Como preparación para la defensa planetaria, en el improbable caso de que un asteroide con suficiente masa causara una devastación regional o, mucho más raramente, un impacto biológico total en el planeta, la NASA lanzó su satélite asesino DART para probar si podría desviar eficazmente un asteroide en curso de colisión con la Tierra. El asteroide en cuestión es la luna (Dimorphos) de un asteroide aún mayor llamado Didymos.
Este asteroide fue elegido precisamente por ser la luna de un asteroide aún mayor. Al colisionar con él, su velocidad se reducirá, y simplemente caerá en una órbita aún más cercana a su asteroide padre, por lo tanto, evitando cualquier evento peligroso en cascada que podría suceder.
Esta es la razón por la que DART se llama así, Prueba de Redirección de Asteroides Dobles.
A la NASA le encantan los acrónimos.
Un pequeño satélite de la ESA (Agencia Espacial Europea) llamado LICIACube seguirá al satélite principal y adoptará una posición de espera a una distancia segura de ~31 millas (~50 kms) para observar el efecto del impacto en el asteroide hermano de Didymos.
Es probable que el experimento tenga éxito, ya que la NASA suele planificar sus misiones con bastante esmero, y tienen un buen historial para una agencia espacial, sin embargo, ninguna posibilidad de fracaso es nula, así que es bueno asegurarse.
Las imágenes de LICIACube mostrarán lo que ocurrió después de que la alimentación de DART se cortara debido al impacto, nos permitirá saber si la redirección tuvo éxito después de todo, y si se trata de una buena estrategia.
¿QUÉ ES LA DEFENSA DEL PLANETA?
La defensa planetaria es el proceso por el cual una civilización, como la nuestra, con los medios tecnológicos de que dispone, puede defender el planeta. A diferencia de la ciencia ficción, esta defensa no es antialienígena (por ahora), sino antiasteroides o anticometas, con diferentes métodos para adaptarse a los distintos tipos de amenazas espaciales.
Los asteroides tienden a ser más duros y condensados como cuerpo espacial, lo que permite que un impactador (la parte de un satélite que chocará con el cuerpo espacial) tenga un efecto sobre su dirección y/o impulso, mientras que para un cometa, que es un cuerpo más difuso, será necesario utilizar un método diferente, como por ejemplo, una masa en órbita, para alejar lentamente su dirección de la Tierra.
La defensa planetaria también implica la vigilancia del cielo; actualmente se ha cartografiado el 95% de los asteroides equivalentes al tipo de asteroide que venció a los dinosaurios, o al menos los que se encuentran en ese rango mortal (~0,6-6 millas/1-10 kms).
Sin embargo, muchos de los asteroides más pequeños de la clase de 1 km o inferior a 1 km, aunque se han rastreado en gran medida, ocultan los asteroides mucho más pequeños inferiores a 100 m, que son tan numerosos que requieren un presupuesto que actualmente no es políticamente factible, o incluso si lo fuera
Hay otros factores que pueden enmascarar estos cuerpos: otros asteroides más grandes, el polvo, el sol, etc.
Don’t want to miss a thing? Watch the final moments from the #DARTMission on its collision course with asteroid Dimporphos. pic.twitter.com/2qbVMnqQrD
— NASA (@NASA) September 26, 2022
Tales asteroides, como el meteorito de Cheliábinsk (febrero de 2013, que sólo medía 66 pies/20 metros, pero provocó una explosión de 400-500 kilotones, que si hubiera llegado más cerca de la superficie, si hubiera sido un poco más grande, habría causado una devastación significativa en la región de Cheliábinsk), pueden llegar con poco tiempo de antelación, si es que lo hay.
Los asteroides más grandes (que luego se convierten en meteoros), como el evento de Tunguska (junio de 1908), que es el mayor impacto con la Tierra después de 6.000 años antes de Cristo (A.D.), sólo tenía entre 2,5 y 3 veces el tamaño del meteorito de Chelyabinsk.
Este meteorito explotó a menos de la mitad de la altura del de Cheliábinsk (~6 millas/10kms frente a ~17,5 millas/28kms) sobre la superficie de la Tierra. Por suerte, el meteorito de Tunguska se desintegró sobre las vastas y poco pobladas extensiones de los bosques del norte de Siberia.
Y se esperaba que las muertes subsiguientes fueran mínimas, si acaso, y probablemente sólo incluyeran plantas, animales y tal vez algunos nómadas. Se espera que su rendimiento supere los 100 megatones, lo que hace que sea más del doble de potente que la bomba nuclear más potente que haya explotado en la Tierra (Tsar Bomba, 50 Mt.).
Y aunque la mayoría de los meteoros explotan sobre el océano y casi nunca lo hacen sobre regiones pobladas, la posibilidad de que un evento tan raro pero de gran impacto pueda golpear una ciudad importante, nos hace reflexionar e identifica la necesidad de la detección e interceptación temprana de tales cuerpos.
IMPACT SUCCESS! Watch from #DARTMIssion’s DRACO Camera, as the vending machine-sized spacecraft successfully collides with asteroid Dimorphos, which is the size of a football stadium and poses no threat to Earth. pic.twitter.com/7bXipPkjWD
— NASA (@NASA) September 26, 2022
Aunque Dimorphos no es tan grande, es importante que se realicen expediciones de prueba de concepto como ésta, para asegurar la continuidad futura de la civilización, aunque sea a escala local.
La historia de la defensa planetaria tiene sus raíces, como gran parte de la tecnología espacial, en la tecnología militar. En concreto, el RADAR, que se utilizó para rastrear los misiles balísticos intercontinentales de la Unión Soviética que podrían haber cruzado Alaska, Groenlandia y Canadá hasta llegar al territorio continental de Estados Unidos.
Antes de la creación de la Oficina de Coordinación de la Defensa Planetaria bajo los auspicios de la NASA (enero de 2016), existía el Centro de Sistemas Espaciales y de Misiles (ahora el Comando de Sistemas Espaciales) en Los Ángeles (que todavía está allí), establecido en 1954, bajo