Era el concierto esperado. Muchos ya tarareaban las canciones justo antes de empezar. El grupo: León Benavente. El sitio: Teatro Central de Sevilla.


Voy a ser sincera, a menudo me dejo llevar por lo que escucho en los discos, y a partir de ahí hago mi valoración musical, mi diagnóstico. Dependiendo de lo que me parece el disco en la primera escucha, voto a favor o en contra de eso mismo que he escuchado. Y acto seguido pienso: “seguro que en directo sonarán igual”. Pues bien, como cualquier ser humano, muchas veces me equivoco. Y en ese sentido León Benavente me abrió los ojos y me hizo reconocer una cosa muy sencilla: en directo son la puta hostia joder. Así de simple.

Como todos sabíamos la primera en sonar sería: ‘Tipo D‘ de su último álbum 2.  Ese piano al principio haciendo mover cada una de nuestras extremidades, sin ningún tipo de escrúpulos, es mítico. Es un canto a la manipulación que muchos sufrimos hoy, sin darnos cuenta, por el capitalismo insaciable. Una de mis partes favoritas de la canción es: “quiero ser el tipo de persona que convierte tu dinero en la ley”. Resume tan bien lo que pasa en este mundo. Dice en tan poco tanto, que me hace quererlos aún más si cabe. Sin duda, una buena forma de dar comienzo al show. Siguieron con ‘California‘, tras ella daban la bienvenida a ‘La Ribera‘, también de su último trabajo publicado en 2016.

La banda compuesta por cuatro elementos imprescindibles: A la batería César Verdú, al bajo Eduardo Baos, a la guitarra Luis Rodríguez, y todos ellos acompañados de la incansable voz de Abraham Boba. Que dejó muy claro quién llevaba la energía en el cuerpo, de principio a fin. La banda transmite una sensación de unidad, fusionando cada uno de sus estilos sin dejar indiferente a nadie de los allí presentes.

Por supuesto, no podían olvidarse de otras de sus grandes creaciones: ‘Ánimo Valiente‘ de su primer álbum León Benavente. Justo ahí es cuando te das cuenta de como un grupo ha crecido musicalmente. De como ha madurado la fruta fresca, como han dejado la piel muerta de años anteriores, para dar brillo a sus nuevos registros. Eso dice mucho de un grupo, de su evolución a mejor. Porque como bien dicen las mentes despiertas: “si cambias, que sea en horizontal”. Y así lo están haciendo León Benavente. Así de bien nos hacen sentir siempre.

El Teatro Central es de esos sitios donde la acústica es inmejorable, y juegas con el espacio sin incordiar a nadie. Disfrutando de la comodidad de poder bailar, saltar, cantar, y sobre todo, de estar bien sin molestar, ni pisar. Las ventajas de elegir un buen lugar para tu concierto es que el público se siente feliz y lleno. Gracias.

La última no podría ser otra que ‘Ser Brigada‘. La que nos dejó pletóricos y satisfechos. Qué bien cuando todo sale bien. Eso parece que León benavente lo llevan aprendido al pie de la letra, y el resultado es de 10. Aquí os esperamos, nos quedan muchos bailes pendientes.

Fotografía: Álvaro Ojeda

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