El pasado jueves 15 de enero, sucedió algo mágico entre el público y el grupo. Saltaron chispas desde el principio hasta el final, sin dejar de bailar cada una de las canciones que sonaron. Podemos decir que fue un efecto “eléctrico” o porque no, electroviral.
La puntualidad fue uno de sus puntos a favor, y por supuesto, las ganas que desprenden en cada directo que regalan, los jienenses Supersubmarina.
Para mí, fue el mejor concierto del grupo desde hacía mucho tiempo. Estuvieron más sueltos, más dinámicos y con sonidos más conseguidos. Supongo que la estela que dejaron en la sala Riviera de Madrid, les hizo resurgir y regresar con más fuerza que nunca.
Todo listo en el Aulario la Bomba, y al fin, sonaron las ansiadas canciones. Empezaron con “Samurái” para hacerse notar como los guerreros que son. La adrenalina se palpaba en la sala. Y la gente cantaba cómplice con el grupo. Era la primera vez que veía el Aulario de la Bomba hasta arriba. Cosa que es de agradecer pues no sucede muy a menudo en Cádiz.
Tocaron todas las de su último álbum Viento de cara, su tercer LP, año 2014. Álbum que está teniendo muy buena acogida por el público en general. Su último trabajo fue la estrella de la noche. Aunque tampoco nos debemos olvidar del guiño que le hicieron a sus anteriores álbumes como Santacruz del año 2012 o su primer álbum oficial que fue Electroviral del año 2010 cuando se dieron a conocer dentro del mundo de la música.
Hubo sincronización entre el público y Supersubmarina. Eso es esencial para que un concierto sea digerido con más satisfacción frente a otros directos más fríos por parte del grupo. En ese sentido, ganaron mucho terreno aquella noche. También hubo tiempo para las bromas, y la guasa gaditana que hizo reír en más de una ocasión al grupo Supersubmarina.
Aquí os dejamos unos links para que podáis ver la energía que se sentía en aquel momento: https://www.youtube.com/watch?v=DdpAOhe-1Do
Otra de las grandes aportaciones del grupo fue la puesta en escena tan increíble que hicieron con un juego de luces continuo. Juego de luces que variaba según la canción. Nos dejaron sin palabras, incluida una servidora.
Aun cuando echo la vista atrás y recuerdo aquel gran concierto, me sale una sonrisa sin quererlo. Lo consiguieron, y nosotros les damos las gracias por venir. Esperemos que no sea la última vez que los veamos por aquí dándolo todo.
Para terminar con la crónica, os dejamos el setlist de aquella noche:
“Samurái” (Viento de cara)
“De Doce a Doce y Cuarto” (Viento de cara)
“Tecnicolor” (Santacruz)
“Hasta que sangren” (Viento de cara)
“Furia” (Viento de cara)
“Hogueras” (Santacruz)
“Inestable” (Viento de cara)
“Extrema debilidad” (Viento de cara)
“Kevin McAlister” (Realimentación)
“Hermética” (Santacruz)
“Ola de calor” (Electroviral)
“Arena y Sal” (Viento de cara)
“Enemigo Yo” (Viento de cara)
“De las dudas infinitas” (Santacruz)
“Niebla” (Electroviral)
“Puta vida” (Realimentación)
“Supersubmarina” (Electroviral)
“El mañana” (Viento de cara)
“Viento de cara” (Viento de cara)
“Algo que sirva como luz” (Viento de cara)
“En mis venas” (Santacruz)
“Cientocero” (Electroviral)
