Quique González & Los Detectives hacían doblete las noches del 2 y 3 de abril en el Auditorio de la UC3M de Leganés. Con todas las localidades vendidas el madrileño y su banda presentaron su último trabajo, Me mata si me necesitas (2016).


La niebla se arremolinaba entre las farolas, embelesados observábamos cómo la bruma se adueñaba de cada centímetro del escenario hasta que el timbrazo insistente de la cabina telefónica nos sacó de nuestro ensimismamiento; los Detectives tenían un caso nuevo que resolver.

Quique González y los Detectives (Eduardo Ortega, Eduardo Olmedo, Pepo López, David Schultess y Boli) pisaban el escenario del crimen, el Auditorio de la Universidad Carlos III de Leganés, por segunda noche consecutiva y como cada vez que el cantautor se prodiga por Madrid el cartel de sold out colgaba de la taquilla.

Quique González y los suyos siguen el manual del buen detective. Poniendo en práctica la máxima de reconstruir los hechos, comenzaron a desmarañar su nuevo Me mata si me necesitas (2016). Como en toda investigación se presentaron los primeros problemas, letras que se escapan y que obligan a repetir una canción desde el principio y testigos que terminan enamorándonos. ‘Charo’ fue llamada a declarar por segunda vez, el sábado no pudo acompañarnos y el sector femenino del público se dejó el alma cantando; pero seamos sinceros, la voz de Caroline Morgan es insustituible, en tan solo cuatro estrofas ha conseguido crear un personaje ante el que todos caemos rendidos.

Quique González & Los Detectives

Con el fin de la cara A del nuevo trabajo de Quique González dábamos comienzo al set policíaco. Buceando en los archivos los Detectives rememoran el caso del famoso boxeador ‘Kid Chocolate’ o aquel en el que ladrones de guante blanco robaban dinero negro. Gánsters, delincuentes fugados y bailarinas de streptease fueron relegados rápidamente para dar paso a uno de los momentos más esperados de la noche, la celebración del decimoquinto aniversario de Salitre 48 (2001).

Salitre 48 es para muchos el mejor trabajo del madrileño, con leves acordes de guitarra que arropan la voz de Quique y sin artificios temas como ‘Crece la hierba’ o ‘La Ciudad del Viento’ se han convertido en indispensables en el imaginario musical de toda una generación. Pero Quique, una vez más, ha demostrado que no solo de la guitarra acústica viven sus canciones y que son capaces de evolucionar pasados los años. Esta evolución llega de la mano de los Detectives, que han sumergido a ‘Salitre’ en la esencia del cine negro, dejándola casi irreconocible.

Quique González y los Detectives volvían a tirar del hilo, ese que durante dos noches nos mantuvo sentados en nuestras butacas, desgranando de principio a fin Me mata si me necesitas (2016). Con cada canción un baile de instrumentos se desata sobre el escenario; de la acústica a la guitarra eléctrica o la armónica, de la mandolina al violín. Edu Ortega, el héroe de la banda, muestra sus dotes como multiinstrumentista con un cambio constante, pocos instrumentos se le resisten, pasando por sus manos hasta un pedal steel. Si Quique González ya es un grande del panorama nacional en parte es gracias a la banda de la que se acompaña, que elevan sus canciones no solo con el buen hacer musical sino con una complicidad que queda patente durante toda la actuación, y es que las sonrisas y miradas son continuas durante las dos horas de directo.

Quique Gonzáles & Los Detectives

Quique González en este nuevo trabajo ha ido un paso más allá en su carrera musical, no solo ha evolucionado en sonido e inmediatez sino que incluso podemos apreciar que la madurez toma las riendas de sus canciones. Quique ya no es el canalla de barrio que se enamora de rubias con aire trasnochado a lo Brigitte Bardot; ahora le canta a Charo, ese amor que pudo pero no fue pero que sigue estando ahí, en su bar, haciendo lo mismo de siempre y escuchando a los Kinks.

La casa de mis padres’ rompe a Quique, en más de una ocasión se le atraganta la letra y haciendo un visible esfuerzo logra llegar al desgarrador estribillo, conmoviéndonos a todos los allí presentes. El madrileño se enfrenta con entereza a la pérdida de sus padres, a volver a casa y no encontrarles, a toparse con el olor de su madre al abrir la puerta. Con el público al borde de las lágrimas Quique González y los Detectives abandonan el escenario mientras el respetable se deshace en aplausos.

Pequeño Rock and Roll’ inicia los ya consabidos bises, ¿Quién se estrena cuando tú te estrenas también?, sin duda si hay alguien que comparte con Quique los estrenos es su fiel público, ese que agota entradas cinco meses antes del concierto, ese que contesta con una ovación a cada fallo del cantante sobre las tablas, el que guarda silencio cuando los primeros acordes empiezan y quienes estallan en aplausos en medio de una canción. ‘Avería y Redención’ hacía que el público se olvidase de la sobriedad del auditorio y se deshiciese de la comodidad de sus butacas, comenzaban los primeros bailes cuando Quique volvía a bajar de las tablas.

Un público insistente a base de aplausos y vítores consiguió que el madrileño nos concediese los tres últimos temas de la noche. Quique González envidó con un farol que resultó ser la carta ganadora; ‘Clase Media’, ‘Kamikazes enamorados’ y ‘Dallas – Memphis’, sorprendente forma de poner punto y final a un directo cargado de emoción. Una vez más los ejércitos de rock de Quique González salen victoriosos.

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