El panorama rock madrileño va reciclándose y tomándose en serio. Bandas para un futuro (e incluso ya presente) radiante aparecen en un horizonte cercano que nos invitan a soñar despiertos en una escena, musicalmente hablando, sana. Uno de esos proyectos esperanzadores es el dúo mujer-hombre que conforma His Majesty The King. Rock sin aditivos. Hemos estado de cháchara con Clara, la mitad del binomio, y nos ha contado cosas muy interesantes. Vuelven. Eso ya merece la lectura.
His Majesty The Kin, ¿qué opinión tenéis sobre la monarquía?
Hombre, la nuestra nos gusta. Las otras habría que derrocarlas.
Y hecha la gracia, ¿de dónde sale vuestro nombre?
Pues de la típica lista de nombres “Cuando tenga un grupo lo llamaré…”. Hace tanto tiempo que lo pusimos que ya ni nos acordamos.
Antes de que metamos la gamba, ¿cuáles son vuestras influencias? ¿Qué disco estáis escuchando una y otra vez ahora mismo?
Me parece que hablo por los dos cuando digo que ahora mismo escuchamos mucho el ‘Manipulator’ de Ty Segall. Pero no sé si calificarlo como influencia, para mí una cosa son los grupos que te gustan (y Ty Segall nos gusta mucho) y otros en los que te inspiras o a lo que suenas cuando tocas. Influencias hay muchas y muy dispares. Sonamos, según nos dicen, a los 90. Nos parece bien, no sé si es lo que “está de moda”, pero es lo que hay aquí (risas).
Lleváis desde el 2010 dando guerra. Desde ‘I Can See You Are Talking But All I Hear Is Blah Blah Blah’, ¿qué cambios habéis vivido tanto en lo personal como en lo profesional? ¿Os ha cambiado la vida?
¡Uf, en lo personal muchísimos y yo creo que para mejor! Sí, nos ha cambiado la vida, un montón. Y en lo profesional… Bueno, imagino que te refieres al grupo (que como no es exactamente nuestra manera de ganarnos el pan, no solemos referirnos así a él). Como grupo hemos crecido mucho y también nos hemos relajado a la hora de tocar en directo y eso se traduce en que nos lo pasamos mejor.
Después de encontrar en vuestro anterior trabajo temas en español (‘Imbécil’ me parece un himno a tener muy en cuenta). ¿En vuestro futuro trabajo seguiréis alternando idioma o volveréis al inglés?
Seguramente habrá más canciones en castellano, pero tampoco estoy segura de que vayamos a abandonar el inglés. Lógicamente, a veces es mejor decir las cosas en tu lengua materna, es más fácil expresarlas, pero siempre hemos oído mucha música en inglés y de alguna manera rara resulta natural componer en ese idioma. Lo bueno es que no tenemos que elegir.
Lleváis desde 2009 dando el callo en Madrid, girando por España y el resto del mundo. ¿Cómo veis el panorama nacional y, principalmente, madrileño del rock?
Pues… regular. En cuanto a bandas, bien. Hay mucha gente con talento y ganas de hacer cosas. Pero el apoyo a la música que no viene respaldada por grandes compañías de marketing o grandes discográficas (que también se dedican básicamente al marketing) es escaso y a las salas tampoco se lo ponen fácil muchas veces, y eso repercute directamente en los grupos.
Yo, personalmente, echo de menos que la música que hacemos los grupos pequeños llegue a más gente, porque también veo que los que vamos a conciertos somos los que tenemos grupos. Que eso está muy bien, claro, si no se queda solo ahí.
Retomando ‘Imbécil’, ¿a quién se la cantaríais (al oído o no)?
Hombre, Imbécil tiene nombre y apellidos, pero lo bonito es que cada uno puede ponerle el nombre y apellidos que quiera (risas). Para mí es una canción muy guay por las reacciones que provoca: la gente suele sonreír la primera vez que la oye y luego la canta con MUCHAS ganas. Todos hemos tenido un imbécil en nuestra vida así que se ven reflejados y eso crea cierta complicidad. Odio la palabra complicidad pero no se me ocurre otra que lo describa mejor (risas).
Hace un par de días volvisteis a los escenarios junto con TACOCAT. ¿Cómo fue el retorno a los escenarios?
¡Pues muy bien! Fue muy especial. Teníamos muchas ganas y nos lo pasamos genial. Estamos preparando más cosas para después de Navidad, así que esto es una vuelta en toda regla.
Y ya para terminar, tal y como hicieran con vosotros Idealipsticks y Layabouts, ¿a quién os gustaría que entrevistásemos?
Pues mira, voy a tirar de familia: a Jygüer.