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Pablo Ojeda, nutricionista, revela la clave de Cristina Pardo para adelgazar 20 kilos

La periodista Cristina Pardo ha sorprendido recientemente a sus seguidores con una notable transformación física: ha perdido 20 kilos. Esta noticia no ha pasado desapercibida, y muchos se han preguntado cuál ha sido el secreto detrás de este cambio. En una reciente entrevista, el reconocido nutricionista Pablo Ojeda, quien ha acompañado a Cristina en este proceso, reveló los pilares fundamentales que hicieron posible esta pérdida de peso.
A continuación, te cuento todos los detalles sobre cómo Cristina Pardo logró adelgazar de manera saludable, sostenida y sin dietas extremas, basándose en un enfoque integral de la mano de un profesional de la nutrición.
¿Quién es Pablo Ojeda?
Pablo Ojeda es uno de los nutricionistas más conocidos en el ámbito de la salud y bienestar en España. Es autor de libros, conferencista y colaborador habitual en medios de comunicación. Su enfoque se basa en la reeducación alimentaria, el equilibrio y el cambio de hábitos, dejando de lado las dietas estrictas y los métodos milagrosos.
Ha trabajado con múltiples figuras públicas, y en este caso, Cristina Pardo confió en él para mejorar su salud y lograr una transformación que ha sido aplaudida por muchos.
Cristina Pardo: una transformación visible
Cristina Pardo, conocida por su trabajo como periodista y presentadora en La Sexta, nunca había mostrado una obsesión por su imagen. Sin embargo, en sus propias palabras, llegó un momento en que se sintió incómoda consigo misma y decidió hacer algo al respecto.
Más allá de lo estético, su motivación era recuperar energía, sentirse más ágil y estar más sana. Con esa intención, contactó con Pablo Ojeda y comenzó un proceso que ha durado varios meses, sin prisas y con constancia.
Las claves del cambio, según Pablo Ojeda
Pablo Ojeda explicó en su intervención que el método seguido con Cristina Pardo no fue una “dieta” tradicional, sino una estrategia personalizada centrada en los siguientes puntos:
1. Educación nutricional
Uno de los pilares del proceso fue enseñar a Cristina a identificar los alimentos adecuados para su cuerpo. Esto incluyó aprender a leer etiquetas, entender el valor nutricional real de los productos y eliminar hábitos poco saludables.
“No se trata de comer menos, sino de comer mejor”, señaló Ojeda.
2. Organización y planificación
Ojeda ayudó a Cristina a organizar sus comidas semanales y evitar improvisaciones, que suelen llevar a elecciones menos saludables. Las comidas se planificaban teniendo en cuenta su rutina laboral, eventos sociales y horarios.
3. Alimentación basada en comida real
El plan no incluía productos light ni ultraprocesados. Se basaba en alimentos reales: frutas, verduras, legumbres, carnes magras, huevos, pescado azul, frutos secos y aceite de oliva virgen extra. Cristina empezó a cocinar más y a disfrutar del proceso.
4. Control de cantidades, sin restricciones extremas
Ojeda no prohibió ningún alimento, pero sí enseñó a Cristina a controlar las raciones y equilibrar los excesos. Por ejemplo, si comía fuera o tenía una comida más calórica, compensaba al día siguiente con opciones más ligeras.
5. Flexibilidad y realismo
No se trató de una rutina inflexible. Había espacio para algún capricho ocasional, y eso evitaba la frustración. Según Ojeda, la clave es el 80/20: comer bien el 80% del tiempo y dejar un 20% para disfrutar sin culpas.
6. Actividad física adaptada
Aunque Cristina no era amante del deporte, incorporó caminatas diarias y algunos ejercicios funcionales. No se exigía un entrenamiento intensivo, sino movimiento diario como hábito.
¿Cuánto tiempo tardó Cristina Pardo en perder 20 kilos?
La pérdida de peso fue progresiva. Cristina tardó cerca de un año en adelgazar los 20 kilos. El proceso fue controlado, sin poner en riesgo su salud ni caer en el efecto rebote. Pablo Ojeda insiste en que la clave del éxito es la constancia y la sostenibilidad a largo plazo.
El aspecto emocional: otra pieza del puzzle
Ojeda también abordó con Cristina el plano emocional. Muchas veces, el exceso de peso está ligado a la ansiedad, el estrés o la relación emocional con la comida. En este sentido, trabajaron también desde una perspectiva más global, identificando los momentos de hambre real frente al hambre emocional.
Además, Cristina se apoyó en meditación guiada y técnicas de respiración para aprender a gestionar la ansiedad sin recurrir a la comida como escape.
¿Qué dijo Cristina Pardo al respecto?
En sus declaraciones, Cristina ha sido muy clara: no ha pasado hambre, no ha hecho dietas extremas, y no ha seguido ningún método milagroso. Simplemente, aprendió a comer mejor y a cuidarse.
“No ha sido fácil, pero tampoco ha sido un sacrificio insoportable. He descubierto otra forma de vivir, más saludable y equilibrada. Y lo mejor es que me siento con más energía que nunca”, comentó en una entrevista.
Consejos de Pablo Ojeda para quienes quieren empezar
En la misma intervención, Ojeda compartió algunas recomendaciones para quienes deseen iniciar un camino similar:
- Acude a un profesional. No sigas dietas de internet sin supervisión.
- Olvida el peso como único indicador. Lo importante es la salud.
- Empieza poco a poco. Cambia un hábito a la vez.
- Come comida real. Evita los ultraprocesados.
- Muévete a diario. No hace falta ir al gimnasio si no te gusta.
- Duerme bien. El descanso es clave en cualquier proceso de pérdida de peso.
- Sé paciente. Los cambios duraderos toman tiempo.
¿Por qué esta historia ha generado tanto interés?
El caso de Cristina Pardo ha captado la atención porque representa una historia cercana y real. No hay retoques digitales, ni dietas exprés, ni productos mágicos. Solo una mujer que decidió cuidar de sí misma con la ayuda de un experto y mucha constancia.
Su transformación demuestra que es posible perder peso sin sufrimiento, sin pasar hambre y sin renunciar a la vida social. Y lo más importante: cuidando la salud en cada paso del camino.
Conclusión
Cristina Pardo ha demostrado que, con la ayuda de profesionales como Pablo Ojeda, es posible transformar el cuerpo y la mente desde un enfoque saludable. Su caso no solo inspira por el resultado visible, sino por el mensaje que transmite: que el bienestar no se basa en tallas, sino en hábitos y salud.
La clave no está en hacer dietas, sino en aprender a vivir de forma diferente. Y, como bien señala Ojeda, cuando uno cambia los hábitos, cambia la vida.
