L.A. en la Joy Eslava
Así pues L.A. se enfundaron sus instrumentos y se dedicaron a deleitar a la Joy Eslava con la potencia vocal y la fuerza en escena que tienen, sobre todo liderados por su cantante, el cual con su pose, que recordaba a veces a Springsteen, y unas pocas palabras dedicadas al público, se supo meter en el bolsillo a todos los que estaban en la sala, yo mismo incluido, pues he de reconocer que a penas esta semana me puse en serio a escuchar sus dos largos (Heavenly Hell y el recién estrenado Dualize, que se ha ganado tanto a público como a crítica). El recinto poco a poco se despertaba y se desvergonzaba, coreando las tres primeras canciones, Dualize, Under Radar y Perfect Combination, y todas las que les siguieron. Canciones al más puro estilo del rock de la vieja escuela, desmarcándose (en mi opinión) del indie que muchos de sus fans idolatran. Sin duda lo que más me sorprendió del directo de L.A. fue eso mismo, rock puro, rock con letras hechas para ser coreadas a todo pulmón, rock para bailar, rock para saltar. Rock al fin y al cabo. Desde luego estamos ante uno de esos artistas cuya máxima virtud es mejorar en directo respecto a sus trabajos de estudio, con una voz poderosa que retumbaba entre las paredes de la Joy Eslava.
Lo peor: La cabellera del bajista y que no acabasen con Stop the Clocks, canción que hubiera dejado en éxtasis tanto a mi como a la mayoría del público asistente.Nota: Debido a problemas técnicos (cosas del directo) no pudimos usar la cámara réflex y tuvimos que hacer las fotografías desde el móvil. Disculpen las molestias.