El ataque de The Baked Beans. Coge The Baked Beans y corre. El Feo, el Bueno y The Baked Beans. Múltiples combinaciones podrían realizarse con el curioso nombre de The Baked Beans in Tomato Sauce Brothers, banda madrileña de folk que estará presentando este sábado 1 7 de mayo en la céntrica sala El Sol su último disco, Roscoe’s Farm, una maravilla del folk y el blues. Estuvimos con ellos y nos contaron lo siguiente.


Para los que no os conozcan, ¿quiénes sois, qué hacéis y adónde vais?

Somos The Baked Beans in Tomato Sauce Brothers, como su propio nombre indica, The Baked Beans para abreviar, o Los Baked. Vayamos donde vayamos, vamos a propulsión, es lo que tienen las judías…

Antes de empezar a hablar del disco, hablemos de vosotros. Vuestro nombre es tan particular como extenso. ¿Cuál es la historia que se esconde en el nombre The Baked Beans in Tomato Sauce Brothers?

Las judías estofadas en salsa de tomate es un plato sugerido para la dieta Montignac, baja en carbohidratos.

¿Dónde os tomarías una buena lata de baked beans en salsa de tomate?

Tocando en algún festival grande. No las probaremos hasta ese momento.

¿Cuáles son vuestras influencias musicales? O si lo preferís, ¿en qué momento musical os encontráis ahora? ¿Qué disco estáis escuchando una y otra vez?

Cada uno tiene sus momentos, escuchamos de todo, hasta reggaetón. Nuestras principales influencias son los clásicos del pop, rock y folk, desde Bob Dylan hasta Clapton pasando por las gafas de Roy Orbison. Ahora mismo tenemos una extraña obsesión con el último disco de Enrique Iglesias.

Acabáis de publicar Roscoe’s Farm, vuestro segundo disco. Apenas lleva un mes en la calle. ¿Qué nos contáis sobre ello? Y, ¿qué esperáis de él después de la buena acogida que tuvo vuestro anterior larga duración?

Es el disco en el que hemos puesto nuestros mejores ingredientes, nada de relleno. Hemos crecido y esperamos que eso pueda apreciarse por el pequeño gran público.

¿Creéis que con este disco habéis dado un paso más hacia el blues y dejado el folk más en segundo plano?

Es posible. Hay temas más bluseros, pero la esencia folk sigue estando ahí. Somos folk pese a todo, el blues expresa nuestras lamentaciones personales.

Roscoe’s Farm se llama el disco. También una canción del mismo. ¿Qué significa para vosotros? ¿Es como el Strawberry Fields para The Beatles, ese lugar ideal?

Es el lugar donde empezó todo. La granja de Roscoe no existe físicamente, pero es nuestro punto de partida. Todas las circunstancias para el nacimiento y progreso del grupo se gestaron en Roscoe’s Farm. Allí nació la semilla, la primera judía.

Vuestro segundo trabajo ha sido mezclado al completo por Klaus Mechanik. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Estáis satisfechos con el resultado?

Klaus Mechanik es un autómata, como su propio nombre indica. Las bases del disco las grabamos en Headroom, con Lorenzo Matallán. Klaus es el quinto baked, y su fino oído siempre nos ha ayudado con las mezclas.

¿Cómo es vuestro proceso compositivo?

Se basa en experiencias inmediatas basadas en desamores. Chicas que huyen en limusinas blancas (White Limousine Blues), chicas que no se atreven a amar (Spring is Coming) o mujeres que te utilizan cual piedra de paso para cruzar el río (Steppin’ Stones). Somos románticos con corazas de acero y tomate.

¿Vais a estar girando con The Roscoe’s Farm por España?

Al menos lo vamos a intentar, pero es cierto que hoy en día está difícil. Además girar marea un huevo…

Particularmente, mis acercamientos al blues patrio son nulos. No me sonáis a España y os puedo imaginar en cualquier pub de las islas británicas o de la América profunda. Vosotros que estaréis mas puestos que yo, ¿cómo veis el panorama blues español?

El blues y el folk en general gustan. Mucha gente dice “no es mi estilo”, pero les gusta nuestra música y vienen a vernos. Pero es difícil sonar en radios, tele, crearnos un público fijo. Un día probaremos en el extranjero, a ver qué tal.

Mirando vuestro CV, destaca vuestra presencia en numerosos concursos y certámenes. Sin duda, son una de las lanzaderas que tienen los grupos noveles para empezar a despuntar. ¿Cómo veis el panorama musical para grupos que están empezando?

Los concursos fueron fundamentales para impulsarnos. Hay muchos grupos, tal vez demasiados, mucha oferta y poca demanda, en la que al final son unos pocos quienes mueven los hilos y deciden. Hay que tomárselo con filosofía, lo principal ha de ser divertirse. Esto no es un negocio.

Y ya para terminar, decidnos a quien os gustaría que entrevistásemos.

A Klaus Mechanik.

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