René Pérez, aka Residente, era el encargado de dar el pistoletazo inicial a La Mar de Músicas 2017, y el puertorriqueño cumplió con creces ante un público numeroso y tremendamente entregado


El Auditorio Parque Torres se encontraba lleno hasta la bandera al poco tiempo tras abrir sus puertas. Si bien el festival había comenzado horas antes con los conciertos de Kanaku y el Tigre en la plaza del Ayuntamiento y de Carla Morrison en el Parque de Artillería, la verdadera inauguración de la edición de este año de La Mar de Músicas iba a tener lugar en su emplazamiento por excelencia. Ya poco después de la hora prevista de comienzo era difícil conseguir una butaca para poder disfrutar de un viejo conocido del festival: René Pérez, mejor conocido como Residente, quien ya había visitado el festival con su tan laureada banda Calle 13. En esta ocasión no lo acompañaban ni su hermano Visitante ni la vocalista ILe, que actuará en el festival el próximo día 19 en solitario, pero el puertorriqueño consiguió reventar igualmente un auditorio cuyo público se mostró completamente entregado desde el minuto uno.

El concierto comenzó como lo hace su disco, homónimo, con un intro pregrabado que daría lugar posteriormente al primero de los sencillos que Residente diera conocer allá por enero de este año, ‘Somos anormales’. De esta manera René haría enloquecer a un público que, muy seguramente, sabía lo que se le venía encima cuando empezó a hacer cola para entrar al recinto. Si todo el álbum solista del artista natural de Puerto Rico gira alrededor de su ADN y, por ende, del pasado, el concierto pivotó desde el primer momento entre su etapa con Calle 13 y sus canciones más nuevas, pues no tardó en regalarnos el ‘Baile de los pobres’ y la enérgica ‘El aguante’, dónde parecía retar al público a seguir la intensidad lírica de sus versos.

Poco a poco nos daríamos cuenta de la genial instrumentación que acompaña a Residente, especialmente al vivir los apoteósicos finales con los que concluyeron, de forma seguida dos de las canciones más destacadas de su nuevo trabajo: ‘Desencuentro’ (con la participación de la cantante francesa SoKo,) y ‘Calma pueblo’. Pero sin duda, tras retomar Calle 13 en la interpretación de ‘Pa’l norte’, René fue vitoreado tras alcanzar uno de los clímax del concierto al escupir eso de “aquí no hay caviar, pero hay maíz”.

Ya conocemos los duelos dialécticos que René ha mantenido con una serie de raperos y reggaetoneros, y si bien dos de los temas que más se echaron de menos fueron ‘Mis disculpas’ y ‘La cátedra’, sí que lo hizo notar en ese ‘Adentro’ previo a la locura máximo de ‘Atrévete-te’, sin duda el tema más laureado de Calle 13 y uno de los más vitoreados la noche del viernes inaugural de La Mar de Músicas. Antes de enfilar una sucesión de temas de su anterior etapa, nos dejó con la mitad-imagen-mitad-canción que es ‘La sombra’ y otro tema redondo como es ‘La guerra’.

Tras llevarnos de nuevo al éxtasis con ‘La fiesta de locos’, el respiro vino, curiosamente, de mano de otros grandes hits de Calle 13: el derroche lírico de ‘Muerte en Hawaii’ (que más de uno nos atrevimos a cantar de pe a pa) y la sutil pero demoledora ‘Latinoamérica’, cuyo coro alcanzó las entrañas de todos los presentes.  Posteriormente, René enfiló los últimos momentos del set empezando por ‘Apocalíptico’, y tras intercalar de nuevo grandes éxitos de ayer y nuevos hits, la locura final tenía que llegar inevitablemente con uno de los primeros, y ‘Vamo’ a portarnos mal’ fue la encargada de desatar la locura en un ambiente caldeado de sobra durante más de hora y media por ese genial maestro de ceremonias que es René Pérez aka Residente.

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