Comenzaron con algo de retraso sobre el horario previsto y eso se constató en el nerviosismo de los presentes que iba en aumento. Con un aforo cerca del lleno, los congregados se decantaron por la oferta de la sala López en una noche en la que las opciones culturales se contraponían en horario y estilo musical.
Había seguidores de otros lares, sobretodo del territorio catalán, se ve que los mutantes no son muy asiduos a girar por Barcelona en formato sala, y claro, Zaragoza les pilla bastante cerca.
Flanqueados por un corazón y la cabeza de león como en su portada; empezaron con fuerza mostrándonos, en el primer bloque, 6 canciones seguidas de su nuevo trabajo El Futuro, un disco en el que nos expresan el deseo común de la búsqueda de un futuro mejor dejando atrás su etapa más oscura.
Sonaron los primeros himnos Hermana mía, que pasará al repertorio habitual , y El Circo, quizá la apuesta más arriesgada del nuevo trabajo. En directo brillan con una nueva luz y el público respondía a las mil maravillas, pero fue en el segundo bloque, más centrado en Naúfragos, donde la euforia comenzó a desatarse y ,con los deberes hechos, todos cantábamos al unísono.
La velada seguía cogiendo fuerza con el tercer y último bloque antes de los bises. Una mezcla en la que se colaron canciones de toda su extensa trayectoria, canciones que tiene gran protagonismo en estos tiempos como Caerán los bancos, Empezar de cero o Hundir la flota.
Entre bromas, nos hicieron saber que han tocado más en Zaragoza que Amaral; sin embargo, no nos cansamos de ver a estos granadinos a orillas del Ebro, pasando calor, en una noche de mediados de noviembre o en cualquier otra época porque siempre son bienvenidos.
Acabaron con Huesos, dejando una impronta de ese buenrrollismo folk y las ganas de más no se hicieron esperar a la hora de pedir los bises.
Todo va a cambiar sonó más protesta que nunca con brazos en alto, gritos de garganta y guitarreos épicos.
Errante, quizá la más esperada y deseada, continuó una fiesta que llegaba al fin pero que nadie quería que acabase.
Y La voz, fue la elegida para el fin oficial, pero a petición popular y ,tras una gran ovación, nos regalaron Como yo te amo, un punto y final perfecto para una noche espectacular en la que los mutantes vinieron a conquistar, o mejor dicho, reconquistar Zaragoza y vencieron con mayúsculas a decir por los aplausos, silbidos y gritos entusiastas que cosecharon.