El nuevo trabajo de Rayden, Antónimo, verá la luz el próximo 3 de marzo de 2017. Para no hacernos la espera tan dura nos deja este adelanto titulado ‘No hago rap’


Tras los éxitos que le trajo su anterior trabajo (entre ellos posicionarse como uno de los grandes nombres propios de la música nacional), Rayden comienza a dejarnos pistas de lo que será su cuarto trabajo en solitario, Antónimo.

Si hace días nos dejó estupefactos el comunicado en el que parecía desvincularse del panorama del rap en español, ahora descubrimos que todo se trataba de una campaña de marketing creada para desmitificar el mundo de las etiquetas, los clichés, las ideas preconcebidas y los prejuicios a los que está sujeto este género musical.

Esta primera carta de presentación muestra una clara evolución exponencial de su música gracias al trabajo como productor musical de Ale Acosta (Fuel Fandango), sin perder un ápice de su punto fuerte; la calidad y exigencia en cada letra.

El propio Rayden nos cuenta que

Primero nació el ser humano; más tarde obtuvo el don de la palabra y de este nació la necesidad de contraponerlo todo, de posicionar o de enfrentar posiciones diferentes antes que de buscar un equilibrio entre dos palabras opuestas.

Necesitamos identificar todo lo que perciben nuestros sentidos para poder almacenarlo en nuestra base de datos pero hasta esta acción muchas veces cae en el error de prejuzgar y discriminar por defecto.

Necesitamos sentirnos identificados dentro de una doctrina, un colectivo o un conjunto social que nos haga sentir que nuestra palabra sí que tiene validez en este mundo donde la empatía está atrofiada y este fenómeno lo compensamos con una susceptibilidad desmedida hacía todo lo de fuera que hace compensar la balanza.

En el mundo de la música no es diferente…

¿Cuántas veces no hemos escuchado una canción increíble por pertenecer a X estilo?
¿Cuántos grandes cantantes o buenos letristas hemos dejado pasar por colaborar con Fulanito de tal?

(…)

Solo me bastó con decir que no iba a volver a hacer este estilo de música para que todas las cabezas se girasen, incluso para que muchas de ellas comenzaran a prejuzgar y/o discriminar sin ni siquiera haber escuchado la canción. De eso trata No hago rap. Es una enumeración en tono irónico en el que muestro mi propia visión de lo que supone este canal de comunicación, de lo que aporta a la música y al mundo en general lejos de su etiqueta; de la importancia vital de esta música dentro del panorama y de la mistura de sonoridades del planeta.

No, no dejo la música, es más; tengo un discazo bajo el brazo.

No, no dejo de hacer rap; solo me valgo de él para hacer camino en forma de canciones.

3 de marzo.

 

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