A despecho del absolutamente agotado —y hasta demodé— concepto del que toman su poco imaginativo nombre, Cigarettes After Sex han publicado uno de los álbumes más interesantes de la temporada.


Antes que un grupo propiamente dicho, Cigarettes After Sex es el proyecto personal del texano asentado en Nueva York Greg Gonzalez, siempre acompañado por tres camaradas que han estado sometidos a una cierta rotación desde la fundación de la banda. Tras el EP I. (autoeditado, 2012) y un cierto número de canciones sueltas publicadas con cuentagotas durante los años posteriores, la banda acaba de publicar su primer álbum: el homónimo Cigarettes After Sex (Partisan Records, 2017). La banda se suma así al cada vez más nutrido contingente de bandas de inspiración dream pop, como atestiguan canciones de la talla de ‘Apocalypse’, el single de adelanto ‘K.’ o ‘John Wayne’.

El minimalismo sonoro de Cigarettes After Sex puede recordar vagamente al exhibido por The xx en sus dos primeros trabajos pero los referentes de la banda de Gonzalez son otros y esta semejanza es meramente formal, con la música de los norteamericanos estando más firmemente sujeta a las estructuras y convenciones rockeras. El resultado final se asemeja a unos Beach House con menor presencia electrónica, a unos Slowdive desprovistos de ruido guitarrero o incluso a unos Mazzy Star donde Hope Sandoval hubiera sido sustituida por un cantante masculino dotado de similar languidez. La voz de Gonzalez es de hecho el principal factor diferenciador de su propuesta, con un punto de ambigüedad andrógina y una gran prominencia en la mezcla que deja el resto de la instrumentación en un segundo término, sin eclipsarla.

Es innegable que este álbum cuenta con un buen número de ingredientes que podrían llegar a arrastrarlo a la monotonía, dada la uniformidad sonora que le presta el carácter de medio tiempo de la mayoría de sus composiciones o la escasa variedad de su apartado instrumental. Pero la gran virtud que evita que Cigarettes After Sex se hunda en esta sima es una intención melódica que no se ve menoscabada por la importancia de su componente atmosférico. Así, el envoltorio de reverb sideral no impide que las guitarras suenan con claridad y es fácil encontrar más de un fraseo memorable que nos haga regresar a estas canciones. Porque, a pesar de su apariencia de sencillez, Cigarettes After Sex es un disco dotado de una sutil complejidad al que solo sucesivas escuchas nos permitirán ir arrancándole sus secretos.

Cigarettes After Sex ya han visitado España este año pero durante el próximo otoño tendremos nuevas oportunidades de verlos en directo:

  • Madrid, El Sol, 27 de noviembre (entradas)
  • Zaragoza, Las Armas, 28 de noviembre (entradas)
  • Barcelona, Sala Apolo, 29 de noviembre (entradas)

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