Crónica de la fiesta hawaiana urbana montada por No Crafts, ¡Mahalo! y Aloha Bennets el pasado viernes 7 de octubre en la sala Phantom de Madrid


Octubre sigue sin querer mostrar su cara otoñal. Las madrugadas acaban siendo un tanto frías, pero los calores del estío tardío hacen que una siga resistiéndose a acoger la manga larga y guardarse el escote en aquellas noches que una pasa a la intemperie. La del viernes dio lugar para las yonki-latas, la brisa vespertina y el calor (¿del amor?) en un bar gracias al anzuelo con el que se iniciaba el fin de semana. Un concierto que dejó al descubierto las mejores armas de las juventudes que remueven el suburbano (que no suburbial) panorama musical nacional actual. Una propuesta en el que la adrenalina y la serotonina se dieron la mano al ritmo de No Crafts, ¡Mahalo! y Aloha Bennets.

La antigua Boca del Lobo, que en la actualidad atiende al nombre de Sala Phantom, ha vivido revisiones de chapa y pintura hace unos meses, pero sigue sin perder ese poder de cocción de sus orígenes. Una auténtica Bombonera a tamaño reducido y sita en medio de la turística zona de Huertas, a dos minutos a pie del mismísimo kilómetro 0. Fue allí donde se dio cita un cartel lleno de futuro y optimismo con el que mantener la fe en esta época alternativa musical que nos ha tocado vivir. La gente empezaba a posicionarse en las primeras filas, entre los que se encontraban colegas, amigos, amados y amantes de la farándula como la familia Wallas, algún que otro The Garage Players (combinado con Ola la Meta) y un ejemplar de Los Nastys. Las luces fueron apagándose según iba llenándose la sala por lo que la visión de rostros conocidos fue minando al ritmo que, en contraposición, ascendían las cervezas.

Los primeros en aparecer en escena fueron No Crafts. Desde El Ukelele hemos tenido la suerte, y tiento, de verles por medio Madrid (incluida nuestra II Aloha Cannibal Party) y nos llena de orgullo y satisfacción ver como en cada nuevo concierto siguen creciendo, tomando más fuerza, más riesgos y atronando como si sobre el escenario fuesen el doble de músicos. Cuesta ser objetiva cuando les conoces, pero nadie puede dudar que su juventud (divino tesoro), lejos de ser una lacra, les supone una ventaja en cuanto se suma al respeto con el que se toman su profesión y la vinculación a la escena que llevan a cabo con acciones como la organización del sarao del pasado 7 de octubre. Junto a temas de sus anteriores discos, como ‘Never Going Down’ o ‘Dancing Alone’, alegraron a los presentes con temas nuevos que dejaron entrever un inminente trabajo con toques de tralla y punk. La versión de ‘Common People’ de Pulp ya es habitual fin de fiesta. Mejor inicio de concierto, imposible.

El escenario seguiría siendo ejecutado por ¡Mahalo!, quienes llevan sorprendiendo a propios y extraños desde su aparición hace año y medio en acciones como Mostaza Club o la primera edición de Proyecto Waikiki. El cuarteto sigue pisando fuerte y atrayendo a masas con las que llenar las salas. Indudable no darse cuenta del poder de atracción que genera una banda que a la segunda canción ya tenía a los parroquianos disfrutando de pogos, sudor y patadas. Mientras, el calor parecía querer jugar a los médicos entre tant@ niñ@ bien sudad@. Pachá ya no les vería esa noche. Jaime como frontman no tiene precio pero llegado el momento fue generoso y cedió el puesto a Dan como cantante solista. Temarrales como ‘Issues’, ‘Fun’ o ‘Party’ sonaron más británicas que nunca. Los niños se hacen mayores y se alejan del amor único al garage en favor de una apertura musical buscando sonidos más rock y punk o con visos de unos primigenios The Fratellis. Ya sabéis, si Mahalo Madrid están en tu fiesta la diversión está asegurada.

Tras ellos llegaba la actuación más esperada de la noche, ya que se trataba de la visita de nuevas caras dentro del panorama habitual de salas madrileñas. Aloha Bennets querían quitarse el mal sabor de su último viaje a la capital, pero los inicios no auguraban nada bueno. El sonido hizo estragos durante los primeros temas en más de un micrófono y las barcelonesas tuvieron que tirar de buenas intenciones (y ovarios) para salir del paso mientras los que permanecimos en la sala no podíamos más intercambiar miradas hacia el técnico y el sonido para que la situación cambiase. Pero, hemos venido a jugar y Aloha Bennets saben hacerlo muy bien. Punk exótico, juego a tres voces, un batería que lo mismo toca para bailar el limbo, milimetra la canción de punk perfecta o te inicia en el reggaeton, y mucha actitud sobre el escenario. Los presentes seguíamos enganchados a la propuesta fresca y sin ningún tipo de pudor mostrada por las intérpretes de hits como ‘Púdrete’ o ‘Varadero’ mientras el sonido iba mejorando y los nervios se iban perdiendo. Publicar un ep bajo el nombre de Mahalo fue premonitorio al igual que las intuiciones que antes del concierto auguraban que el directo de Aloha Bennets se haría corto. Fueron de menos a más y en el calor de la noche tuvieron que despedirse hasta una nueva visita. Esperamos que pronto vuelvan por Madriles. Como pudieron comprobar desde el escenario, tanto No Crafts como ¡Mahalo! estarán esperándoles con los brazos abiertos, las cervezas en mano y preparados para la acción.

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