FOO ha publicado The Seeker, un EP editado por Grans Records / Onarama Records, que consigue un equilibrio perfecto entre lo etéreo de la lisergia y lo tangible del rock de guitarras.
Desde Lleida, FOO ha sorprendido con The Seeker, un trabajo en el que han sido capaces de mezclar a las mil maravillas variados sonidos hasta dar con una fórmula lo suficientemente elástica como para soportarlo todo. Ese «todo» incluye progresiones psicodélicas, guitarras furiosas y atmósferas cambiantes.
La ausencia de barreras es uno de los primeros puntos que sorprenden de este The Seeker. Es un álbum al alcance de cualquiera, desde los amantes del ácido hasta los que prefieren el rock clásico, pasando por los adictos a las pegajosas melodías pop. La puerta está abierta a todos gracias a una receta versátil, apta para todos los oídos -y eso no es algo habitual en la era de las etiquetas-. Tan solo Stay -desde la costa catalana-, han sido capaces de crear algo parecido con su genial The Mean Solar Times.
La fusión que produce la guitarra entre esas progresiones que parecen llevar a ninguna parte y los contundentes riffs cargados de fuzz, provocan la tormenta perfecta para que nuestro cerebro sea arrasado. Además, pese a que The Seeker ha salido en formato de extended play, también nos cruzaremos con temas de corte pop, en los que la guitarra acústica se encargará de guiarnos a través del viaje con exquisitas maneras. En el disco, la psicodelia de finales de los sesenta y principios de los sesenta se da la mano con el pop alternativo que dominó los noventa. ¿Para qué más?
‘Outlanders‘ es la apertura perfecta. Un crisol de guitarras entremezcladas, donde los efectos fluyen entre el reverb, la distorsión y la completa desnudez. Una carta de presentación inmejorable de lo que está por venir. ‘The bullet and the sound‘ hace honor a su nombre, y es que tras un comienzo conmovedor, se arranca cargada de arrojo y furia, para después ir dejando compases que son verdaderos remansos de paz. Aquí la clave:
A vision like this makes me turn around. Are we really akin to the gods?
Underwater there is no music no silence either.
You know the order:
first the bullet, second the sound. Can you hear the siren song?
‘Oracle‘ despega ligeramente hacia el sonido espacial, creando una atmósfera ligera en la que la guitarra vuelve a ser protragonista. ‘Last burning candle‘ es el aviso, el fogonazo que nos advierte de que estamos ante un EP. Es una canción sencilla pero llena de encanto: pop de altos vuelos. ‘The Tower of the Sun‘ cierra el viaje. Como en cualquier álbum de psicodelia que se precie, el último corte es el más largo y el más enrevesado. ‘The Tower of the Sun‘, sin ser difícil, sí que es compleja, casi progresiva, con ese soniquete del teclado que planea sobre la canción en todo momento. Un final que hace honor a FOO.
FOO son Oriol Senan (voz y guitarra), Ernesto Moles (bajo), Daniel Ishanda (batería y percusiones) y Pol Ishanda (guitarra y voz), unos tipos que han realizado un estupendo ejercicio musical apoyados por el productor Marc Molas. Se me aparecen ecos de The Stone Roses o de Oasis, pero también de tiempos lejanos en los que Pink Floyd dominaba la escena o de otros inclusos más pretéritos en los que un cuarteto de Liverpool miraba al mundo desde la cima más alta.