Moses Rubin publica su primer largo, Subtle Atmospheres. Ocho temas que combinan el rock y el blues clásico con maestría y sensibilidad.
Sin apenas hacer ruido, Moses Rubin llegó con su Bear with Me. El rugido y la (supuesta) torpeza de movimientos del úrsido pronto se tornaron en una ventana donde el cristal desde el que ver el paisaje era de un color diferente. O quizás de varios. Un caleidoscopio casero desde el que poder cambiar de situación y sentimiento en un sólo compás. Tras esa colección de fotografías vitales era sólo cuestión de tiempo que los nuevos proyectos fueran tomando formato adulto y creciesen en número y densidad. Y ese momento ha llegado. Tras un primer adelanto por medio de ‘Steppin’ Stones’, hoy 20 de octubre se estrena el primer disco de Moses Rubin, Subtle Atmospheres.
Una a veces tiene la suerte de dar con una canción, prendarse y seguir tirando del hilo. Que esa madeja te lleve a otro tema, éste a un disco y te sorprendas perdida, pero no confusa, en una tela de araña que huele a chimenea encendida. A castañas en invierno y a gazpacho en verano. Esa sensación de encontrarse en casa ya la experimenté con Bear with Me y ha salido reforzada tras escuchar al completo este recién estrenado Subtle Atmospheres. Grabado entre los Estudios Reno y Espacio Invernadero bajo la producción de Martí Perarnau y Ramiro Nieto, el disco está formado por ocho canciones que funcionan como si fueran páginas de diario, como las memorias evocadoras que evitan la rendición al ego en favor de una panorámica de situaciones y vivencias. Una primera lectura, en este caso escucha, es suficiente para crearte un vínculo personal y emocional, aunque tu inglés no haya pasado del mítico my tailor is rich. Subtle Atmospheres va más allá del lenguaje y presenta unas composiciones clásicas de pop-rock anglo construidas a partir de contrastes vocales e instrumentales que funcionan como si de tu timeline de Facebook se tratase. Lugares comunes desde los que re-visitarse.
Moses Rubin tuvo que moverse a las islas británicas para re-encontrarse. Quitarse etiquetas y capas y buscar esa melodía que martilleaba su cabeza mientras sobrellevaba la distancia y sus consecuencias. El viaje de Ulises de Subtle Atmospheres empieza con ‘Steppin’ Stones’, tema en el que el héroe de la tragedia es consciente de que ha de marcharse y emprender su propio camino para llegar a su destino real. Un tema de corte sesentero que inevitablemente recuerda a los genios de Liverpool desde su melodía vocal y sus riffs de guitarra. Tras este primer cisma, ‘Friday’ se presenta como el descubrimiento de la nueva vida inglesa por medio de unos grandes ojos ávidos de nuevas sensaciones. Tan fácil verse paseando por calles y escaparates tarareando su bluesero ritmo. Este disco, como la misma vida, cuenta de picos bajos y cotas altas, una serpiente de color que hace que tu confianza crezca como el tremendo solo de guitarra de ‘The Rain’, uno de sus mejores temas y más rockeros (con el que cuentas los días para escucharla en directo), o se desvanezca ante la la crudeza y sensibilidad que emana ‘Halfway Through’. Un colpo al cuore que dirían los italianos. Los ritmos continúan en ese tira y afloja con las dulces ‘Shiny Coloured Waistcoat’ y ‘Surreal Deal’, canciones en las que el trabajo de precisión y virtuosismo suizo se da la mano con un cruce de armonías que guardan ciertos toques de sus majestades satánicas. La aventura continúa con ‘Look Back’, de raíces más bucólicas y que se abre como camino al final del disco, ‘D Woman’, la oda que espera a esa paciente mujer que espera el regreso del héroe (o del antihéroe) tras su paseo introspectivo, reflexivo y re-estructural.
Moses Rubin ha conseguido crear en Subtle Atmospheres una colección de postales emocionales desde las que verse reflejada en esta complicada tarea del madurar y la consciencia del mundo adulto. Un viaje que te permite recorrer las claves de la música desde los inicios de Bob Dylan, Neil Young, The Beatles o The Band hasta ejemplos más actuales de la poesía del rock y el blues como The Tallest Man on Earth, José González o Glen Hasard. Imposible no acordarse de Germán Salto o The Wheels.