El directo de Sílice sobrecoge en Zaragoza de manera contundente.
Quizás con este título, alguien puede pensar que hemos cambiado el tipo de contenidos de la web; pero, si sois fieles seguidores, es más que probable que ya hayáis leído cosillas sobre este grupo granadino que tenemos marcado de cerca.
Mi intención, al acercarme el pasado jueves 5 de marzo a la Lata de Bombillas en Zaragoza, no era otra que la de comprobar, de primera mano, cuanta verdad hay en lo que se dice por la redacción.
Aurora se encontraba en Zaragoza , para la presentación de Sílice, nuevo trabajo del que podemos destacar sobretodo la evolución en su sonido y, para ellos, también era su primera vez en la ciudad.
Envueltos en un halo de misterio acentuado por la iluminación de un azul intenso durante toda su actuación, aparecieron para dar un recital que creó una atmósfera intimista, una burbuja formada en torno a un sonido auténtico repleto de sintes y letras inquietantes que en Sílice están más abiertas a interpretaciones.
Una docena de canciones que saben a poco, interpretadas de manera majestuosa, con amplio despliegue instrumental, y con especial atención a la batería gracias a Alberto, nueva incorporación de la banda nazarí, distribuidas en bloques que ponen de manifiesto la intención de explorar nuevas texturas.
Los temas se sucedieron deteniendo el tiempo; “Jardín Botánico” destiló paz y las guitarras de “Texcoco” fueron de lo mejor de la noche. ¡Y qué decir de la tríada final! “Tuk Tuk”, una versión de “Transparente” bañada en sílice que hizo las delicias de todos y la eterna “Voces”.
Si hay que poner un pero fue la falta de bises.
En definitiva, Aurora es uno de las grandes bandas emergentes del panorama nacional que está de gira y que no os podéis perder para poder decir en el futuro: yo estuve allí.