El centro comercial Torre Mitikah en el sur de la Ciudad de México (CDMX), entre las avenidas Río Churubusco y Universidad, construido con acceso peatonal y con la comodidad del metro a través de Coyoucayan, es un complejo comercial de 22.500 millones de pesos (1.100 millones de metros cuadrados) construido en 14 años y en medio de protestas.
De los metros cuadrados mencionados, 1,07 millones de pies cuadrados (107.000 metros cuadrados) se destinarán a empresas rentables.
Se espera que tenga más de 50.000 visitantes diarios. Estos compradores tendrán la opción de adquirir bienes y/o servicios entre la siguiente lista inagotable de minoristas
H&M, Victoria’s Secret, Abercrombie and Fitch, Hollister, Berger, Mont Blanc, Hugo Boss, All Saints, Nike, Adidas, Puma, Lululemon, Puerto Madero, Negroni, Fisher’s, Mochomos, Hotaru, Cheesecake Factory, Shake Shack, Califa, Sushi Roll, Cinépolis, Tommy Hilfiger, Timberland, Palacio De Hierro, Liverpool, y muchos más. más, sin excluir una amplia gama de restaurantes (además de los mencionados anteriormente).
Dentro de la zona rentable designada hay espacio para 280 tiendas y restaurantes (más o menos 10-20, según el director de marketing, Carlos Singüeza) y otras actividades comerciales.
Pero el complejo en su conjunto está pensado para ser polivalente, con zonas asignadas para oficinas corporativas, una torre residencial, clínicas médicas, un hospital servicios varios, un centro comercial y espacios verdes.
La naturaleza de las torres es así:
Dos torres de 67 pisos y un edificio de 25 pisos. La zona comercial tendrá 5 niveles.
Cuando se inaugure en el cuarto trimestre de 2022 (previsto), tendrá una ocupación superior al 95% en su zona comercial, pues el número de contratos ya es de 166, según el directivo.
El conglomerado constructor Fibra Uno está detrás de este complejo, que es considerado su proyecto más ambicioso (como lo menciona Forbes México).
Sin embargo, los contratos para el diseño arquitectónico de este edificio fueron otorgados a las siguientes empresas:
Sordo Madaleno, STANTEC, Ten Arquitectos, Colonnier Arquitectos, PCPA, con otras mencionadas también.
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— Mítikah Centro Comercial (@MitikahMall) September 25, 2022
Antes de esto, ya hubo un cambio de administración, cuando Fibra Uno compró el proyecto a Ideurban y Prudential, por 185 millones de dólares en 2015.
Las protestas que se mencionaron anteriormente, fueron por la falta de agua, el ruido, la depredación inmobiliaria, la gentrificación local (precios demasiado altos para los habitantes de mucho tiempo debido a la nueva afluencia), la reducción de las áreas verdes, el caos de tráfico, la intimidación del público (a menudo física) y el hundimiento de la tierra, unieron a los residentes de la región de Xoco, todos los temas particularmente graves por sí mismos, pero un gran dolor de cabeza cuando se combinan para el alcalde de la Ciudad de México, Benito Juárez.
Para añadir a estos males, existe un valor histórico en el sitio, en forma de la Colonia Xoco precolonial, que data de hace más de 1700 años.
En la civilización de los teotihuacanos. Los habitantes originales que han vivido aquí desde siempre, los descendientes de aquellos precursores de antaño, han visto cómo la urbanización se adentraba en su pequeño pueblo a lo largo de mucho tiempo.
Esto se ha acelerado desde mediados de la década de 1980, desde donde la Ciudad de México no ha dado marcha atrás en términos de migración y expansión.
Esta expansión urbana, acabará absorbiendo a Xoco dentro de ella, como una Ameba y extendiendo sus zarcillos alrededor de una presa bacteriana.
Hay un profundo sentimiento de pérdida en los habitantes de Xoco, rememoran los días en que había tranquilidad, hermosa tradición, falta de delincuencia, no intimidación, menos ruido y polvo, aspectos negativos que este proyecto desde 2012 ha puesto en marcha.
Con el aumento de los precios de la vivienda, la gente de bajos y medianos ingresos se sentirá presionada a irse, ya que el aumento de los precios de la vivienda significa mayores impuestos a la propiedad, que no podrán pagar, la gente no desea irse a otro estado donde se sentirá alienada y desvinculada, por lo que mientras la arquitectura colonial ha cedido a la modernidad en los últimos 30 años, esta es una nueva bestia sin duda.
Hubo protestas y demandas que frenaron las obras del proyecto, pero se echó a andar en 2015 por los citados mil millones de dólares y como hay una ley que permite al gobierno tomar ciertas medidas, como la tala de árboles (o dejar que las corporaciones para que lo hagan y paguen, lo que pueden hacer o no, incluidas las multas), privatizar terrenos públicos, etc.
Otro intento de detener este proyecto fue rechazado por un juez, lo que refuerza el sentimiento de la población de que las autoridades lo quieren así.
Onanes…!!! #Mitikah #openin #cdmx #arte pic.twitter.com/C10HJh5lKd
— karlos Torres (@JuanCar41640398) September 24, 2022
Aquí es donde algunos activistas señalan que la violencia y las represalias por sus posiciones, lo que el Sr. Guiterrez describió que tuvo lugar con él, o las aparentemente alucinantes acusaciones de corrupción contra ellos (como aceptar sobornos de las propias empresas constructoras), que activistas como el Sr. Rosales encuentran