Segunda parte de la entrevista a Nocturnos hablando de su reciente Hemos visto lobos, de su trayectoria y de este extraño mundo que nos rodea
A primeros de verano, estuvimos con tres cuartas partes de Nocturnos de cañeo en una terraza cercana a Canillejas. Allí estuvimos hablando de su reciente Hemos visto lobos, de su trayectoria y de este extraño mundo que nos rodea. Tanto que la entrevista ha dado para dos tandas. Ahora, con motivo de la publicación de las nuevas fechas, recuperamos la charla no sin antes recordar que podrás verles en directo en los conciertos de Radio 3 (4 de octubre), Alcalá de Henares (28 de octubre), Vigo (12 de noviembre), Valencia (25 de noviembre) y Murcia (21 de enero).
Igual es que me hago mayor, pero recuerdo, por dar nombres, unos 40 Principales en los que había una mayor variedad.
Félix: Sí, aunque igual ahí también entraba que la calidad no estaba reñida con lo comercial. Ahora hay un abismo muy grande entre lo que se vende como comercial y lo ‘bueno’.
David M.: El ejemplo lo tienes, por ejemplo, en Los 40. El oyente medio es muy joven y, por tanto, más influenciable. No escuchan Calvin Harris porque les guste, lo escuchan porque es lo que mola. No es que yo busque música electrónica por internet y dé con Calvin Harris y me guste. Por eso apuestan por grandes estrellas que llevan detrás una mercadotecnia importante. Además que salir en Los 40 cuesta dinero y entonces Nocturnos también tendríamos que querer estar ahí. Nocturnos o cualquier otro artista indie. Antes salir en Los 40 era sinónimo de éxito, pero ahora depende más de esa mercadotecnia que decíamos antes que con el gusto personal verdadero.
Sí, me recuerda un poco a lo que ocurre con los conciertos: aunque la entrada sea muy barata como no te lo vendan, no vas.
David M.: El mundo idiota (risas). Realmente no creo que la gente sea idiota sino que sabe muy bien lo que quiere. Y lo que quiere no es música, es lo que la rodea. ¿Los djs que quieren? Que los jóvenes muevan el bullarengue con luces y drogas. Vamos, lleva siendo así desde los ochenta y desde antes.
Hombre, el gusto se hace…
David M.: Sí, pero poca gente se sale del redil. Tú, como nosotros, sientes la música de una manera que no es la habitual. Los que estamos metidos en la música vivimos en un mundo equivocado en el que creemos que es tan importante como para nosotros. Y no. Hemos tenido conciertos de diez personas, pero tienes que darlo todo. Y más de una vez te sorprendes vendiendo más discos que público presente. Pero sólo por eso te merece la pena. Luego están las veces que te llaman para tocar delante de la banda importante en algunas fiestas populares, que siendo sinceros sólo te vale para la foto de después con toda la gente esperando a, por ejemplo, Los Secretos. Es anecdótico. Cada uno tiene un concepto diferente de lo que le interesa. Piensa que tú cuando vayas a los conciertos verás que siempre acabamos siendo los mismos. Y los músicos viven de las salas y las salas de que el público acuda a ellas. ¿Qué pasa con eso? Que al final quien peta una sala muchas veces es un grupo tributo a quien sea. Y eso te hace pensar si a esa gente realmente le gusta la música o le gusta vivir en ese momento en el que vivieron eso. Esa parte emotiva. Como cuando te liaste con una tía solo porque sonaba ‘With or Without You’ (risas).
El tercer tema del disco es ‘Aire’, una canción más electrónica y que parece ser la llave con la que se llega a los demás temas. Esa unión del pop de los sesenta con una música más actual que decís en vuestras redes sociales y que se verá en temas como ‘Bonnie&Clyde’.
Félix: Cuando vas pasando todas las canciones de Hemos Visto Lobos sí que va cogiendo más fuerza lo electrónico. No creo que lleguemos a ser los nuevos defensores de la música romántica de los sesenta españoles pero sí que, sin ser un disco conceptual, es redondo. Cada tema le va ofreciendo una capa, una mayor profundidad e incluso una mayor oscuridad. Hay temas que entran de primera, pero según terminas la primera escucha, el oído te pide una más. Y descubres que te acaban enganchando aquellas que en un primer momento te habían costado más.
David M.: Se puede decir que los tres primeros temas sirven de gancho.
David B.: A mí me ha pasado de encontrarme con gente que me decía que habíamos cambiado y que les costaba el disco y después de haberle dado varias escuchas volver encantado con el sonido nuevo.
David M.: Las primeras son más directas, las más similares al primer disco, luego hay una ruptura y en ‘Exclusiva Internacional’ volvemos a esa senda. Tampoco nos queríamos ir de madre y hacer un giro muy radical. Que la ruptura no fuera dolorosa por ello, pero tampoco vamos a ser una banda que cada disco sea totalmente diferente al anterior. Pero teníamos más confianza para dar el paso adelante.
Félix: Son maneras de llegar a lo mismo pero desde lugares diferentes. Realmente no hemos cambiado tanto.
David B.: De todas formas en directo seguimos siendo los mismos.
Félix: Lo que sí es cierto es que hemos dado vueltas a los arreglos, a los estribillos…no nos hemos decantado por la primera idea. Ese tipo de decisiones hace que un grupo crezca y en ese sentido hay que agradecer la labor de Sergio (Molina) y Paco (Loco) por buscar el arreglo y la textura que te pide la canción.
También ayuda el hecho de haber trabajado con un productor que ya conociáis.
Félix: Sí, aunque puede ser un arma de doble filo. Sabes por donde va a ir, pero no sabemos por donde nos hubiera llevado otro productor con el que hubiéramos trabajado.
David M.: En ese sentido sí que optamos por la comodidad y la naturalidad.
Y ya para terminar, ¿a quien os gustaría que entrevistásemos?
David B.: Pues a Sergio Molina.
Félix: A unos colegas nuestros de Vigo, Inerttes. Tienen un directo y son muy buenos, con un rollo parecido a Piratas. De hecho su productor es Paco Serén, uno de sus guitarristas. Viven en una aldea y ese es su hándicap. A Nocturnos nos pasa igual: somos de Alcalá de Henares y se nota la diferencia entre una ciudad grande como Madrid y esta.
Bueno, luego acabas tocando en las mismas salas y también te apetece salir, pero surge el miedo.
David B.: Hay que hacer el tour, aunque a veces sea un peaje.
David M.: Nosotros igual tocamos en Albacete y van diez personas, pero no te creas que forma parte de equipos de tercera. Es una situación que es más habitual de lo que uno quisiera. Hace unas semanas Sex Museum cancelaron un bolo precisamente por eso.
Félix: También depende de cada ciudad: hay algunas que sí que tienen un hábito de optar por ese tipo de ocio, pero en otras es muy difícil. Pasas de petar la sala El Sol a cantar ante cuatro gatos.