Los científicos han encontrado una conexión entre estos destellos brillantes y la energía que se liberó cuando ocurrió el terremoto. Al menos una persona murió y hubo muchos daños en Acapulco, estado de Guerrero.
Los enormes destellos de luz azul en el cielo, a veces llamados “luces de terremoto“, aumentaron el miedo durante el terremoto.
Los expertos entrevistados para este estudio dijeron que estos destellos pueden ser causados tanto por terremotos como por erupciones volcánicas. Esto se debe a la energía que se produce antes, durante y después de un terremoto.
Durante la tormenta en medio de la noche, muchas personas pensaron que los destellos eran rayos o aparatos electrónicos rotos.
Aunque no hay una explicación científica clara, se suele pensar que esto se debe a la liberación de energía durante un terremoto. Esto puede tener algo que ver con el efecto de triboluminiscencia, en el que los materiales se iluminan cuando se frotan, se estiran o se manipulan de otras maneras.
Esto ocurre por:
Ciertos tipos de rocas, como el basalto, generan corrientes eléctricas en su superficie cuando son golpeadas por una onda sísmica, que luego son expulsadas a la fuerza. El espectáculo de luz celestial comienza en ese preciso momento.
Al igual que el espectro de las corrientes eléctricas, el espectro de colores no sólo se compone de azul, sino también de violeta y blanco, según los registros. Según los científicos, estas luces pueden servir como indicación de alerta temprana de un terremoto que se aproxima, comparable a la creación de vapor de agua en ciertos lugares de la superficie de la Tierra.
En esa alcaldía se registraron daños en el sistema eléctrico en varias partes de la diferenciación derivada del movimiento telúrico.
Pero quizá uno de los más impactantes fue el de otro usuario, cuya ubicación no se especificó, que, mientras grababa las luces en la distancia, se encontraba muy cerca de una, a la que dio la vuelta sorprendido.
Cabe destacar que este fenómeno es producto de la carga electromagnética provocada por el derrumbe de las rocas en el movimiento telúrico. Se denominan “luces de terremoto”, conocidas como EQL, por sus siglas en inglés.
Causadas por el choque de capas tectónicas
Se producen por el choque de capas tectónicas que generan una carga eléctrica. Ya que las rocas de la corteza terrestre, como el basalto y el gabro, tienen ligeras imperfecciones en sus cristales. En el momento del impacto, la fricción libera la carga.
Éstas salen disparadas hacia la superficie, y las ondas electromagnéticas liberadas ionizan el aire, de modo que cuando llegan a las nubes, chocan con las cargas eléctricas, que producen los destellos. Sin embargo, se cree que sólo el 0,5 por ciento de los terremotos del mundo presentan estas luces.
Desde San Andrés en Xochimilco pic.twitter.com/Gh7DfYOdZU
— Eddie nomás (@gelaina07) September 22, 2022
Por otro lado, las autoridades no registraron daños tras el sismo, que tuvo su epicentro en Michoacán, Coalcoman, el mismo lugar donde ocurrió el anterior el pasado lunes 19 de septiembre. Hasta el momento, sólo se han reportado dos muertes: una mujer en la colonia Doctores al caer por las escaleras y un hombre que sufrió un infarto en la alcaldía de Coyoacán. Ante estos casos, la Procuraduría capitalina anunció que peritos y Células de Atención a Víctimas se trasladan al lugar de los hechos.
Conclusión
“Las “luces sísmicas” son breves estallidos de luz azul que aparecen en el cielo después de un terremoto. La liberación de energía se produce antes, durante y después de un terremoto y es la responsable del fenómeno. Del mismo modo que la gama de corrientes eléctricas está restringida, la gama de tonalidades se limita al azul, pero también al violeta y al blanco.
La colisión de estratos tectónicos genera una carga eléctrica que da lugar al fenómeno conocido como “luces de terremoto”. Se cree que estas luces están presentes en sólo el 0,5 por ciento de los terremotos que se producen en todo el planeta. Tras el sismo ocurrido en Michoacán hace una semana, las autoridades locales no reportaron ningún daño.