El pasado fin de semana tuvo lugar uno de los festivales con más encanto del panorama español. Estamos hablando del Polifonik Sound, todo un acontecimiento que ya ha cumplido su séptima edición y que tiene lugar en Barbastro. Una pequeña localidad oscense de menos de 20.000 habitantes.
Muchas han sido las sorpresas que nos ha deparado esta edición durante los dos días de duración (27 y 28 de junio), incluyendo el cambio de fecha con respecto al año pasado.
A las 21:15h, Donald Nadie daba el pistoletazo de salida preparando a los asistentes para Mucho, grupo que se sumó a última hora debido a la caída del cartel de Tuya, pero que llegó y convenció con su rock cósmico y la energía a la que nos tienen acostumbrados en su gira de “El apocalipsis según Mucho”.
Una hora más tarde el turno fue para Full, que supieron animar y alentar los ánimos ante una concurrencia joven que se estaba preparando para disfrutar con el cabeza de cartel de la noche: Lori Meyers.
Los granadinos, que no necesitan presentación alguna, empezaron sobre las 00:30h, (hay que decir que la organización ha respetado los horarios de una manera impecable) e hicieron su aparición con una puesta en escena propia de la gira de Impronta, soportados por un fondo de escenario con círculos concéntricos cuyas luces cambiaban dependiendo del tema y que incitaban a hacer una gran cantidad de fotos.
Y realmente nos dieron todo aquello que podíamos desear: desde la colaboración estelar de Annie B. Sweet en una de las canciones, hasta la aparición en escena de Sidonie sin motivo alguno para saludarse y compartir risas, abrazos y fotos con una taza de Canadá; pasando por Planilandia o Emborracharme hasta sus temas más conocidos como Luces de Neón, Alta fidelidad justo antes de los bises y el culmen final de Mi realidad.
Difícil lo tenían Sexy Zebras para mantener los ánimos al máximo, pero este grupo de rock madrileño, consiguió con sus guitarras, algo que no está a la altura del resto.
La jornada de conciertos acabó con Grises, viejos conocidos de la anterior edición en su versión diurna en el escenario del Museo, que acaban de lanzar “Animal” y que tienen muy claro que es lo que tienen que hacer para alcanzar la meta en las primeras posiciones del ranking.
Solo quedaban los Indiescabreados djs para terminar la noche y… a descansar.
El sábado, a media mañana, se inauguraba el escenario Museo, un paraje bucólico que une gastronomía y música con un escenario al pie de la fachada de madera del Museo Diocesano y la torre de la catedral.
Fue un día, más que caluroso, en el que la escasez de sombra hizo que la gente se agolpase al pie de los árboles. Pero mereció la pena, y ¡no sabéis cuanto! para ver al que, según mi opinión, fue el mejor concierto de todo el fin de semana: Sidonie. Con sus camisas hawaianas, nos hicieron bailar, corear sus himnos; y en Sierra y Canadá su último trabajo hay unos cuantos. Nos acercamos más a ellos y ellos a nosotros que llegamos a cantar incluso con el micrófono.
Y la fiesta se trasladaba por la tarde a un bar de la zona para aquellos que no habían tenido lo suficiente. Pero, en nuestro caso, la pospusimos hasta las 24h para volver al recinto ferial y ver a The Boxer Rebellion que hacía su única parada en España desde hace unos años. No hay palabras para describir la manera en la que sienten la música y en la que nos hacen sentirla. Cuando les escuchas te das cuenta de que eres un privilegiado y una sonrisa se escapa automáticamente, notas que no puedes apartar la mirada del escenario y que no escuchas ningún otro ruido más allá de la música que sale de sus instrumentos y que se acopla con sus voces de una manera que roza la perfección.
Second fueron los siguientes y nos presentaron su “Montaña Rusa” ataviados con camisetas negras futuristas. Y, aunque gustaron bastante, hay que decir que el nivel de esta edición era muy alto y el público en el segundo día era más experimentado.
Acabamos con Devito, que nos alzaron en su espiral de baile y nos dejaron sin palabras por la energía que desprenden.
Solo deseamos que la próxima edición llegue pronto y que sea igual de exitosa que esta, pero para eso tenemos que esperar casi un año, una carga que se hará más ligera gracias a la cantidad de buenos recuerdos que nos hemos traído en la maleta.
¡Polifonik Sound, un verdadero placer!
Por Lara Gracia