El festival Mad Cool, que nació con vocación de dotar a la capital de España de un evento musical a la altura del Primavera Sound o del BBK Live, tuvo que pasar, en su segunda edición, más pruebas que un héroe de la mitología griega. Aquí os contamos la tercera y última de las jornadas
En primer lugar, quiero pedir disculpas por la parquedad en palabras de mi crónica, pero es realmente difícil escribir en un tono lúdico sobre un evento en donde ocurrió ese terrible accidente.
El sol por fin nos daba tregua y me permitía acercarme al festival pronto, menos mal, porque tenía muchas ganas de ver a Fizzy Soup desde que les viera por primera vez dentro de la excelsa programación de Proyecto Waikiki (aquí podéis leer la crónica). El escenario Mondo Sonoro no se les quedaba pequeño y su natural carisma les va a llevar muy lejos.
Comenzaba así la jornada en la que más tuve que correr para poder ver y fotografiar todo lo que quería, obviamente no lo conseguí, era imposible moverse de forma diligente entre la vasta masa de gente que allí se congregaba.
Wilco convocaba a un buen número de fans en el escenario principal, su sobriedad y profundidad sirvieron a muchos de catalizador y catarsis para pasar el mal trago del día anterior. Gracias, Jeff.
Sin embargo, yo tenía necesidad de algo más movido, así que nos acercamos a ver la actuación de Fuel Fandango. Me encanta este duo y su fusión de estilos, tan ecléctica como acertada. El directo son mucho más electrónicos y, además, ahora. añaden un zapateado de Nita que le da, si cabe, más personalidad a su concierto. Nos dejaron con ganas de más y supieron anunciar, en el momento adecuado, que celebrarán el fin de gira el próximo 30 de noviembre en el Wizink Centre de Madrid (aquí podéis consultar la noticia).
Y, de repente, la gran sorpresa, Savages salían al escenario a demostrarnos que la contundencia y la elegancia no es solo cosa de bandas masculinas, ahí están ellas para dejar claro que van a ser muy grandes y espero que más pronto que tarde.
Belako congregaron a muchos acólitos y seguidores de la banda y me consta que sorprendieron a más de un rezagado que optaba por no ver a los Kings of Leon en el escenario principal. Hamen suena, en directo, de forma arrolladora.
De Foster de People y M.I.A. poco tengo que decir, no pude acercarme a ver a los californianos y a la británica la pude ver de lejos ya que Mad Cool decidió programar su concierto en uno de los escenarios pequeños, formándose un gran tapón que impedía la entrada. Una lástima. Muchas veces el hecho positivo de aunar a un montón de artistas en un festival puede convertirse en la imposibilidad de ver con calma a ninguno. Cosas de los festivales.
Terminé la noche con la grata sorpresa de Moderat. Los berlineses me sorprendieron con su electrónica refinada y sus juegos de audiovisuales. Suenan muy potentes.
Y hasta aquí las crónicas del Mad Cool, el año que viene más, mejor y más secos.