Quien les ha visto en directo, no olvidan. Mahalo son como ese chupito de Jagermeister que hace que viajes a otro lugar (mejor). Ese chupito que aceptas cada vez que te lo ofrecen. Con el brillo de la felicidad en sus ojos y el setlist cerca de la muñeca, Mahalo llenaron la sala con la juerga que les caracteriza. Con un cantante capacitado para el monologuismo y su sonido de corte garagero, los pogos no tardaron en aparecer. Los problemas técnicos se presentaron, pero la interpretación de temas como “Issues” o “Blinded” (ambos de su Trust Issues, su último trabajo) fueron suficientes para que la entrada mereciese la pena. De regalo, un par de versiones y algún que otro tema nuevo. Por cierto, para los despistados, este próximo sábado andarán por el Maravillas. Os lo dejo caer.
Después de la descarga adrenalínica de Mahalo hacen su aparición Noise Nebula. A los madrileños se les queda pequeño el escenario, literalmente. Es lo que tiene llevar tres guitarras y bajo. Con apenas espacio para moverse sin molestarse unos a otros comienzan su show cargado de un indie pop atmosférico con muchas referencias a The Jesus And Mary Chain y My Bloody Valentine que han conseguido actualizar y mezclar con toques de surf lo que le aporta un sonido muy fresco. Presentaban su nuevo EP, Hiberna, con grandes temas como la oscura “Meanwhile In Outer Space” y la popera y genial “Donkeys”. Un concierto corto, muy corto gracias a las restrictivas leyes culturales madrileñas que nos ha dejado con ganas de más Noise Nebula.