El pasado viernes 7 de febrero, tuvimos la oportunidad de asistir a uno de los conciertos más divertidos de los que he vivido en mucho tiempo. The Fleshtones hacía una parada en la Sala López de Zaragoza con el fin de presentar su último trabajo “Wheel of talent”.
Larga es la trayectoria de esta banda de rock garagero formada en Nueva York en el año 1976 y larga es la lista de los componentes que han pertenecido a ella en sus años de vida.
En esta ocasión contamos con el carismático Peter Zaremba al frente de la formación, Keith Streg a la guitarra, Jan Marek Pakulski al bajo y Lenny Calderon a la batería.
Con algo de retraso sobre el horario previsto, al parecer la concurrencia espera siempre al último momento para aparecer, (quizá sea porque es sabido por todos); la formación entró en escena con las pilas bien cargadas para mover, girar, saltar y contagiar al público durante más de una hora de espectáculo.
Pertrechados con sus mejores galas: camisas surferas, pantalones plateados y guitarras brillantes como complemento del total look; se ganaron poco a poco al público maño. Bien es sabido por todos que es de los más difíciles del panorama a la hora de entrar en la fiesta, pero la recompensa una vez conseguido es la fidelidad eterna.
Nos regalaron canciones de sus trabajos anteriores como Hitsburg U.S.A, alguna versión de los Beatles, e incluso un tema en español Veo la luz. Hubo rock puro unas veces, garaje e incluso influencias de punk y R&B en otras. Estribillos fácilmente reconocibles y cantados, fuimos animados por Zaremba al final de cada canción a girar como peonzas, y se mezclaron con el público saltando del escenario en varias ocasiones.
Los bises al final (salieron a escena unas cuatro veces) plasmaron en la retina de todos los asistentes lo que significa diversión y entrega, y, pese a que el cuarteto no está formado por chavales, derrocharon energía a raudales. Un concierto que gustó tanto a padres como hijos. Esperamos verlos de nuevo muy pronto por tierras aragonesas.