Con la llegada del 2017, se celebra el quinto aniversario del disco The Church of the Good Thief del cantante americano Andy Hull.
Hace unos cinco años descubrí a un grupo estadounidense llamado Manchester Orchestra, hacían equilibrios entre el indie rock y el rock alternativo, y de este grupo salió Andy Hull -el vocalista-, que años después decidió sacar varios álbumes en solitario (que es en lo que se centra este artículo).
Recientemente he descubierto (gracias a un amigo) que Andy Hull había decidido crear un proyecto llamado Right Away, Great Captain! donde en solitario, ha ido poniendo voz y música a varios discos. Su primer trabajo, ya sin banda, vio la luz con el título de The Bitter End (2007), en el cual narra las historias de un marinero del siglo XVII a lo largo de tres años. Un año después, y de la mano de The Eventually Home (2008), continúa narrándonos la historia de este marinero, que vuelve a casa y que sabe que su mujer lo ha engañado con su hermano, cometiendo adulterio. En la canción ‘Memories of a Shore‘ expresa la intención de matarlos a ambos, y en ella podemos identificar una tranquilidad que queda marcada por el piano y el acordeón, pero que por contra, nos mantiene en tensión con el sonido base de la guitarra.
Finalmente, se publicó The Church of the Good Thief (2012) la tercera y última parte de la historia de nuestro marinero, que ha terminado con la vida del hermano, y que se centra en los pensamientos de este “héroe” que ha terminado siendo un asesino. Este disco es especialmente triste y melancólico. La mayoría de las canciones tienen una base sencilla de piano y guitarra, y la fuerza musical del álbum viene dada de la voz de Andy Hull y de los coros que lo acompañan. La suya es una de estas voces que imaginas en constante tristeza, pero que te hace sonreír porque aporta luz. Concretamente, esta característica la podemos percibir en las canciones ‘Blame‘ y ‘When I Met Death‘. Este sonido folk rock que rodea al disco, me recuerda a veces a Passenger, Tom Odell o incluso a Margot and The Nuclear so and So’s.
Os lo recomiendo encarecidamente, a mi parecer es un disco precioso, y Andy Hull tiene una voz suave y rasgada con la que solo encuentras paz.