La noche hacía presagiar lo peor. La lluvia había dejado atrás el intermitente y no cejaba en su empeño por torpedear el comienzo del fin de semana. Por suerte, ante nosotras aparecieron unos seres angelicales, de esa gente que te gustaría tener como vecinos: los buenos del SanSan Festival. Santi y María nos concedieron una amistosa entrevista minutos antes de que diera comienzo la fiesta de presentación de la próxima edición del festival valenciano.
Pulseras de esas que lleva la gente importante. Chupitos y polaroid a cargo de Jägermeister. Cerveza y copas en maceteros de plástico. Gente apiñada tras la valla de seguridad que dividía a los dos públicos y Sansito pululando a sus anchas por el interior de la Sala Penélope. Cualquiera diría que ya estábamos inmersos en el SanSan Festival. En modo planta de interior, pero festivaleando igualmente. Los allí presentes nos habíamos congregado para darle la bienvenida a la segunda edición del SanSan Festival, un proyecto repleto de buenas intenciones que a base de pequeños detalles se está haciendo un hueco en esta burbuja festivalera que se está viviendo actualmente en España. Tal y como nos contaron en la entrevista, la próxima edición tendrá lugar durante el primer fin de semana de abril (del 2 al 5 de abril) en Gandía.
Para dar la bienvenida a esta nueva sesión, dos de los grupos presentes en el cartel del SanSan Festival fueron los elegidos para dar música y servir de previa a lo que vendrá en el lluvioso mes de abril. Dinero y We Are Standard. Dos grupos de distinto estilo que ejemplifican la heterogeneidad de grupos presente en el panorama musical nacional.
Con un público, enmarcado dentro de los afortunados en seguir utilizando el carné Joven en la Comunidad de Madrid, entregado desde el primer rugido de guitarra, los madrileños Dinero ofrecieron una de sus bazas: su directo. Ellos lo saben. Saben de la potencia de base de batería. Del encanto de su cantante en sus monólogos improvisados. De sus estribillos pegadizos y sus himnos de los veinteañeros allí presentes. Da igual que fueras un pijo vestido de sport motivado o una groupie en primera fila. Sudaste igual que sudaron ellos sobre el escenario o bajando en la zona vip mientras interpretaban temas como “Dinamita”, “Duelo de Titanes” o “Mentiras”.
En el descanso de las actuaciones cabe destacar la presentación de algo así como Una bici, una ilusión, proyecto urbano que recicla y restaura bicicletas para donarlas a aquellas familias menos favorecidas para que todos los niños puedan disfrutar de una actividad tan sana como andar en bicicleta. Estos son esos detalles que hacen que SanSan sea diferente. Aparte, SanSito iba haciendo de las suyas durante ambos conciertos tanto sobre el escenario como en platea. Un ligón como ya no quedan. Tras el rock, llegó el momento de la electrónica. We Are Standard llenaron la Sala Penélope con su pop electrónico dedicado al buenrrollismo, visible tanto en sus temas como en la actitud del propio cantante (y en su camisa de corte hippie). Dudo que nadie se lo estuviera pasando tan bien como él, ofreciendo poses a diestro y siniestro y llamando al público a corear temas como “Other Lips (Other Kisses)”, “On The Floor” o “Jesus in Her Eyes”.
En resumen, tenéis que ir al SanSan Festival. Precios asequibles, el inicio del buen tiempo, un plan diferente al típico de Semana Santa, un cartel dedicado a la música independiente nacional y un personal entregado y siempre pendiente de que estés a gusto durante toda tu estancia. Más no se puede pedir, ¿no?