Cuando Miren Iza hizo público que Tulsa se evaporaba, una sensación extraña se instaló en mi cuerpo. Sin llegar a ser saudade, cierta desazón se asentó en mi interior. No entendía las razones de cómo esas letras tan jodidamente reales podían desaparecer. Había que ser paciente, ya lo dice mi madre, y el tiempo quiso que la noche del jueves fuese testigo de la presentación de La calma chicha, el regreso de Tulsa de la mano de SON Estrella Galicia.


Puntual a la cita y acodada en mi sitio preferido, ocupé la segunda barra de la sala El Sol. Una sala llena hasta los topes en el que el murmullo general manifestaba el interés que la vuelta de Miren Iza a los escenarios ha creado en el panorama nacional. En primer lugar, un viejo conocido como Lee Perk (el mundo MySpace daba para mucho) calentó el ambiente con temas blues en los que hizo gala de su dominio de la guitarra. Como su único acompañante que fue, se bastó y sobró para llenar el escenario, terminando con un clásico como ‘Love’ del maestro John Lennon. Mientras muchos escuchábamos, otros tantos le daban al palique. Típico caso de chico y chica que son amigos – chico que invita a Jäger a la chica y, ya de paso, intenta ser gracioso – chico que cree que se irá al catre con ella – amigo del chico que llega y se lleva a la chica. Junto a ellos, unos amigos que debían de no verse desde hace tiempo y decidieron ponerse al día.

Como si hubiese estado junto a ellos, en el momento en el Miren subió al escenario junto a su banda (Martí Perarnau con sombrero y teclados) y sus primeros aplausos llegaron, pidió silencio para iniciar el recital que durante la hora que fue el estreno de La calma chicha. Los temas lentos se unieron a los más rockeros y luminosos en esta vuelta de hoja de Tulsa, la voz susurrante y desgarrada de Miren se hermanaba a la perfección con su banda y el público. Todos éramos una sola entidad mientras sobre el escenario temas como ‘En Tu Corazón Solo Hay Sitio En Los Suburbios’, ‘Ay’, ‘Verano Averno’ (con los consecuentes coros de los mortales), ‘Los Amantes del Puente’, ‘Oda al Amor Efímero’, ‘Gente Común’ o ‘Los Ilusos’ se entremezclaron con canciones de sus anteriores trabajos, como ocurrió con ‘Algo Ha Cambiado Para Siempre’, en la que incluso la propia Miren tuvo un lapsus con la letra (la emoción del momento). Otros momentos emotivos fueron la subida al escenario del propio Lee Perk y de Charlie Bautista, siempre presente en cualquier sarao musical (y no es para menos). Para terminar, la preciosidad que es Matxitxaco y una Miren cantando solita sobre el escenario eso de te está cambiando el viento… A veces es necesario tomarse un respiro y no tomarse tan en serio. Dejar que Y juro que al subir las escaleras, olía a  mar.

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