Sharon Van Etten ha visitado este fin de semana Sudámerica por primera vez. La cantante de New Jersey ha dejado conciertazos y titulares a partes iguales.


Sharon Van Etten tiene una forma un tanto peculiar de componer, puesto que va rellenando hojas y hojas hasta completar cuadernos enteros con todas sus composiciones. De hecho, ella misma ha reconocido que solo ven la luz un cinco por ciento de sus composiciones, una cantidad que nos da una idea de lo prolífica que es la artista de Clinton. Ella se ve con una misión como compositora, una misión que sabe explicar muy bien, dejando claro también porqué no salen a la luz todos sus trabajos:

Algunas son demasiado personales, demasiado intensas o, por qué no, demasiado confusas, y no creo que sea saludable para mí compartirlas. Porque finalmente yo escribo para mí misma, para entenderme, para hacer catarsis, para sentirme mejor. Y la experiencia me eleva, me renueva. Si no tuviera la música, tendría que lidiar con mis emociones de manera distinta; volver a tocar mis historias, en cambio, me ayuda a tomar distancia y ganar perspectiva. Entonces, al tener la posibilidad de elegir qué compartir, opto por comunicar aquello con lo que la gente pueda conectarse”.

Van Etten también se ve en apuros cuando ha de explicar de dónde salen todas esas emociones, a veces incluso tiene que hacerle ver a sus padres que sus canciones son solo eso, canciones:

“Lo que sucede es que escuchaban una seguidilla de canciones tristes, y automáticamente me decían – ¡pero pensábamos que estabas contenta! Entonces tenía que explicarles que lo estaba, que el modo que encontraba de ser feliz era haciendo esas canciones. Que canalizaba mi ansiedad o mi malhumor, por ejemplo, escribiendo”.

Sharon es la cuarta de los cinco hermanos y siempre ha estado ligada a la música. En la escuela estudió clarinete, violín y piano, formando parte del coro de su colegio cuando estaba en sexto curso. Con el paso al instituto, aprendió a tocar la guitarra por sí misma y comenzó a cantar. Según ella misma, fue en esa época cuando realmente aprendió tanto a cantar, como a escribir letras. Sin embargo hubo un momento muy especial que hizo que hoy sea la gran compositora que es, un punto de inflexión cuyo mérito hay que atribuírselo a su madre:

Me regaló un cuaderno para que, cuando yo no supiera cómo expresarme, lo pusiera por escrito. Así empezaron a alinearse mis primeras canciones”.

En estos momentos, la cantante americana se encuentra promocionando su reciente EP I Dont Want To Let You Down, un lanzamiento que le ha permitido actuar por todo el mundo, estando actualmente en Chile, y que además representará en Glastonbury, tocando durante cinco días seguidos. Pese a lo reciente de este trabajo, Sharon Van Etten avisa de que pueden llegar nuevos lanzamientos, lo cual no es de extrañar conociendo su extensa y parcialmente oculta obra. Lo que sí que sorprende es el tono de estas hipotéticas novedades:

“En verdad, siempre trato de ver el lado luminoso de las cosas. No por nada, mi película favorita siendo niña era Pollyanna, basada en la novela de Eleanor H. Porter. No tiene sentido ser negativo. No podés cuidar a todo el mundo, pero sí amarlos sin importar qué. Me están pasando tantas cosas buenas, tengo tantas historias felices que me estoy planteando escribir de otro modo. Quisiera que este optimismo se viese reflejado en mis próximas composiciones“.

¿Escucharemos el lado luminoso de Sharon Van Etten? Resulta imposible saberlo, pero sería realmente emocionante si se diera el caso, además de toda una demostración de talento. Encasillarse a la larga, acaba conduciendo a la mediocridad.

Puedes leer la entrevista completa en Página/12, obra de Guadalupe Treibel.
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