Unas horas después de la salida de Este es el disco de Penny Necklace nos encontramos con Odette en su cafetería favorita del centro de Madrid para charlar sobre su nuevo disco, el crowdfunding o la iniciativa #QueremosEntrar.
¿Cómo nace Penny Necklace?
El proyecto empezó en el 2009, y estaba yo sola con la guitarra. Ha ido evolucionando hasta el 2015, ahora Penny Necklace lo formamos Julia (baterista de Rufus T. Firefly), Diana Erenas y yo, somos un trío que hacemos pop. Lo defino como pop para no complicarnos, pero hacemos muchas cosas; nos gustan los ritmos R&B, dubstep, las baladas ochenteras… Pero al fin y al cabo las estructuras de las canciones son pop.
Acabamos de sacar nuestro primer proyecto conjunto, en el que hemos compuesto las tres y hemos participado las tres desde el principio. Para este proyecto hemos cambiado de idioma y estamos expectantes para ver qué tal funciona.
Os definen como folk, indie, pop… ¿Cuál es la etiqueta más rara que os han puesto?
El menstruafolk. Nosotras antes hacíamos más folk, utilizábamos las acústicas, el ukelele… Y ahora hemos pasado a los sintetizadores, los saturados y baterías bastante procesadas. Es verdad que aunque antes era folk ahora ya no lo podemos llamar así.
Además del cambio de idioma vuestro sonido en este nuevo disco ha cambiado bastante… Habéis dejado atrás el ukelele y la acústica,
Han pasado muchas cosas. Nos quedamos solo tres miembros y había que cubrir la parte de los bajos y a mí me costaba mucho tocar el bajo y cantar a la vez porque lleva un ritmo muy marcado y hay que estar muy pendiente de la batería. Así que empezamos a maquinear un poco con los sintes y cambió la forma de componer, porque no es lo mismo componer con guitarra en mano que con los sintetizadores y un iPad, que siempre queda más electrónico aunque no quieras.
Fue por eso y porque la realidad es que hace dos años escuchaba más folk y ahora no escucho tanto, quería ser consecuente con lo que ahora me gusta y con los conciertos a los que voy.
Como muchos otros grupos habéis dejado el inglés para pasar al castellano, ¿por qué este cambio?
La verdad es que yo escucho más música en inglés pero animadas por Víctor y porque las pocas veces que ves algo en castellano lo valoras mucho más. Además es cierto que yo, que sé inglés y entiendo las letras, muchas veces lo escucho de fondo, así que gente que no entienda nada… Por eso intentamos buscar esa conexión, que la gente entienda lo que dices, porque no es solamente la música sino que la letra también es importante.
En el anterior disco lo intentamos, hicimos todas las letras en español y quedaron bastante mal, nuestro productor por aquel entonces nos dijo que mejor se quedan en inglés. Para este disco ni siquiera las hicimos en inglés, nos propusimos solo componer en español para apretarnos las tuercas y esforzarnos más y para ser la primera vez yo creo que han quedado bastante decentes.
¿Cómo ha sido el proceso de composición para Este es el disco de Penny Necklace?
Este disco tiene un poco de todo. Hay canciones que se quedaba el móvil grabando en un ensayo o alguien empezaba a jugar con un instrumento y quedaba tan guay que decíamos “esto tiene que salir en el disco”. Hay otras que surgen desde el trabajo individual, alguien tiene un riff de guitarra o un ritmo específico o una demo con el Garageband… Y luego las pasábamos por el filtro de Víctor, que los productores hacen eso de “esta sí, esta no, esta más o esta menos” y finalmente descartábamos las que menos nos gustaban.
No habéis hecho un disco sino un disco-fanzine ¿por qué?
Cuando no teníamos dinero para grabarlo pensamos que teníamos que hacer algo que molase tanto que la gente quisiera comprarlo y tenerlo físicamente. Ahora la mayoría de la gente, a excepción de en el coche que se siguen usando más los CDs, no tiene un CD a no ser que seas coleccionista y te guste ver el libreto; la gente lo escucha en Spotify o lo tiene en el móvil o lo escucha en la radio. Pensamos en hacer un vinilo, pero se nos iba completamente de presupuesto y entonces decidimos hacer algo que nadie había hecho, que tenía que ver con lo que nos gusta a nosotras, que además de la música es el mundo gráfico, pictórico y fotográfico, Julia estudió Bellas Artes y yo soy arquitecto, entonces nos mola mucho el mundo artístico, así que intentamos expresar todo eso en una pequeña obra de arte que la gente cuando se la lleve a su casa además de poder escucharla vea que es algo muy especial.
Empezamos con esta idea y luego llegaron las fotos, los vídeos, editamos una película… Es como que todo ha ido creciendo y todos los artistas que nos molen y quieran colaborar son bienvenidos, nosotras estamos abiertísimas a cualquier proyecto.
El talento es barato pero el arte no, queda bastante claro por qué habéis recurrido a la financiación colectiva.
