Salve discordia es el cuarto disco de estudio de los gallegos Triángulo de Amor Bizarro y, anoche, se alzó con el galardón de la II Edición del Premio Ruido, otorgado por la PAM (Asociación de Preiodistas Musicales) en la Sala Sol de Madrid
Os reproducimos el comunicado de PAM:
Salve discordia, el incendiario cuarto álbum de larga duración de la banda gallega Triángulo de Amor Bizarro es, a juicio del grueso de la prensa musical española, el mejor disco nacional publicado en 2016. Por ello el grupo se ha alzado esta noche con el II Premio Ruido de la Asociación de Periodistas Musicales (PAM).
La mítica y veterana sala El Sol acogió la fiesta, que contó con actuaciones de algunos de los artistas nominados: Kokoshca, Aries y los propios Triángulo de Amor Bizarro (TAB), quienes recibieron una Masterbilt Century de la célebre fabricante de instrumentos Epiphone, colaboradora del evento junto a WeGow y Virtual Contenidos.
La decisión del Premio Ruido es fruto del doble proceso de votación al que se convocó al más de un centenar de informadores agrupados bajo las siglas de PAM.
De la primera vuelta surgió una lista conformada por los quince álbumes con más menciones (por orden alfabético): Adieu or die, de Aries; Hamen, de Belako; El pasajero, de Depedro; Fruta y verdura, de Espanto; Leave Me Alone, de Hinds; Casa, de Iván Ferreiro; Movimientos, de Juventud Juché; Algo real, de Kokoshca; 2, de León Benavente; El poeta Halley, de Love of Lesbian; Jo competeixo, de Manel; Campeones del mundo, de Novedades Carminha; Me matas si me necesitas, de Quique González; Domus, de Silvia Pérez Cruz, y Salve discordia, de TAB.
Los socios de PAM fueron llamados a la votación definitiva para escoger un único nombre de esa lista, el del trabajo que, a su juicio, representaba lo mejor de la cosecha española de 2016. Y ese ha sido el vibrante Salve discordia, de Triángulo de Amor Bizarro, quien recogió anoche personalmente su trofeo, una reproducción en 3D del logotipo del Premio Ruido.
Con esta iniciativa PAM ha intentado hacer precisamente eso, ruido, y arrojar luz sobre la fuerza y valor de los creadores españoles, a la vez que destacar el papel vital que, en pos de esa misión, realizan cada día los informadores musicales del país en un contexto cada vez más difícil para su desempeño.