El pasado sábado 5 de abril, sobre las 23:00 de la noche nos encontrábamos en un acogedor local de Alicante con paredes y luces blancas y brillantes que destacaban la presencia de un pequeño escenario en la esquina del local. Se nos presentaba una gran noche por delante y es que teníamos una cita con Bravo Fisher!, encargado de presentar por primera vez en nuestra ciudad El Valle Invisible en UnBuenDía Lounge Bar.


El concierto comenzó un poco más tarde de lo previsto, mientras la gente seguía llegando, momento en el que los ya presentes aprovechaban para tomarse una  cervecita o charlar con el propio Guillermo Galguera, sí, el mismo Bravo Fisher!, quien no dudó ni un momento en mostrar la misma cercanía que más tarde transmitiría en todas y cada una de sus canciones. Poco después, el cantante subió al escenario junto a su compañero Claudio, encargado del teclado y pieza fundamental para llevar a cabo todo lo que tenían planeado.

Para quienes no lo sepan, Bravo Fisher!, había preparado un concierto de lo más especial, un acústico bastante innovador que consiguió despertar algo en todos nosotros aquella noche de casi verano, sabíamos que era el momento de disfrutar y desconectar. ‘Floridablanca‘ fue la canción encargada de dar comienzo al concierto, dos jóvenes se enfrentaban a un público al principio un tanto tímido, pero que más tarde comenzó a animarse con ‘39‘ y su bailable indie pop.

No todo fueron temas de su segundo trabajo, también pudimos disfrutar de ‘Go Back To Spain‘ de su primer álbum en inglés We Were Overnighters. Tras una pequeña presentación ante el público y agradecer a todos los asistentes el haber venido, llegó el turno de ‘Por lo más oscuro, amanece‘, cortesía de Claudio, y es que éste fue el encargado de soplarle a Bravo Fisher! que canciones tenían que tocar tras cada tema, algo que no pareció importarle y a nosotros tampoco, ya que nos encontrábamos “entre amigos” como él mismo comentó entre risas.

Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con el tema ‘Tras el cristal‘, canción que cantó de una manera que jamás antes había cantado, de forma mucho más pausada, un sonido del teclado más clásico y envolvente, y un ritmo que destacaba la profundidad de su letra. Tras ese momento, Claudio (teclado), se bajó del escenario, dejando a Guillermo solo ante todos nosotros, dispuesto a dar lo mejor de si mismo con ‘YSIS‘, y aprovechó para explicar su significado, transmitiéndonos toda la fuerza necesaria para enfrentarnos a  los “y si no puedo”, ” y si no llego” que se nos presentan en la vida en algunas ocasiones, fuerza y valor inundaron el escenario.

Nos sorprendió de forma positiva el momento en el que interpretó su propia versión de ‘Video Games‘ de Lana del Rey.  El ambiente estaba lleno de buenas vibraciones, nada mejor que continuar con el tercer single de su nuevo disco ‘Corriendo a ciegas‘. Parecía que el concierto estaba llegando a su fin, sin embargo, aún quedaba lo mejor. Un ‘Sanseacabo‘ lleno de energía y buen rollo, que incluyó una pequeña mezcla por parte del teclista Claudio de la conocida canción ‘Safe and Sound de Capital Cities y un casi final con ‘maletas al agua‘, acabaron de impresionar al público.

Miradas‘ fue el hit escogido para dar por terminado el concierto, “temazo” reservado hasta el final para dejarnos a todos con un perfecto sabor de boca. Sin embargo, un público totalmente entregado y poco conformista (éramos pocos pero contábamos como muchos), quiso más, y una vez bajado del escenario, el cantante, volvió a incorporarse. Tras los gritos post-concierto de “otra”,”otra”, Bravo Fisher volvió a interpretar ‘39‘, eso sí, esta vez los allí presentes no dejaron de cantar y bailar en toda la canción.

Una vez finalizado el concierto acústico, Guillermo y su acompañante volvieron a bajar del escenario, esta vez para quedarse entre todos nosotros, para hablar o hacerse una foto con todo aquel que estuviera dispuesto, o simplemente para agradecerles el habernos hecho pasar una bonita noche. Doce canciones, una puesta en escena llena de magia y un acústico que a muchos nos ha acabado convenciendo, incluso más, que los ritmos sintéticos a los que nos tiene acostumbrados. Gracias Bravo Fisher!, esperamos volver a tenerle pronto por aquí, hasta siempre.

Fotografía: Little Rose (UnBuenDía Lounge Bar) 

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