Sí, barato no solo de dinero, sino que cuesta mucho trabajo y que hay gente que tiene talento y no lo explota o mucha gente que a base de mucho trabajo consigue verdaderas obras de arte por pensar o darle vueltas a las cosas.
Algunas de las recompensas por participar eran asistir al estudio de grabación o un concierto privado… ¿Qué tal ha ido?
Los conciertos privados aun no los hemos hecho, pero a partir de ahora, que ya tenemos el disco listo sí que empezaremos a hacerlos.
En el estudio tuvimos tres o cuatro visitas y fue muy interesante porque en el estudio se crea una burbuja de concentración que a la mínima que entra alguien de fuera te descoloca. Pero estuvo muy bien porque preguntaban cosas como “¿tú esperabas que eso quedara así?” y claro, en el estudio hay un proceso que a veces no controlas y eso es muy bonito. Además este proceso no se puede repetir porque nosotras grabamos las primeras maquetas en Navidad y luego volvimos a grabar en verano y hay muchas cosas que son distintas porque e imposible repetirlas.
La persona que colaboró como marca fue mi padre, que quería hacer la máxima aportación. No he puesto el nombre de mi padre como marca pero ahí está.
Víctor Cabezuelo ha sido vuestro productor.
La verdad es que yo aprendo continuamente de Víctor, porque hace muy fácil sacar lo mejor de uno mismo. Ya habíamos tenido más productores y que alguien meta mano en tu creación es complicado porque tú estás muy obcecada con tu creación y hay que hacerlo con mucha mano izquierda. Es un logro tenerle al lado porque todo lo que toca lo hace precioso.
Tan solo hace falta echar un vistazo a la mayoría de la programación de salas y festivales para ver que la industria musical es bastante machista, imagino que vosotras lo habréis sufrido… ¿Se puede ser mujer y abrirte hueco en el mundo de la música saliendo de la fórmula cantautora + guitarra?
Julia empezó con la batería.
La verdad es que yo no he tocado música hasta los 22 años. Bueno, cuando era pequeña cantaba en la escolanía del colegio, llegué a cantar con Rocío Jurado (risas). Fue cuando me eché un novio que tocaba en un grupo cuando empecé a tener más cerca instrumentos, a meterme en mi mundo en una sala llena de gente con la guitarra… Al final me regaló una guitarra, me apuntó a un concurso de cantautores en un Colegio Mayor de Moncloa y empecé a crear mis propias canciones.
Es un poco por las herramientas que tienes cerca, sin pelas es muy complicado y normalmente lo que tenemos más a mano es una guitarra. Pero sí que es cierto que parece que a las mujeres nos admiten dentro de la programación de salas y festivales por la vía de las cantautoras. Pero luego hay gente como Maika Makovski que es más un guitarreo no tan acústico. Creo que hay un poco de todo, no sé si el mundo de la música es muy machista. Es cierto que en ocasiones nos han cuidado más solo por ser un grupo de chicas.
A veces hemos escuchado cosas como “para ser chicas no lo hacen tan mal”, claro, no sabes qué decir… “¿gracias? O que te den”.
Recientemente la iniciativa #queremosentrar ha triunfado y parece que finalmente los menores podrán acceder a las salas de conciertos. ¿Cuál fue tu primer concierto y a qué edad?
Mi primer concierto fue las Spice Girls con 9 años. Pero yo es que la música la he vivido de una manera muy mainstream. No te puedo decir que a los 14 años escuchaba Smashing Pumpkins o Led Zeppelin, así que me he tenido que poner las pilas.
Me parece ridículo que los menores puedan entrar a las corridas de toros y no a un concierto. Creo que como en todas las leyes hay que establecer unos límites y en esta ocasión no se han dado cuenta de dónde lo han colocado y como es la ley todo el mundo la acata sin cuestionárselo y hay veces que hay que revisarlo, como en este caso. Gracias a la presión ciudadana y de gente muy comprometida como Almu Palacios, que lucha por lo que le importa.
El año está a punto de terminar, ¿cuáles han sido tus discos favoritos del 2015?
Nacional Being Berber, que son amigos y suenan como de fuera de España.
De internacionales me gusta mucho Alt-J, que no sé si es de este año pero me flipa. También el último de Tame Impala, que a la gente no le gusta mucho pero a mi me encanta, sobre todo la producción, que es increíble. También escucho mucho a James Blake, que no sé si ha sacado disco hace poco.
¿Próximas fechas?
El viernes 5 de febrero presentamos Este es el disco de Penny Necklace en El Sótano de Madrid. El 3 de diciembre vamos hacer un acústico en El Sótano, es un concierto solidario por Nepal, con Rufus, Kitai, Sin Rumbo… (entradas aquí)
Vamos también a hacer un concierto para los mecenas con Brian Hunt en El Invernadero, donde grabamos. La idea es salir de Madrid a partir de febrero, quizá Barcelona, Galicia… Y a ver si llegamos a los festivales.