La primavera trompetera ya llegó. Marzo sólo acaba de llegar, pero la subida de las temperaturas ya consigue que las terrazas y las cañas bien tiradas sean una de las atracciones más visitadas. Madrid ya empezaba a sentir la canícula y la zona de Embajadores tenía un bullicio importante. Eskorzo, de gira con su trabajo Camino de Fuego, nos esperaba en la Sal Caracol el pasado sábado 8 de febrero. Ellos y su disco. Gran detalle a la entrada.

 

Al principio de la noche, fueron Salida Nula, bucaneros que se despidieron con el Rayito en la mente y en sus letras. Una muy buena manera de hacer que la sala fuera llenándose e impregnándose de los pogos que llegarían más tarde. Los minis de cerveza empezaban a correr por la barra mientras que un público de lo más variopinto empezaba a tomar posiciones en las primeras fiestas. Quien no sale en la fotografía parece que no ha estado allí presente. Los granadinos Eskorzo comenzaron su particular fiesta con el tema que da título a su quinto trabajo, Camino de Fuego, todo un himno con el que el gusanillo del ritmo empezó a instalarse en los cuerpos de los asistentes. Cerrarse a recibir influencias de otros estilos es cerrarse a que tu música evolucione. Esta máxima forma parte de la andadura de Eskorzo y se pudo comprobar en el ambiente de buenrollismo sin pose, las ganas de pasárselo bien  y en temas tanto de sus trabajos anteriores como ‘Pinta la Pared’ o ‘Clavelitos’ o de su último disco, con temas tan significativos como ‘Mambo Zombie’, ‘Amenaza Fantasma’ y el que fue uno de los momentos más intensos de la velada: Coque Malla subiendo al escenario para interpretar junto con Tony Moreno y compañía su ‘Suave’. Tema adictivo donde los haya.

 

Pogos interminables y muchas ganas de bailar en esa mezcla de afrobeat, reggae, ska, cumbias y todo mestizaje que se ponga por delante. Pero, ojo, no a cualquier precio. Sólo vale la calidad. Desde los subterráneos de la capital, nos preguntamos cuando volveremos a veros. El sold out del cartel de entrada no era ninguna broma. Eskorzo ha vuelto para quedarse.

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