tebet, del MDB, y Ciro Gomes, del PDT, obtuvieron el 4,18 y el 3,05% de los votos emitidos, respectivamente, pero no ganaron ningún estado.
Bolsonaro tiene la difícil tarea de desbancar a un candidato que ha ganado la mayoría de los votos en la primera ronda de votación, algo que no ha sucedido hasta ahora en la historia de Brasil.
Congratulations to @LulaOficial for winning the 1st round of the Brazilian election by more than 6 million votes.
On October 30th, we go again. A victory for Lula will be a victory for social justice. For the Amazon. For Indigenous rights. For democracy.
Viva Lula! pic.twitter.com/50gL1lZyAf
— Jeremy Corbyn (@jeremycorbyn) October 3, 2022
Los retos a los que se enfrenta son: la ventaja de más del 6% de Da Silva, un electorado incómodo con él, la incapacidad de atraer a los votantes de otros candidatos, un presupuesto de campaña ajustado y con poco margen de maniobra.
presupuesto de la campaña con poco margen de maniobra y una economía en declive, todo lo cual probablemente reducirá sus posibilidades de superar a Lula.
Ha hecho este último intento de volver a la presidencia, después de que una investigación por corrupción le enviara a la cárcel durante 580 días, antes de que una Justicia le conmutara la pena.
Había expresado su deseo de ganar en la primera vuelta, y con su buena actuación, todo apunta a que ganará la segunda vuelta y, por extensión, las elecciones.
Da Silva, frente a sus partidarios, declaró que quiere ganar a otros votantes para su lado, lo que quizás resulte en una victoria decisiva, y no simplemente una victoria basada en otro voto plural, que, si se logra una mayoría, señalaría un mandato del pueblo.
Bolsonaro ha dicho que las múltiples crisis que asolan el país son las razones de su resultado electoral en la primera vuelta, la inflación, la covida, la guerra ruso-ucraniana, etc. Lo que probablemente significa que quiere dar a entender que su marca personal tiene éxito, siempre que el mundo y el país estén estables.
Leonardo Pericles, the candidate with the best name, only got 0.1% of the vote in the Brazilian Presidential election pic.twitter.com/QM2UraLcYT
— Pericles ‘Merry’ Abbasi (@ElectionLegal) October 4, 2022
Mientras Bolsonaro ha calificado a su oponente de “ladrón” y a esta elección como una batalla entre el bien y el mal, entre los valores cristianos y el espectro del socialismo, y ha mencionado a Venezuela como una historia de advertencia sobre el socialismo desenfrenado, Lula ha intentado ganar el apoyo de sus antiguos rivales, como el político de centro-derecha Geraldo Alckmin.
Lula, que no es de los que se echan atrás en una pelea, también ha intentado en la línea de Bolsonaro devolverle el golpe con similar ferocidad verbal, calificando su comportamiento displicente durante el apogeo de la pandemia de cóvidos como “Genocida”.
Hay varios problemas graves en Brasil, como el desempleo, la inflación, las muertes por covirus y sus secuelas, la recesión, el hambre generalizada (15%) y la inseguridad alimentaria (50%) entre la población de Brasil.
Con estas y otras cuestiones acuciantes, sin duda está por ver qué líder populista llegará a gobernar el país en los próximos meses.
