El pasado 7 de febrero estuvimos viendo en directo en la céntrica sala Wurlitzer, vecina a la madrileña Gran Vía, el espectáculo organizado por los castizos Yakuzas y los simpáticos Buguibún. No será la última vez que estos canallas actúen en Madrid puesto que forman parte del cartel de la primera sesión de Proyecto Waikiki. Ya sabéis, el 28 a romperse en la sala Taboo. Estuvimos charlando con ellos tras su bolo y sólo podemos decir que se vivió de todo en ese camerino.
Para empezar: Romerman, ¿por qué llevas las gafas de sol en el escenario?
Dimitri: Es un ser sinestésico.
Romerman: Porque estoy prácticamente ciego. Tengo mil de astigmatismo, mil de miopía…
Dimitri: Es una víctima del amianto.
Romerman: Mola más no ver lo que pasa delante tuyo (y, aquí, es donde hablamos sobre la intensidad de la mirada de nosotros, los miopes).
¿Cuál es vuestra película favorita sobre la mafia japonesa?
Lucky Lucas: Yakuzas (risas).
Romerman: Para no decir la misma, diré la de Johnnie To. Es muy Yakuzas él.
Dimitri: Juanito.
Romerman: Müller (risas).
(Entran en acción los Buguibún. Bendito caos el que se organiza allí)
¿Tenéis alguna sala fetiche en Madrid?
Cuélebre: El Gruta para tocar y el Wurli para salir de fiesta. ¡A desfasar! (risa)
Romerman: Son nuestras casas.
Lleváis un año con Matogrosso fuera, ¿qué tal está madurando el disco en este año?
Cuélebre: La verdad que muy bien. Estuvimos en Galicia y País Vasco también y a la gente le ha gustado. Venían a comprarnos el disco y a decirnos que le gustaba, así que encantados.
Dimitri: Nadie ha venido a decirnos que no le haya gustado. (risas)
Lucky Lucas: Nadie nos lo ha devuelto (risas)
Romerman: Tiene seis meses de garantía y nadie ha hecho uso de ella (risas).
Mujer madura es una oda a las M.I.L.F.
Dimitri: Es retórico, ¿no? Obviamente (risas).
¿Está basado en alguna experiencia personal?
Cuélebre: Lucas quiere decir algo (risas).
Lucas: Digamos que tuve una época en la que me dio por ahí y a ellas también. Una buena racha que tuve (risas). Ahora ya he cambiado.
Dimitri: Se está enamorando (risas).
¿Ganar concursos de bandas, como el Festimad Taste os ha abierto las puertas para el mercado nacional? (mientras, Parchís de fondo)
Romerman: El Villa de Madrid nos dio la oportunidad de presentar en su día el disco Chamberí Rock City con más fuerza que si no hubiéramos ganado. Y conseguimos contactos después del concurso, pero más a nivel madrileño que a nivel nacional.
Cuélebre: Nos permitió hacer una gira y la gente del Villa de Madrid siempre está pendiente de las bandas que han pasado por ellos y vuelven a realizar conciertos varios.
(Ahora entra al camerino David. Un gran fan con cierto parecido a Marc Márquez. Si nos estás leyendo, te esperamos en el siguiente bolo)
¿Qué esperáis para este 2015?
Lucky Lucas: Componer como animales.
Cuélebre: Estamos haciendo temas y, si podemos, sacaremos disco en este año
¡Qué decir de “Las chicas de Oro”! En relación con el tema, ¿qué opináis de la situación actual en la que se encuentran muchas salas de Madrid?
Romerman: Es obvio que la situación cada vez es más jodida para las salas en cuanto a permisos. Hay salas a las que se les ha ido restringiendo el aforo y la venta de alcohol. Es todo muy hipócrita para que vaya un público de entre 18 y 80 años. Lo realmente perjudicial es que los jóvenes no pueden ir a un concierto de rock’n’roll hasta los 18 años, y eso hace mucho daño. Van a estar escuchando Pablo Alborán hasta los 18. Para ellos, la música es lo que escuchan en los 40 Principales.
¿Qué bar de Chamberí nos recomendáis?
Cuélebre: El Leonés.
Dimitri: Me encanta porque tiene una carta de bocatas que son todas las provincias de España.
Cuélebre: Pero algunas no tienen nada que ver.
Dimitri: Ya, bueno, pero hay un intento. Son muchas provincias. Piensa que es camarero, no creativo publicitario. (risas) Mola porque aúna la decadencia y el buen rollito de Chamberí. Es muy bonito porque ha estado cinco años sin una letra en el rótulo, siendo El Leone. Ahora ha vuelto a ser el de antes.
Así al azar, ¿qué opináis de proyectos como Proyecto Waikiki? (risas)
Todos: ¡Proyecto Waikiki es la polla!
Romerman: Un concierto que junta a Yakuzas con The Parrots y Mahalo. Un proyecto que une a dos bandas que estuvieron a punto de matarse. (risas)
Dimitri: Sí, si. Podemos contaros esa pequeña exclusiva. (Sálvame se instala en el camerino de la Wurli). Una pausa dramática. Estaban presentes Romerman y Lucky Lucas.
Lucky Lucas: No recuerdo bien la situación. Sé que mandé a uno de ellos a tomar por culo, pero ninguno sabíamos quienes éramos.
Romerman: Estábamos tocando la guitarra en una plaza con una cerveza. Vino un chaval de pelo rizado con un flyer para decirnos que si queríamos ir a un concierto. A Lucas entonces le entró la hybris, miró hacia el infinito y le dijo ‘Fuera’. El chaval siguió a la suya y entonces Lucas dijo ‘Te he dicho que fuera, ¿te puedes ir de aquí?’. Una amiga y yo intentamos disuadirle y él mientras ‘¡Qué te vayas de aquí!’. Y el chico se fue. Seguimos sin saber si realmente era un parrot, pero llevaba flyer de su concierto.
Cuélebre: Igual se parecía pero no era.
Lucky Lucas: Realmente, la razón por la que queremos participar en este Proyecto Waikiki es para hacer las paces con ellos. Seremos nuevos mejores amigos. Los cuervos y los loros.
Dimitri: Yo tengo que decir que si eres andaluz, no hace falta que te diga donde se celebra el día de Andalucía.
Cuélebre: Además, somos bandas de Madrid que queremos hacernos un hueco y sirve para darnos a todos un empujón.
¿Alguna perversidad que queráis contar sobre algún concierto?
Dimitri: Esto hay que contarlo. (tensión) Es que es muy fuerte. En el concierto de Santiago de Compostela, el día anterior llevamos para el catering cocido. Y nos lo comimos con las manos. (risas)
¿A quién os gustaría que entrevistásemos?
Todos: Sumisión City Blues. Al Pela. Su cantante.