En una drástica decisión del Presidente Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Alito Moreno Cárdenas dijo que él y su partido acudirán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para interponer una acción de inconstitucionalidad contra el Plan B en materia electoral del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
El dirigente del PRI emitió un comunicado oficial en el que condena la acción antidemocrática del Plan B del partido de AMLO y afirmó que la combatirá a través de un recurso legal para que se restablezca el espíritu democrático de la nación.
El Sr. Cárdenas también expresó su firme confianza en el más alto tribunal mexicano, ya que se explorarán todas las vías legales con el fin de detener una mayor violación de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM).
Lo que dice Rubén Moreira Valdez
El coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira Valdez, dijo que las discusiones y debates sobre el Plan B en las dos cámaras del Congreso de la Unión pueden llegar hasta febrero del próximo año, ya que se han encontrado muchas irregularidades en el proceso legislativo en la Cámara de Diputados.
También alegó que se trataba de una especie de fraude al parlamento, ya que una legislación que ya había sido aprobada en las dos cámaras del Congreso fue modificada posteriormente.
El ex Presidente de Coahulia dijo que en la Cámara de Diputados se habían producido algunas conversaciones que iban en contra del espíritu de la democracia electoral. Se refería a la transferencia de votos y la cláusula ya estaba aprobada en veinte estados de la república.
Por lo tanto, la discusión que ocurrió debió ser sobre la división y separación de votos, lo cual es inaceptable.
También expresó su confianza en el instituto electoral y dijo que se tienen que hacer algunos cambios para que la institución sea más fuerte y pueda resistir cualquier cosa que amenace su autonomía.
Cuál es el Plan B de AMLO
El Plan B es una jugada del partido de AMLO para embotellar el poder de las autoridades electorales que tiene reconocimiento internacional.
Lo irónico del asunto es que el actual gobierno también llegó al poder por las elecciones organizadas por el Instituto Nacional Electoral (INE). A partir del actual ambiente político en México, el partido gobernante Morena puede hacer cambios secundarios a las reformas electorales sin el permiso de los partidos de oposición.
Esto se debe a la amplia mayoría alcanzada por el partido en el poder. Pero ni siquiera esta mayoría permite hacer cambios constitucionales sin el respaldo de los partidos opositores.
Se dice que el Plan B es una de esas reformas secundarias que no creará ningún tipo de cambio importante en la estructura democrática y constitucional de México con el que no esté de acuerdo el partido de la oposición.
La nueva reforma básicamente quiere sustituir al INE por otro organismo llamado Autoridad Electoral Centralizada y también reducir el número de consejeros electorales y nombrar a los funcionarios electorales a través del voto ciudadano.
El Presidente de México pidió el apoyo de sus ciudadanos para respaldar la reforma y su popularidad entre la mayoría de los mexicanos aumenta su confianza para aprobar la reforma.
Por otro lado, hubo protestas en diferentes partes de la nación después de que anunciara sus planes de realizar las reformas electorales, y el partido de la oposición condenó la decisión en los términos más enérgicos.
En diciembre cumplió cuatro años de gobierno y pronunció su discurso anual. El Presidente criticó el fraude electoral que se está produciendo en el INE señalando las elecciones presidenciales de 2006, en las que perdió frente a Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), por un margen muy exiguo del 0,6%.
Las personas que navegan enajenando su mente al al líder más chistosito del momento, olvidan que las sociedades son entes dinámicos, los cambios -triunfos o fracasos- no son el punto final.https://t.co/rphQCzNCzs
— Ciudadano de Anáhuac (@obangel_2014) December 20, 2022
Las autoridades electorales denegaron su solicitud de impugnar el resultado de las elecciones, ya que llevaba una clara ventaja en el periodo previo a las elecciones. Sin embargo, según la encuesta realizada por el diario Reforma, el 73% de los ciudadanos de México sigue creyendo en el INE.
Habrá que ver en los próximos meses cómo el partido en el poder encuentra la manera de aprobar la reforma invocando cambios secundarios y sin el apoyo del partido opositor, lo que muchos expertos consideran un esfuerzo baldío ya que las reformas electorales no pueden hacerse como una reforma secundaria.