No encuentro una mejor manera de describir a este grupo navarro que con el término “entropía”, la magnitud que describe lo irreversible. Pero considerar la entropía sólo como el desorden, sin tener en cuenta la naturaleza del sistema, no sería cierto. Y es que hay sistemas en los que la entropía no es directamente proporcional al desorden, sino al orden: como ocurre con El Columpio Asesino.
Y la enrevesada definición es la que te persigue durante toda su actuación porque este grupo, al igual que la Entropía, significa evolución, transformación. Desde sus inicios el grupo de Pamplona se ha caracterizado por sus complejos sonidos, mezcla de diferentes tendencias y sus letras nihilistas pero llenas de significado.
El pasado sábado 19/12 estuvimos junto al Columpio Asesino despidiendo Ballenas Muertas en San Sebastián, en la Sala Apolo de Barcelona, acompañados por Boreals.
¿De qué hablan sus letras? ¿Cómo definiríamos su sonido? No encuentro mejor manera de definir el concierto que como Allen Ginsberg, de manera jocosa, resumía la termodinámica, como si fuera un combate:
- No podemos ganarle la partida a la Entropía, quedó sobradamente patente esta máxima desde el inicio del concierto con Boreals, las bases electrónicas del trío barcelonés conjugaban perfectamente con lo que vendría después y nos evocaron a otros grupos como Mogwai y Explosions in the Sky.
- Tampoco podemos empatar, si algo no hace el El Columpio Asesino es dejarte indiferente. Arrancaron con ‘Babel’ del álbum Ballenas muertas en San Sebastián que resuena a ‘Youth of America’ de The Wipes (1981) y siguieron alternando diferentes temas nuevos y antiguos de corte sucio y marcada intensidad. Alternándose y fusionándose también a la voz: Cristina y Álvaro. Cada uno en una punta del escenario y manteniendo su ritmo in crescendo hasta llegar a ‘Ballenas muertas en San Sebastián’: tema emblema del álbum que despiden y que dice tanto sobre nuestro momento actual con tan exigua letra.
El sistema continuó su fuga exotérmica con ‘Your man is dead’ y ‘Motel’. Pero no todo estaba dicho, faltaban ‘Diamantes’, ‘Perlas’ y, la ya convertida en himno, ‘Toro’, donde el público en masa pudo expresarse a voz en grito. No faltaron tampoco ‘Floto’, de De mi Sangre a Tus Cuchillas y ‘La Marca En Nuestra Frente Es La De Caín’ de La Gallina.
- Y tampoco podemos abandonar el partido, es imposible abandonar a esta banda hipnótica antes del fin. Acabaron el concierto como nos tienen acostumbrados con ‘Vamos’, versión de la canción de The Pixies.
Corolario: El Columpio Asesino son una sorprendente excepción en el panorama nacional y, mientras estén presentes, tienen una misión: luchar contra la Entropía.
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