Como cada nuevo año, con la llegada del verano el (necesario) programa de radio Capitán Demo organiza su concurso de maquetas. Este año, uno de los finalistas fue Victoria Ford, grupo sevillano que acaba de publicar su primer trabajo, Victoria, cuatro temas llenos de lírica y sintetizadores . Por ello, desde El Ukelele decidimos entrevistarles (no serán los únicos, atentos). Aprovechamos también para pedirle a Paula Quintana una entrevistilla. Lo hacemos público y nos tiramos a la piscina. Esperamos tu respuesta y les damos las gracias a los encantadorísimos Victoria Ford.
Para empezar, ¿quiénes sois, de dónde venís y hacia dónde vais? Contadnos vuestros orígenes.
Venimos de Alcalá de Guadaíra, tierra de panaderos y de flamenco. Y de panaderos flamencos, claro que sí. Nuestros orígenes son de hace siete años atrás, y eso que cantaba Karina “cualquier tiempo pasado nos parece mejor”, con nosotros no. Hace siete años dábamos pena.
Hace poco entrevistamos a Supermirafiory. Vosotros sois Victoria Ford. El motor está presente. Parafraseando a un conocido anuncio televisivo, ¿os gusta conducir? ¿Por qué Victoria Ford?
La verdad es que ni nosotros sabemos el por qué. Lo que sí tuvimos claro es que nos apetecía un nombre femenino, y lo del apellido Ford surgió sin querer. En cuanto comprobamos que nuestras madres eran capaces de pronunciarlo hicimos el bandcamp.
Si no tengo mal entendido, os formasteis en el 2007. Siete añitos han pasado ya, pero recientemente habéis publicado vuestro primero disco. ¿A que se debe esta espera a publicar?
Bien es verdad que en 2007 apenas sabíamos tocar tres acordes. Así que sumándole los primeros años de práctica con todas las versiones cutres, conciertos en fiestas de fin de curso, alguna maqueta pretenciosa y la necesidad de tener unas cuatro canciones decentes; los siete años han pasado volando. Ahora, y gracias, la cosa es diferente.
En Victoria, encontramos cuatro temas de marcado carácter electrónico. ¿Cuáles son vuestras influencias?
Wolf Parade, Metronomy y componer con un sintetizador noventero nos da una inercia marcada, pero más allá de que el guitarreo no nos apetezca demasiado; The National, Nueva Vulcano, The Walkmen o Dirty Projectors son casi la base del grupo.
Habéis contado con Raúl Pérez para la producción y habéis grabado en sus míticos estudios de La Mina. Los granadinos Trépat ya nos contaron su experiencia. ¿Cómo fue la vuestra?
Demasiado buena y demasiado rápida. La próxima vez que vayamos compramos el abono con camping.
Miedo al bádminton no trata sobre ningún deporte. Ni sobre victorias. Vuestras letras desprenden poesía y lirismo. Los títulos así lo dejan claro ¿Es quizás una de vuestras influencias la literatura? Si así fuera, queremos recomendaciones con la poesía que andamos muy perdidos.
Miedo al bádminton habla de la crudeza de estar al lado de alguien que admiras. Puede valer como deporte si eres el guardaespaldas de Justin Bieber, pero más allá de lo poético que suenen los títulos, nuestras letras suelen ser muy impulsivas y directas. Lentejas los viernes es la recomendación obligada si os apetecen letras para enmarcar.
¿Seguís manteniendo las mismas expectativas sobre la industria musical que teníais cuándo os formasteis? ¿Os ganáis la vida con la música?