Havalina presentan un Muerdesombra  (Ernie producciones, 2017) con muchas sorpresas.


Havalina vuelven dos años después de Islas de Cemento con su nuevo trabajo llamado Muerdesombra.

Havalina es una banda de rock madrileña, que lleva más de 15 años en el panorama. Han experimentado de todo, desde la fase en inglés, cambio de nombre y de formación, cambios en su sonido, de discográfica, etc… Lo que viene a ser un grupo.

Tras un Islas de Cemento, que dejó un poco con el culo torcío, en el cual predominaba un sentimiento existencialista,  melodías que arrullaban aquel disco en el cual las letras eran los poemas de JJ Cabezalí. Fue un disco que rompía con la fuerza del H anterior, y daba lugar a la reflexión, claro ejemplo de ello es ‘Ya va siendo hora’.

Tras ello viene Muerdesombra, un disco que ya por el nombre evoca y dice mucho de lo que será.

El disco abre con ‘Abismoide’, una canción en la cual se aprecian matices que ya pude prever en el anterior análisis del primer avance del álbum: esa base rítmica de la guitarra muteada por ejemplo. Y una letra considerablemente más visceral, una faceta a la que Havalina nos tenía gratamente acostumbrados.

Y en ‘Malditos Mamíferos’ tenemos la confirmación de que si Havalina te devuelve su característica lírica, te quita cualquier referencia instrumental de discos anteriores. Da la sensación de que Manu ha renovado su sonido con una vertiente más cercana a los ‘sintes’, sería acertado decir que no ha dejado lo anterior, pero aunque lo anterior se difumina en la novedad, me da la sensación de que prevalece en cada una de las canciones, sustentando lo que se ha abierto paso en el proceso creativo de este álbum.

‘Órbitas’ roza la demanda con Tame Impala, al escuchar su inicio grité: But she just won’t believe me. Y tras esta gracia, continuamos. ‘Órbitas’ es la balada del álbum, siempre en el marco Havalina. Podriámos decir que es la canción en la que cuando se les escuche en directo, se abandona el Headbanging, y recuerdas que, ¡hey!, has venido con tu chica.

Con Nacidos en la Bruma’, retomamos a la visceralidad en la voz al estribillo. Con una gran cohesión entre  significante-significado, es decir, letra y música. Es un tema bastante especial, sabes que lo has escuchado antes, es un apartado que destacaremos más adelante.

Llegamos al ecuador del disco. Y no sabemos que ha pasado con nuestros Havalina. Desde ‘Nacidos en la Bruma’ ya me estoy imaginando como será el directo. Nunca he visto a Javi aporrear un pad, y querría verlo, o como se harán escuchar los sintetizadores y teclados en él, tal vez habrá alguna incorporación… No lo sabemos, el caso es que el álbum nos tiene intrigados.

Retomamos Muerdesombra con ‘Alta Tormenta vol I’, como si se tratará de Kill Bill. Havalina tienen por norma enlazar al menos un par de temas por disco, de forma que parezca uno. Por eso ‘Alta Tormenta’ merece una lectura conjunta, porque tanto volumen I, como volumen II conviven en una relación de simbiosis. Ambas letras tienen mucho simbolismo, pero por lo general, en musicalidad y semántica, el primer volumen es más potente y directo. En ‘Alta Tormenta II’ es una reflexión más transcendental. Ambas se diferencian también por el protagonismo que tiene la guitarra en el primer volumen, y el cual hará relevo el sintetizador en la siguiente parte, acorde al carácter más reflexivo de esta. ‘Alta Tormenta’ se puede interpretar como la lucha de dos tipos de mentalidades, una más impulsiva y otra más espiritual.

‘Más Velocidad’ fue el avance del álbum, una canción que nos dejo muchas sorpresas, la más importante los sintetizadores. Es un tema que retoma la velocidad vista en los dos primeros temas del disco. El muteado de la guitarra, la base rítmica, los sintetizadores son el caballo de batalla de este tema. Dejo la review que hicimos.

Y con ‘Trópico Fantasma’ terminan los 46 minutos de este último trabajo de Havalina. Con una percusión muy curiosa, una letra Made in Havalina, este tema podría haber estado en el álbum en solitario de Cabezalí, es muy tranquilo, pero como cierre no habría puesto otro. Una canción de 8 minutos, nada extraña esta faceta en Havalina, en la que se sintetiza todo lo que ha sido nuevo en el álbum, cierra con una nube de electrones cuya melodía describe con total fidelidad lo que ha sido Muerdesombra.

Respecto al sonido en general querría destacar el sintetizador, este ha reemplazado a la guitarra rítmica en tramos del álbum. El disco te deja destellos respecto a batería y bajo, pero… les ha faltado algo más de potencia como pudimos ver en los sobresaltos que supusieron ‘Cristales Rotos Sobre Asfalto Mojado’ en la linea del bajo de Ignacio, y ‘Un Reloj de Pulsera con la Esfera Rota’, en la batería. Además, es bien sabido que Manu escucha The Cure, y que lo incluye entre sus influencias, y no ha sido hasta este álbum cuando he empezado a verlas. En ‘Nacidos de la Bruma’ veo ‘The Same Deep Water As You’; y en ‘Órbitas’ veo ‘Pictures of You’. Y por lo general, el álbum parece un homenaje a aquel Disitegration.

Muerdesombra es raro. No es fácil de digerir, es un álbum que se verá mejor con el tiempo, esta crítica es una crítica errónea, siento que se me escapan cosas. Havalina nos han hecho un quiebro con este álbum. Manuel Cabezalí, al que rara vez se le ha involucrado en otra faceta en la que no sea la de guitarrista se atreve con las teclas. Pero en conclusión es un discazo. Havalina tienen una china en el zapato desde Las Hojas Secas, ahora todos esperan algo mejor que aquello, pero al mismo tiempo no quieren dejar de escuchar ese Stoner característico. Havalina han optado por crear, y esa fuerza creadora les ha traído hasta aquí. Los que escuchan Stoner no querrán este álbum. Los que quieren a Havalina escucharán este álbum.

Gracias.

 

 

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